“El libro del cementerio” de Neil Gaiman se lee rápido pero se disfruta muchísimo
Que Neil Gaiman se está convirtiendo en uno de mis escritores predilectos no es ningún secreto a estas alturas si sueles entrar en mi blog. Sigo teniendo pendientes muchos de los libros de este fantástico autor, pero esta vez le ha tocado el turno a “El libro del cementerio”, la lectura elegida para noviembre en el club de lectura conjunta en el que participo. Una joyita que se lee en nada de tiempo y que tengo que recomendarte sí o sí.
“El libro del cementerio” cuenta una historia tan original como absorbente. Imagínate que eres un bebé y un misterioso desconocido (conocido como el hombre Jack) entra en tu casa una noche asesinando a toda tu familia. El siguiente objetivo de este despiadado criminal eres tú, pero en tu infinita inocencia te da por salir a la calle justo antes de que el hombre te encuentre y encaminas tus pasitos hasta el cementerio de la ciudad. Allí eres adoptado por una pareja de difuntos que comprende que, fuera de los límites del camposanto, tu vida corre peligro y deciden aceptarte y cuidarte junto con los otros incorpóreos moradores del lugar y Silas, un enigmático personaje que se convierte en tu tutor.
Pues así comienza la historia de Nadie, el pequeño protagonista de este libro que crece en compañía de fantasmas viviendo extrañas aventuras entre el mundo de los muertos y el de los vivos, y haciendo amigos no sólo del más allá, sino también de carne y huesos como una alegre niña que se atreve a entrar en el cementerio para acompañar a Nadie en sus curiosas andanzas. Sin embargo, el joven nunca acaba de sentirse parte completa de ninguno de los dos mundos y no tarda en querer conocer más del lado de los vivos, a pesar del peligro que le acecha constantemente fuera de la protección de su familia de acogida, aunque sabe que tarde o temprano tendrá que enfrentarse a ese mundo al que en realidad pertenece y todo lo que ello conlleva.
El lector descubre en “El libro del cementerio” una atmósfera repleta de fantasía, con tenebrosas pinceladas y grandes dosis de humor (a veces bastante cínico) y aventuras. Lo que más me ha gustado de este libro ha sido la idea de que el cementerio esté habitado por todas las personas enterradas entre sus límites, incluyendo ilustres personajes, y con un lugar inclusive reservado para las almas que fueron enterradas en terreno sin consagrar. El estilo inconfundible de Neil Gaiman me gusta más conforme voy conociendo sus obras, aunque hasta el momento me sigo quedando con “American Gods” porque me parece un libro más adulto con una temática fascinante.
Lo interesante de la trama de este libro y lo breve de su extensión, lo convierten en una lectura perfecta para un par de días de esos en los que te apetece evadirte de tu realidad y envolverte en un manto de fantasía, locura y extravagancia. Neil Gaiman te hará sentirte bien sin que sepas cómo…
Y tú ¿Has leído “El libro del cementerio”? ¿Te gusta el estilo de Neil Gaiman”? ¿Cuál es tu libro preferido de este autor? Cuéntame…