Es decir, Fantasma (Orciny Press) es una novela hipnótica y muy apetecible, en el que su autora domina a la perfección la narrativa, los saltos en el tiempo y los cambios de punto de vista, lo que le aporta una perspectiva casi cinematográfica.
También se trata de una novela muy fresca. Frente al novelón decimonónico de espíritus atormentados y frases grandilocuentes, ambientado en páramos oscuros a la luz de las velas y las tormentas, Laura Lee Bahr nos propone una inversión de todos estos conceptos clásicos.
La acción transcurre en Venice, un barrio multicultural de Los Angeles. Allí, Richard, aspirante a estrella del rock alquila un apartamento y obtiene un deprimentre trabajo en una oficina, mientras espera a que sus sueños se hagan realidad.
«Los fantasmas no existen. Solo las historias y la manera en que se cuentan»Precisamente en ese apartamento ha muerto Sarah en extrañas circunstancias. Trabajaba de secretaria y estaba enamorado de Simon Would, famoso presentador de la televisión. Pero a pesar de las extrañas circunstancias de su muerte, que se archivó como suicidio, las manifestaciones del fantasma no son terribles, sino que traen más bien cierta sensación de tristeza y paz.
Se trata de una novela que se ha calificado como "caleidoscópica" al estilo de las de "elige tu propia aventura". Es decir, la autora escribe una capítulo y al final te plantea dos opciones según lo que elijas. Puedes leer la novela saltando de unas páginas a otras o bien leerla seguida y ver dónde te llevan esas dos líneas paralelas.
Hugo Camacho es el traductor de este libro hipnótico, que te engancha y no te suelta desde las primeras páginas. También es muy notable el prólogo de Tamara Romero sobre el Bizarro. Se ha comparado a este libro con David Lynch, y es cierto que puede tener un aire a lo Mulholland Drive, pero afortunadamente sin tantas rayadas como el director.