Hace once años, una niña desaparece mientras pasa un día de picnic junto al lago. Hoy en día, su hermana Dee es una mujer destrozada que no deja de buscarla, convencida de que no está muerta. Sus sospechas recaen en un habitante de Needless Street, aunque la casa fue registrada en su día y no se encontró nada.
Pero ella cree que la policía está hastiada y que no tiene medios ni interés, por lo que ha decidido retomar la investigación ella misma. Ted, el vecino investigado, es un joven extraño que apenas sale de casa y que vive aislado junto a su hija y su gata en la casa al final de Needless Street. Por ello, Dee alquila la casa de al lado y somete a un escrutinio constante a su vecino, convencido de que podrá darle el paradero de su hermana.
Para ello tendrá que ganarse su confianza y atravesar el umbral de su casa, condenada con tablones por los que apenas entra la luz. Pero no todo es lo que parece en este libro.
Si en febrero os decía que HEX era el libro que más miedo me había dado, hoy os puedo decir que La casa al final de Needless Street (Editorial Runas) es el que más me ha sorprendido para bien. Según la trama, puede parecer el típico libro de desaparición de niña que quedó sin resolver. Últimamente abunda esta temática. Pero Catriona Ward va más allá y logra dar un giro sorprendente.
Del mismo modo, tenemos el tópico de la casa encantada, condenada por tablones y que Ted ha convertido en un mundo propio, donde no deja entrar a nadie y donde sale para relacionarse apenas con mujeres que conoce en aplicaciones. Otro acierto de la novela es el cambio de punto de vista a la hora de contar la historia, alternando entre Ted, Dee y Olivia, lo que hace que el lector vea los mismos hechos, pero con una interpretación diferente.
Ward juega con el lector, le hace estar atento a la lectura y no dar nada por sentado. Le lleva por derroteros siniestros y a la vez llenos de esperanza. Usa la ironía y la mezcla con la inocencia. Retrocede en el tiempo y sobre todo, nos demuestra que las cosas que creemos ciertas y las personas a las que creemos conocer no son lo que parecen. Una lectura que te atrapa y no te suelta hasta la última hoja. Y que luego se queda contigo bastante tiempo.