Revista Libros

Reseña de "La casa del padre" de Karmele Jaio

Publicado el 08 marzo 2020 por Rt
Ismael es escritor y lleva dos años con una sequía narrativa importante. Para colmo de males, su madre es ingresada en el hospital y tiene que cuidar de su padre. De ese padre autoritario que le despreciaba por no ser lo bastante hombre. De ese padre que consideraba que lo que él hacía sí era trabajar y no lo que hacía su mujer en casa. 
Reseña casa padrePor otra parte, Jasone, la esposa de Ismael, trabaja corrigiendo sus textos. Hace muchos años era escritora, pero un buen día lo dejó, asumiendo el papel de madre y esposa de escritor a tiempo completo. Y ahora nota que hay una historia en su interior intentando abrirse paso. La historia sobre una violación, nunca sufrida, pero tantas veces imaginada. El hecho de que una de sus hijas estuviera en los Sanfermines la misma noche que se produjo la violación de la Manada, la necesidad de apretar el paso por la ncohe al volver a casa sola o el hecho de sufrir en sus carnes la condescendencia masculina (estás en esos días del mes, serán las hormonas...) dispara su urgencia por escribir. 
A su alrededor bascularán otros personajes: Jauregui, editor de Ismael y antiguo compañero de facultad de Jasone, y Libe, hermana de Ismael, que militó en su juventud en grupos independentistas vascos. Al igual que otros autores, como Edurne Portela, Aixa de la Cruz, Gabriela Ybarra o incluso Fernando Aramburu, este personaje nos recuerda que la exaltación a ETA estaba presente en los ochenta en cualquier aspecto de la vida de la juventud vasca, como conciertos o manifestaciones.  
La última palabra la ha tenido siempre el hombre por mucho que fuera la mujer la encargada de la gestión de la casa. Con ese fragmento quería reflejar que, frente a la violencia en la calle, que es fácil de ver, es muy difícil de percibir esa violencia sutil, que puede suceder en la propia familia, que no necesita de golpes ni de violencia física

La casa del padre (Editorial Destino) habla sobre esas violencias no reconocidas sobre la mujer. Como bien dice el personaje de la hermana, "maltratar es no tratar bien". De esos maridos que no pegaban a sus mujeres, pero que les impedían tener amigas o les hacían creer que no servían para nada. De los años de vejaciones silenciosas dentro del matrimonio, desvalorizando y haciendo que la opinión no cuente. De ese tipo de violencia de baja intensidad que sufrieron en nuestras carnes muchas de nuestras madres y abuelas. Porque sí, porque era la época, porque el marido tenía un mal día, por costumbre, etc. Una lectura preciosa y muy recomendable. Podéis leer aquí las primeras páginas. 

Volver a la Portada de Logo Paperblog