Reseña de «La chica que vive al final del camino» de Laird Koening: Una historia extraña e inquietante

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Impedimenta es una editorial independiente con publicaciones tan raras e interesantes como La chica que vive al final de camino de Laird Koening. Si sueles pasarte por mi blog, ya sabrás que me gusta leer de todo, así como conocer nuevos autores y seguir las recomendaciones de otros lectores por redes sociales y blogs de literatura, además de que el género de misterio y terror es uno de mis predilectos. Por eso, esta novela tenía todos los papeles para pasar por mis manos: No conocía de nada a su autor, pero me picaba la curiosidad tras leer varias valoraciones positivas y recomendaciones en Instagram. Lo insólito de su trama y su aire a historia de terror, terminaron por convencerme de darle una oportunidad a esta obra.

No puedo contarte demasiado acerca de La chica que vive al final del camino, sin desvelarte la esencia de este libro que juega básicamente a inquietar al lector con el extraño comportamiento de su jovencísima protagonista, Rynn. La chica acaba de cumplir 13 años, y pasa sus días prácticamente sola en una casa alquilada algo apartada de los demás, lo cual  no evita que reciba continuamente inoportunas visitas que ella siempre intenta esquivar, como la de su casera, el hijo de ésta o un policía local. Aunque ella siempre menciona que su padre, de profesión poeta, está trabajando en su estudio, éste nunca sale a recibir a nadie, mientras que Rynn se ocupa de viajar al pueblo para cobrar unos cheques y hacer la compra, y no sale para nada más, ya que ni siquiera va al colegio. Tan insólita situación trae de cabeza al lector, el cual se queda de piedra al llegar a determinado momento de la narración en el cual se desvela una siniestra sorpresa, que cambiará el prisma con el que continuará viendo el resto del relato.

La chica que vive al final del camino no tiene demasiado del género del terror y tampoco he encontrado tantos tintes góticos como se aseguraba en algunas de las sinopsis de la editorial que había leído, pero sí que se trata de una historia muy misteriosa e inquietante, de ésas que te deja bastante mal cuerpo a ratos y que te atrapa de un manera difícil de explicar. Por eso, me ha parecido un grato descubrimiento y, como ya he visto que Laird Koening tiene más obras de este estilo, es muy probable que en un futuro lea alguna más. Además, desconocía que existía una adaptación cinematográfica de La chica que vive al final del camino, que creo que veré.

Como siempre, es positivo acercarse a autores desconocidos, así como seguir las recomendaciones de otros lectores que gustos similares, para ampliar los horizontes lectores y disfrutar de historias que ni sabías que existían.