Reseña de «La isla de Caravaggio» de Dativo Donate: Historia, arte y rebeldía

Gracias a las redes sociales, este año tuve la suerte de conocer La isla de Caravaggio, la interesantísima novela histórica del escritor Dativo Donate que quedó finalista del X premio del Certamen de Novela Histórica Ciudad de Úbeda. Lo más original de esta obra radica en el hecho de que toda la trama se construye alrededor de la figura del célebre pintor Merisi Caravaggio, sin que este personaje sea nunca realmente el protagonista. El artista se convierte en un objeto más en el juego de los hombres poderosos de la época, a modo de crítica de la corrupción que siempre ha tenido un papel relevante en las esferas de poder y el talento de Merisi queda eclipsado para ellos por la fama y prestigio que les puede otorgar controlar a este hombre. Un apasionante relato que nos traslada a las miserias y los lujos del siglo XVII y nos enamora con aventuras, batallas, duelos, escaramuzas y, por supuesto, arte.

La isla de Caravaggio comienza con Merisi de Caravaggio y su amigo Petronio Toppa huyendo de Roma, después de que el pintor matase en una reyerta a un poderoso de la ciudad. A pesar de ser todo un bravucón, la fama de Merisi por haber creado impresionantes cuadros recorre toda Italia y llega a Malta, donde un banquero desea a toda costa aprovechar el éxito del pintor convirtiéndose en su mecenas. Pero el de Caravaggio no se casa con nadie, es un espíritu libre que seguirá haciendo las cosas a su manera y metiéndose en problemas, lo cual no le conviene nada, puesto que su cabeza tiene puesto precio y algunos le buscan para hacerle pagar el haber asesinado a un Tomassoni. Así, Dativo Donate nos cuenta todo el entramado que se va urdiendo con un arrogante Caravaggio en el eje central, mientras se alternan los momentos creativos del pintor con sus escarceos de todo tipo, logrando un preciso retrato de este irreverente personaje histórico marcado por luces y sombras, a la vez que nos muestra el escenario político y social de esta turbulenta época.

Esta novela goza de un ritmo narrativo fresco, con continuos saltos a distintos puntos de la trama en la que se implican una gran cantidad de personajes de diversa índole: desde ricos maestres hasta humildes capitanes de barco, pasando por mendigos, prostitutas, sicarios, religiosos, etc. Un verdadero crisol que otorga mayor verosimilitud a esta historia que, sin prescindir de las licencias creativas por parte del autor propias de este tipo de novelas, intenta ser fiel al contexto histórico que vivió el pintor. Las aventuras y duelos recreados logran que la novela fluya de manera más amena y las relaciones entre diferentes personajes humanizan la trama, pero lo que más me ha gustado de La isla de Caravaggio ha sido, sin lugar a dudas, todo lo que hace referencia a la obra pictórica de Merisi y a su proceso creativo.

Donate, gran conocedor de la obra del artista italiano, describe de una manera casi visual sus cuadros, destacando los temas plasmados, el asombroso uso del color, las luces y sombras y del fondo, el realismo de las escenas o la implicación psicológica que el pintor lograba al hacer partícipe de la obra al espectador. Asimismo, el escritor relata las posibles inspiraciones de Caravaggio para crear varios de sus lienzos, como un joven degollando a un prisionero. Además, el lector podrá asistir a algunos de los recursos pictóricos que se le atribuyen, como su uso de una rudimentaria cámara oscura, que implicaba iluminar a los modelos a través de un agujero en el tejado y proyectar su imagen a través de una lente y un espejo. Estas pinceladas del genio creativo de Merisi (tan estudiado durante décadas por expertos en arte) no hacen más que dotar a La isla de Caravaggio de un carácter único y convertirla en un gran homenaje al maestro del claroscuro. Todo un regalo para los apasionados de su obra y una maravillosa carta de presentación para quienes no hayan contemplado nunca un Caravaggio.

Así que te invito a que leas esta novela, hermosa e irreverente a partes iguales, y te tomes tu tiempo para imaginar con detalle los cuadros descritos, para luego buscarlos, contemplarlos y disfrutar del talento de un hombre que conoció la gloria, pero también la miseria, la tortura, la cárcel y la incomprensión. Que vivió fiel a sí mismo y cuyo carácter desobediente y temerario fue el responsable de que se adelantara a su época para innovar en sus composiciones e incluso reírse de sus mecenas, introduciendo en sus obras aquello que quería mostrar. Un rebelde al servicio de la eternidad al que ahora podrás (casi) comprender.