Revista Cultura y Ocio

Reseña de "La línea invisible del horizonte"

Publicado el 17 julio 2014 por Maralver @Maralver
Ficha técnica y sinopsis

Tlitulo: La línea invisible del horizonte
Autor: Joaquín Berges
Editorial: Tusquets editorial
Fecha publicación: Abril de 2014
Páginas: 296 Págs
P.V.P: 17,31 €
Huyendo de algo que no quiere confesar, Javier, un neurólogo maduro, viaja en coche rumbo a las montañas cuando, en la oscuridad de la noche, atropella a un jabalí que le destroza parte del vehículo. El accidente le obliga a quedarse varios días en Sinia, un pueblo levantado junto a un pantano en el Pirineo aragonés. De manera inesperada, los vecinos le implicarán en un torneo de cartas y le brindarán su ayuda, especialmente Marina, una mujer enérgica y atractiva que le ofrece además alojamiento en su casa. Javier no tarda en descubrir que, como otros en el lugar, ella arrastra una historia secreta que ocurrió en el pueblo antiguo, sumergido bajo las aguas del embalse. Los nueve días que pasa en las montañas, entre personajes que han rehecho sus vidas, y con los que vivirá la emoción de la naturaleza y la intriga de las relaciones humanas, servirán para que Javier se enfrente a sus propios miedos y comprenda los de los demás. Y serán las aguas del pantano, reflejadas en el cielo, las que se conviertan en su horizonte invisible.
Opinión personal
Aquí os traigo la última novela de Joaquín Berges, un autor con bastantes lectores (por lo que tengo entendido), pero que yo desconocía hasta que mi librera me enseñó este libro.

Fue en la misma librería donde empecé la novela, con un comienzo que prometía muchas cosas, y con estilo narrativo que me gustó. Pero todo esto pasó a ser una promesa incumplida a partir de la mitad del libro.

Javier, un neurólogo de prestigio, viaja con su coche a través de las montañas, sin un destino fijo, con el impulso de dejar atrás algo que le atormenta, cuando un jabalí se interpone en su camino. 

Este accidente le llevará a conocer el pueblo de Sínia, el antiguo y el nuevo, y a sus habitantes. Será el invitado de unos personajes muy diferentes a él en apariencia pero no tanto en esencia. Será partícipe de un torneo de guiñote y testigo de las vidas que llevan estas personas alejadas del mundo que Javier conoce. Y, lo más importante, allí comenzará a conocerse, a comprender lo que le atormenta, a enfrentarse a sus miedos. 

La primera mitad de la novela me enganchó, me atrapó, e incluso me hizo abrigar esperanzas de que estaba ante una obra inspiradora. Todo iba bien: Un hombre que viaja con su coche atravesando las montañas, sin destino fijo, sumido en sus preocupaciones o miedos; la generosidad de unos personajes humildes; los primeros momentos de instrospección de Javier... La historia prometía, vaya.

Por supuesto, Marina, una de las vecinas del pueblo y compañera de Javier en el torneo de guiñote, es un elemento principal,  un personaje de fuerza, que hechiza y hace que queramos saber más de ella. Es ella quien le da cobijo durante los días que Javier tiene que pasar en Sinia a causa de la avería de su "montura".

Digamos que me gustaban algunos elementos que veía, como el hecho de que llamara "montura" a su coche y creyera que iba "a lomos" de esta. A mi me encanta viajar en moto, así que comprendo esa sensación de libertad, aunque se me hizo un pelín difícil el hecho de que fuera un coche, porque considero que viajar en moto da mucha más sensación de libertad, pero esto ya es otro tema. 

También me gustaban los momentos de reflexión del protagonista a los pies de las dos peñas, frente al lago. Por mi forma de pensar, el viaje está muy unido a la instrospección, así que hasta aquí todo bien. 
Pero todo esto queda atrás cuando comienzan los misterios alrededor de Marina a la par que esta pierde protagonismo... ¿ein?

Sí, así estaba yo... Cuando resulta que Marina esconde unos cuantos secretos, resulta que esta empieza a desaparecer de escena y nos deja a un Javier que ha perdido todo el protagonismo por su falta de fuerza, su carácter y su personalidad. Esto último, en una novela escrita en primera persona, es un fallo muy gordo que se arrastra toda la lectura.

No me gusta que me digan lo que tengo que sentir, sino que quiero que me lo transmitan, por lo que me causaba una enorme pereza que de vez en cuando aparecieran comentarios sobre lo mucho que a Javier le intrigaba el pasado de su anfitriona.


La historia parece querer todo el tiempo mostrar una vida de segundas oportunidades, de autoperdón, pero no pasa de ahí. No llega a salir a la superficie, o por lo menos a mí no me lo ha llegado a transmitir con rotundidad.

Pese a todo esto... el estilo del autor me ha gustado Jajaja Qué contradicción, o al menos lo puede parecer, pero es así. Me ha gustado cómo está escrita, me han gustado mucho tanto el estilo descriptivo como los diálogos. 


¿Esto salva la valoración de este libro? Pues no, no puedo decir que esta historia me ha gustado cuando el personaje principal me ha caído mal y la historia me ha dejado frío, pero sí puedo decir que le voy a dar una segunda oportunidad al autor. 


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