Persépolis es una película de animación infantil estrenada en el año 2007, en Francia. Esta película narra la conmovedora historia de una niña iraní, desde la revolución islámica hasta nuestros días. Se presentan varios temas referentes a la cultura de una nación, Irán. Su protagonista principal es Marjane. Cuando los fundamentalistas toman el poder, fuerzan a las mujeres a llevar velo y encarcelan a miles de personas. Mientras tiene lugar la guerra entre Irak e Irán, Marjane descubre el punk y empieza a querer vivir su vida. Cuando llega a la adolescencia sus padres la envían a Europa, ahí ella conoce otra cultura que nada tiene que ver con la de su país. La protagonista se adapta bien a su nueva vida, pero no soporta la soledad y vuelve con su familia, aunque eso signifique ponerse el velo y someterse a una sociedad tiránica.
Escena de PersépolisLa identidad es algo que nos constituye y nos identifica frente a una sociedad o dentro de ella. Lastimosamente, vivimos en un mundo globalizado en donde la crisis de la identidad se empieza a hacer presente por varios motivos. Marjane pertenece a un grupo social en el que todo es simbólico para ella; sin embargo, a partir de las nuevas formas políticas que rigen el Estado islámico, ese valor simbólico y cultural se va transformando en algo completamente ajeno a su identidad. La satisfacción de sentirse parte de una cultura o de un grupo se va deteriorando a medida que los problemas políticos invaden la sociedad. El sentido de pertenencia logra que el ser humano amplíe una actitud consciente respecto a los demás habitantes del lugar en el que vive.
Imagen tomada de https://www.hayfestival.com/El vínculo entre la cultura del país natal de Marjane y ella es remplazado por otras formas de costumbres: siente que ya no pertenece a ella aun viviendo en su propio país, se va desencantando de esa forma de vida, y anhela un mejor futuro en el extranjero. Desgraciadamente Marjane, al viajar fuera de su país, se ve obligada a acoplarse a una cultura que no le pertenece. La protagonista va perdiendo poco a poco la esencia que la constituye como iraní; su pensamiento, su forma de vestir y sus ideales se ven influenciados por una nueva cultura y poco a poco va descubriendo un pensamiento propio.
Todo lo que la identifica como miembro de una sociedad que está en guerra, ese temor a ser catalogada «igual» a los demás —refiriéndome a los de su nación— hacen que ella quiera dejar de ser parte de Irán, el lugar donde pertenece , pero ¿realmente pertenecemos a un lugar o en nuestra vida vamos descubriendo nuestra identidad? Pertenecemos a un Estado con culturas propias, aunque esto no siempre ha sido así: los Estados se van modificando y haciéndose más modernos; por lo tanto, ese sentido de identidad que busca Marjane se va dando por nuevas condiciones de desarrollo político y social y por nuevos cambios personales e internos, ajenos a ese sentimiento de pertenencia. Marjane vuelve a su país; sin embargo, ya no se halla en ese lugar. ¿Por qué? Porque el sentimiento de libertad que anhela ya no es colectivo, es individual.
Considero que Marjane sigue perteneciendo, simbólicamente, a un lugar que la reprime, pero siempre buscará la identidad propia que la haga sentir bien, pero esta vez reconociendo donde pertenece y buscará valorar la lealtad a su nación por encima de cualquier diferencia cultural.