La saga de los longevos 1: La vieja familia de Eva Gª. Sáenz de Urturi, da comienzo a una original y curiosa trilogía protagonizada por una familia que comparte el don de la longevidad, y cuyos miembros llevan milenios vagando por el mundo. Como ya conocía a la autora de haber leído varias de sus obras (algunas de las cuales me han gustado bastante y otras me han decepcionado), decidí buscar un hueco entre mis lecturas pendientes a esta historia que me intrigaba lo suyo y cuya conclusión se ha publicado recientemente. Te dejo mi opinión en esta reseña.
Iago del Castillo es uno de los protagonistas de La saga de los longevos 1: La vieja familia. A pesar de no aparentar más de 25 años, Iago es un inteligente y atractivo longevo con más de 10.300 años que, desde la prehistoria, intenta disimular junto a su padre y los hermanos que siglos después tendrá, la extraña condición que le otorga una vida eterna. Justo cuando está inmerso en una investigación para entender los motivos por los que ni su familia ni él envejecen, se cruza en su camino Adriana, una joven arqueóloga que empieza a trabajar en el museo prehistórico que gestiona, y de la que no tarda en enamorarse. Correspondiendo a esta atracción, la chica intenta ignorar sus sentimientos para centrarse en su trabajo y retomar la búsqueda de algún indicio que le aclare qué ocurrió con su madre, la cual supuestamente se suicidó 15 años atrás. Junto a Adriana, el lector poco a poco irá conociendo el pasado de Iago y su familia, no exento de sufrimiento, huidas y pérdidas, a través de las diferentes épocas de la historia del hombre, con un final que acaba conectando de manera sorpresiva varios puntos de la trama.
La historia de La saga de los longevos 1: La vieja familia me ha parecido verdaderamente original. La idea de ir desglosando la vida de unas personas a través de diferentes milenios desde la prehistoria y todas sus complicaciones para adaptarse a los cambiantes tiempos sin que nadie sospeche de su condición para evitar recelos, envidias o convertirse en conejillos de india, es muy interesante y creativa, y es algo que la autora consigue de forma magistral. Tengo que decir que, a ratos y en algunos puntos, me ha recordado un poco a Los hijos de la tierra, la bella saga prehistórica de Jean M. Auel que es una de mis favoritas de todos los tiempos.
Sin embargo, hubiese esperado más de esto en la novela, puesto que se diluye un poco para dar demasiado peso a la época actual y la relación entre Iago y Adriana, que se me ha antojado muy forzada: no sólo se enamoran muy rápido sino que, además, Iago descubre que ella es lo que más le importa en la vida al poco tiempo de conocerse, vendiendo una historia de amor de tinte adolescente que me ha recordado peligrosamente a la de Crepúsculo.
Por lo demás, tengo la esperanza de que en las siguientes entregas se desarrolle mejor tanto el pasado de los protagonistas como otros puntos que se han quedado un poco en el aire, por lo que intentaré no tardar demasiado en leerla. ¿Te pasarás pronto por aquí?
