Reseña de Literatura | La Niebla, de Stephen King

Nuestras más profundas pesadillas son retratadas con maestría por las manos de Stephen King, una vez más, en esta antología que recoge tres relatos (siendo uno una novela corta por su extensión) espeluznantes y tremendamente adictivos. No es la primera vez que leo al maestro del Ser Humano, pues Stephen King es, sin duda, mi autor favorito. Todos sus libros consiguen ponerme la piel de gallina y, aunque nunca ha logrado asustarme, ha sabido plasmar todos mis miedos y los recovecos más horrorosos de los Hombres, retratando sin dificultad al Diablo y al Dios al que tanto idolatramos o tememos. DeBolsillo | abril, 2010
Tomo independiente | 313pp
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El maestro se supera a sí mismo... en aterrar. He aquí una serie de historias -unas, horripilantes en su extravagancia; otras, tan terroríficas que disparan el corazón- que son el producto más acabado de una de las más poderosas imaginaciones de nuestro tiempo. En La niebla, historia inicial del libro, extensa como una novela, un supermercado se convierte en último bastión de la humanidad al invadir la tierra un enemigo inimaginable... En los desvanes hay cosas que conviene dejar tranquilas, cosas como El mono... La más soberbia conductora del mundo le ofrece a un hombre El atajo de la señora Todd, para llegar antes al paraíso... En fin, todo un ramillete de emociones y escalofríos, cuyas flores se abren por la noche...
Nuestras más profundas pesadillas son retratadas con maestría por las manos de Stephen King, una vez más, en esta antología que recoge tres relatos (siendo uno una novela corta por su extensión) espeluznantes y tremendamente adictivos. No es la primera vez que leo al maestro del Ser Humano, pues Stephen King es, sin duda, mi autor favorito. Todos sus libros consiguen ponerme la piel de gallina y, aunque nunca ha logrado asustarme, ha sabido plasmar todos mis miedos y los recovecos más horrorosos de los Hombres, retratando sin dificultad al Diablo y al Dios al que tanto idolatramos o tememos. ¿Estáis preparados para sumergiros en La niebla y, si tenéis suerte, salir vivos en el intento?

Como plato principal tenemos la novela corta “La niebla”, una perfecta orquesta del terror en el que, un día, una densa niebla comienza a devorar un pequeño pueblo de Maine llamado Long Lake, encapotando un glorioso día de verano. Nuestro protagonista, David, y su hijo, Billy, se ven atrapados en un supermercado con otras cincuenta personas, asustadas por el inquietante fenómeno. La cosa se complica muchísimo cuando descubren que detrás de la densa niebla… se esconden terroríficas criaturas salidas de nuestras peores pesadillas. Algunos dicen que toda la culpa la tiene un proyecto militar secreto llamado “Cabeza de Flecha”, otros dicen que la puerta del averno se ha abierto y viene a por los pecadores. Con esa tensión y esa aura que casi huele a vómito y a enfermedad, el lector se verá involucrado y absorbido por una trama hilada a la perfección y narrada en primera persona, una aventura de la que no sabemos si lograremos salir vivos. “La niebla” se adaptó magistralmente a la gran pantalla por uno de mis directores fetiches, Frank Darabont, y lo cierto es que lo hizo tan fiel que casi no se diferencia de la novela. Si queréis pasar miedo, y queréis saber lo que es de verdad Stephen King, no podéis quedaros sin leer este fabuloso cuento que revuelve en los viejos cajones del terror, del mejor terror que hayáis conocido. El aura es magnífica, atrapante, viciada, con olor a orines y a sudor… Los personajes son un puntazo porque son diversos y todos presentan personalidades llevadas a los peores extremos: El protagonista, en busca de su propia supervivencia y la de su hijo; la señora Carmody, la loca de la biblia que no hace más que predecir los peores Infiernos para aquellos que no le sigan el juego; el tierno Ollie, que de ser un don nadie encargado del Supermercado, se convierte en un verdadero héroe. Todos y cada uno de ellos brillan con su propia luz y os harán palidecer con cada mueca de agonía. La palabra que describe este relato es “perfecto”, sin embargo, el final es algo abierto y no consigue aplacar las inaguantables ganas de seguir leyendo. Quitando ese punto, una lectura más que recomendable, sobre todo para los neófitos de la literatura de Stephen King.
El siguiente relato también es sobrecogedor, de esos que rebuscan en nuestra mente para encontrar aquello que más miedo nos da. “El mono” es de esos cuentos que nos recuerdan a nuestra infancia, con desvanes llenos de polvo y juguetes endemoniados. ¿Sabéis de esos monos con platillos en los brazos que comienzan a golpearlos frenéticamente mientras sonríen? Sí, pues exactamente ese es la razón por la que nuestro protagonista, Hal Shelburn, se horroriza cuando su hijo Dennis, una tarde tranquila, encuentra un polvoriento juguete en forma de mono en una de las cajas tiradas del desván donde Hal se crió. ¿Cómo es posible que esté ahí, riéndose de forma tan malévola y mirándolo con crueldad, si él mismo se había deshecho de él? Ha vuelto, y esta vez no dejará a nadie con vida, pues, misteriosamente, cada vez que entona su horrible música, alguien pierde el aliento y desaparece de este mundo de forma trágica. Yang-yang-yang-yang. ¿Quién ha muerto esta vez, Hal?

Lo cierto es que este cuento es entretenido y salvajemente macabro. Después de leerlo no volveréis a ver a esos juguetes con los mismos ojos, más bien ni siquiera los miraréis, por si acaso… El final es inesperado y mantiene la emoción durante su corta duración. La verdad es que, en el libro, La Niebla y El mono, son los mejores relatos. Tremendamente recomendables los dos.
Finalmente, el recorrido literario termina en “El atajo de la señora Todd”. Si he de ser sincero, no entendí bien el asunto de este cuento, no entendí el final y no logró conectar conmigo. Tal vez por eso no terminó de convencerme. Sé que trata sobre vivir la vida trazada por terceras personas (reglas de la sociedad, conveniencias, el qué dirán, lo que se supone que es lo correcto y moral…) y poder escapar de esa realidad, porque la realidad a veces tiene agujeros, o atajos en carreteras más que conocidas, por las que puedes vivir la vida que nunca viviste. Es un relato muy profundo que debería volver a leer con detenimiento porque no creo que le haya pillado bien el asunto. Espero que alguien tenga la amabilidad de contarme una segunda opinión.

Definitivamente, “La niebla”, esta antología de relatos, es un libro obligatorio en cualquier estantería de terror, porque sus relatos son capaces de perturbarnos, pero sobre todo, de sobrecogernos con la feroz visión pesimista de una humanidad decadente en la que estamos inmersos. Stephen King lo hace otra vez y logra conectar con nuestro lado más humano y mezquino, poniéndonos a prueba y llevándonos a límites insospechados. Una mezcla de terror, ciencia ficción, crítica social y aventura que no podremos olvidar. Si este libro fuera un suculento primer plato, yo no dejaría ni las migas. Y vosotros tampoco, os lo aseguro.

Escritor estadounidense de novelas de terror, cuyo pseudónimo era el de Richard Bachman, nació el 21 de septiembre de 1947. Apenas convivió con su padre, porque cuando él tenía tres años, éste abandonó a su familia. De niño presenció un trágico accidente, quedando atrapado entre los raíles uno de sus amigos. Hay críticos que han querido relacionar dicho trauma con su producción literaria, cosa que siempre negó. Quizá su afición a este género se debió más bien a la lectura de los libros de ficción y terror que una tía coleccionaba. Autor de novelas de terror muy populares, muchas de las cuales se han llevado al cine con notable éxito.(Fuente: Lecturalia)

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ESCRITO POR DAICHAN
Estudiante de letras y otaku apasionado. A parte de leer, jugar a videojuegos y ver películas, adora estudiar y enseñar japonés. Administra Mientras Lees desde hace dos años y su sueño es convertirse en librero. Podéis encontrarlo en su bitácora personal.