

Con un poco de atraso hoy os traigo la reseña de un libro que revolucionó la red literaria cuando salió. En parte, se debió a su hermosa portada que, una vez cruzó el charco, se mantuvo tal cual, gran acierto por parte de la editorial. ¿Ya sabéis de qué libro hablamos? ¡Sí, se trata de Susurros, de A.G. Howard!

SUSURROS, de A. G. Howard



A Alyssa Gardner las flores y los insectos le hablan. Teme que su destino sea acabar en un psiquiátrico, como su madre, pues una vena de locura recorre su familia desde tiempos de su antepasada Alicia, la niña que inspiró el País de las Maravillas de Lewis Carroll. Pero ¿y si los susurros de las flores no son alucinaciones? ¿Y si el País de las Maravillas existe y la está llamando? Alyssa descenderá por la madriguera del conejo hacia un mundo mágico, pero también despiadado. Durante su increíble aventura, tendrá que decidir en quién confiar: en Jeb, su mejor amigo, por el que siempre se ha sentido atraída, o en el fascinante y seductor Morfeo, su guía en el País de las Maravillas y con el que lleva soñando desde que era niña.





Para los que sois nuevos y nunca habéis oído hablar de esta novela, os voy a contar de qué va: Alyssa Gardner es nuestra protagonista, una chica que sufre graves problemas familiares; con una madre loca de remate encerrada en un manicomio y un padre que trata de olvidar las cosas horribles que su esposa hizo cuando aún vivían juntos, Alyssa trata de ser una persona normal, pero no lo consigue. Tal vez… porque ella también está perdiendo la cabeza. No por nada los insectos y las plantas le susurran cosas horribles. Guardando el secreto de su inminente locura, visita a su madre al hospital psiquiátrico y después de un terrible suceso junto a su frágil familia, decide hacer caso a todas las señales disparatadas de las que ha sido testigo a lo largo de su infancia y convoca el agujero de la madriguera del conejo blanco, único conducto que vincula la Tierra con el tenebroso País de las Maravillas.
¿Se puede leer un libro más llamativo que este? Yo creo que no. Si algo tiene “Susurros” es que se trata de una novela que derrocha imaginación, cada paso que da nuestra protagonista por el mundo de las profundidades, el conocido País de las Maravillas, el lector no puede más que abrir los ojos cada vez más y más; las criaturas que recordábamos de nuestra infancia, tan tiernas y alocadas como el Conejo Blanco o el Sombrero Loco, se han transformado en asquerosos y nauseabundos monstruos, macabros a decir basta y con la consciencia más retorcida que os podáis imaginar.
Nuestra pareja de protagonistas, Alyssa y Jeb se verán atrapados sin quererlo en un mundo donde el peligro es inminente y donde la magia y las malas intenciones se convertirán en protagonistas absolutas de la acción. Conoceremos también al personaje estrella, Morfeo, el encargado de guiar a Alyssa en esta aventura para deshacer la horrible maldición que acecha a su familia desde hace generaciones. Tanto la protagonista como su enamorado me sorprendieron porque la relación que mantienen es bastante realista. Son amigos de la infancia y aunque Jeb tiene novia, a Alyssa parece no importarle, ella sigue pensando en él de manera amorosa. Sin embargo, mi encanto por ellos desapareció cuando entró en escena Morfeo. Si hay un personaje carismático en esta novela, se trata de él, por supuesto. Ni siquiera el estilo gótico de nuestra protagonista ni los otros personajillos que pueblan las fantásticas tierras del País de las Maravillas pueden con el encanto arrollador de Morfeo.

Hubiera seguido leyendo el libro una vez llegó al final si me hubieran prometido que tendría más de Morfeo, os lo aseguro. Me lo imaginé desde la primera aparición como un personaje de anime, y es que la estética manganime tan en boga en Japón, inspira de manera irremediable a nuestra autora, que coge algún que otro préstamo del mundillo. Eso para mí sumaba puntos irremediablemente, que se unían a una trama adictiva, original y sorprendente, a unos escenarios insuperables y, en general, a un aura gótica y disparatada muy cercana al que encontramos en Alicia en el país de las maravillas.
La narración de la autora es tremendamente adictiva y muy gráfica y descriptiva. Desde que pisamos el País de las Maravillas sabemos que estamos en una novela diferente; una novela que podría cambiar nuestra visión de un clásico universal como el de Alicia en el País de las Maravillas, y lo hace, sí que lo hace, gracias a unas deliciosas descripciones llevadas con mucha fluidez, desembocando en escenas inolvidables como el ataque de las amapolas en el jardín o la oscura lucha que deberán librar nuestros protagonistas contra la Morsa en el lago.

- - Os gustará este libro:
Si sois aficionados a las novelas juveniles extremadamente originales y estáis buscando algo que realmente os enganche y os ofrezca algo nunca antes visto, tenéis que darle una oportunidad a “Susurros”. No hay duda de que a los fans de Alicia en el país de las maravillas les entrará la curiosidad de saber qué se esconde tras esta hermosa portada: pues bien, tenéis que averiguarlo, pero os advierto que el cuento de Lewis Carroll se ha visto alterado… un poquitín ;)
- - No os gustará este libro:
Está claro que Susurros no será vuestro libro si esperáis una continuación directa de Alicia en el país de las maravillas. Si tenéis el estómago ligero y creéis que sois demasiado delicados, tal vez algunas escenas de esta novela os produzcan repelús o hasta rechazo o terror, por lo tanto, si sois personas impresionables y os aburren las novelas de fantasía extrema, manteneos alejados de este título y de su autora.
En conclusión, está claro que nos encontramos ante una novela maravillosa, de esas que nos hacen soñar despiertos y de las pocas que aún, después de haber leído tantísimos libros, ha conseguido sorprenderme. Si tuviera que cerrar los ojos y recomendaros una buenísima novela juvenil de fantasía, el primer título que saborearían mis labios sería “Susurros”, de A. G. Howard.







Escrito por Daichan
Daichan es un chico aficionado a la lectura desde que es joven, aunque confiesa haberse encontrado con serias dificultades para engancharse al bello arte de leer. Está estudiando Comercio Internacional y Psicología. Es el marido de Kanon y co-fundador de Mientras Lees.