Reseña de “Los jardines de la luna” de Steven Erikson: El comienzo de “Malaz: El libro de los caídos”

Los jardines de la luna es el primer libro de la extensa saga de fantasía épica Malaz: El libro de los caídos de Steven Erikson, la cual llevaba un tiempo interesándome debido a las buenas críticas que cosecha entre lectores asiduos al género. Aunque reconozco que me daba pereza meterme de nuevo en una historia tan larga, al final me ha podido la curiosidad y ya puedo decir que soy una iniciada en Malaz. Con todo lo que eso conlleva…

Y es que Los jardines de la luna presenta una trama muy compleja y hay tantísimos personajes poblando sus páginas, que resulta un poco apabullante incluso para alguien como yo, que tengo experiencia en novelas corales y libros complicados. De hecho, no ha sido hasta la mitad del libro aproximadamente, cuando he empezado a conocer e identificar bien a los personajes sin perderme e  ir descubriendo poco a poco su posible participación en la historia. A grandes rasgos y para contextualizar un poco, puedo comentarte que esta primera novela arranca con la nueva Emperatriz Laseen empeñada en conquistar para el imperio de Malaz el continente Genabackis, para lo que planea una batalla sobre la próspera ciudad de Darujhistan. Como es de esperar, en estas tierras libres del dominio de Malaz se preparan también para la guerra, entrando en escena diversos personajes (magos, hechiceras, soldados, aldeanos, etc.) cada cual con un propósito diferente en función de sus intereses. Además, algunas divinidades interceden en el conflicto con intenciones desconocidas, usando a los mortales a su antojo en beneficio propio. Por si esto fuera poco, también existe la amenaza de Engendro de Luna, una fortaleza flotante perteneciente al enigmático Anomander Rake, a quien se le intuye un papel, cuanto menos, relevante en la trama.

Malaz: El libro de los caídos I rebosa magia, acción, belicismo y aventuras. Se trata de un libro muy ambicioso en el que a veces sientes que no lo estás comprendiendo todo, porque la información acerca de la historia y los personajes se presenta de manera fragmentada e insuficiente y se hace necesario seguir leyendo para empezar a atar cabos. Pero en este libro, al menos, nunca se llega a entender del todo ciertas cosas, que imagino que se irán desarrollando en el trascurso de las siguientes entregas. Aunque la historia que subyace es muy buena y la idea de que los dioses usen a los mortales como piezas de ajedrez para su propio juego me atrae mucho, pienso que este libro no está todo lo bien escrito y estructurado que requiere una trama tan enrevesada. Reconozco que a ratos se me ha hecho un poco pesado, aunque en muchos otros momentos he disfrutado del fascinante mundo creado por Erikson e imagino que la saga debe mejorar con el tiempo, porque por algo debe tener enganchada a tanta gente (y eso que se compone de 10 largos libros). A este respecto, considero que otras sagas como La Rueda del Tiempo, con la que encuentro alguna similitud, está mucho mejor planteada y ejecutada ya desde el primer volumen.

Uno de los puntos fuertes de esta novela es, en mi opinión, la ambientación de muchos de los pasajes. El autor recrea escenas mágicas que son posibles en el increíble universo que nos presenta, con sendas místicas que discurren paralelas, lugares oníricos donde los dioses interactúan con los mortales, o llanuras lejanas en las que una hechicera puede “nacer” de nuevo. Además, lo poco que se esboza de la propia historia de Malaz o Darujhistan resulta muy interesante, con leyendas que parecen tener bastante de ciertas. En todo momento subyace esa sensación de estar en medio de un mundo medieval fantástico, algo que adoro en la literatura de fantasía.

Así que ahora me encuentro en una encrucijada ya que, por un lado, quiero avanzar en esta historia apenas esbozada en Los jardines de la luna, pero por otro siento que me falta la motivación necesaria para zambullirme, al menos, en el segundo libro. Como me conozco, creo que finalmente me inclinaré por seguir con su lectura y ver si finalmente me atrapa del todo la magia de Erikson o, por el contrario, esta saga no es para mí, a pesar de ser lectora habitual de literatura fantástica en todas su formas. Sé de buena tinta que algunos de los lectores de mi blog me van a “reñir” y me recomendarán que siga adelante. Si tú has leído la saga y crees que merece la pena, dame un tirón de orejas.

En fin. Malaz es así y yo solita me he metido en esto…