Título: InuYashaAunque no lo desea, el alma de Kikyo es arrancada del cuerpo de Kagome por la bruja Urasue, quien, por medio de un hechizo oni, devuelve a la vida el cuerpo de la sacerdotisa para convertirla en su esclava y conseguir con su ayuda todos los fragmentos de la poderosa Shikon no Tama. Después de todo, parece que el cuerpo de Kagome es tan solo un recipiente vacío cuando el alma de Kikyo no reside en ella… ¿Podrá salvarse Inuyasha de la venganza de la mujer que fue su primer amor?
Título original: 犬夜叉
Autora: Rumiko Takahashi
Tomo: 3 de 30 (Reseñas de los tomos anteriores)
Publicación: Mensual
Editorial: Panini Manga
Precio: $129.00
Género: Acción, aventura
Demografía: Shōnen
~Gracias a Paninipor el manga.
A la búsqueda de InuYasha y Kagome se ha sumado Shippo, el pequeño demonio zorro al que ayudaran a vengar a su padre. Ahora los tres ponen rumbo a las montañas donde creen que pueden encontrarse más fragmentos de la shikon no tama. En el camino conocen a una joven humana que desde el comienzo siente un profundo rechazo por Shippo e InuYasha ya que su padre fue asesinado por un Yokai recientemente, pero aún con ese odio que siente no puede evitar llevarlos al templo donde habita pues necesita con urgencia ayuda para exterminar a unos demonios araña que están matando a los aldeanos. InuYasha se opone a que la ayuden y Kagome al principio cree que sólo es por el rechazo que la muchacha dejó patente, pero pronto descubre que InuYasha está ocultando un secreto que puede poner en riesgo su vida.
Tras exterminar al demonio araña, emprenden de nuevo la búsqueda pero tras seguir un olor extraño a sangre y tierra terminan de nuevo en la aldea de la anciana Kaede donde esta les dice que los huesos de la tumba de Kikyo fueron robados y ahora tendrán que ir tras la hechicera que los robó pues si lo que Kaede sospecha se hace realidad, pronto regresaran a su hermana desde los muertos.
¿Al ser un Yokai mi corazón será más fuerte? Podré olvidar a Kikyo y ya nadie moverá mi corazón.De nuevo aquí me tienen, hablándoles de mi profundo amor por InuYasha y este tomo… uff. Pero vamo a calmarnos e irnos por parte. Este tomo comienza justo después de la pelea de los hermanos rayo y ahora el pequeño y dulce Shippo se une a la búsqueda pues recordemos que al morir su padre quedó solo en el mundo. Aquí debo hacer una pausa para decirles que amo demasiado la interacción entre InuYasha y Shippo pues el zorrito es apenas un niño que es inocente la mayor parte del tiempo pero que al igual que todos los niños también puede llegar a ser un tanto fastidioso e InuYasha no es el ser más paciente que digamos pero aun así a su manera se encarga de cuidar al zorrito.
Regresando a la historia, en este tomo descubrimos el secreto mayor guardado de InuYasha y es que cada Luna Nueva el hanyo pierde su sangre de demonio y termina siendo un humano común y corriente. Obviamente esto es una gran desventaja para él y se ha esforzado mucho para que nadie jamás sepa este secreto, de hecho también intenta ocultárselo a Kagome pues no quiere que nadie sepa de este momento tan vulnerable suyo, pero pronto comprende que puede ser honesto con ella y que Kagome hasta se esforzará por protegerlo.
Además de ver a InuYasha siendo humano, en este tomo también tenemos una gran revelación pues por fin nos confiesa que estaba enamorado de Kikyo y que quería usar la shikon no tama para ser completamente humano y vivir con ella. Esta confesión aclara muchas cosas pues ahora el lector es capaz de entender el inmenso odio que siente por la sacerdotisa fallecida y también el rechazo que en su momento sintió por Kagome. Y vamos, no quiero fangirlear mucho pero este lado de InuYasha es el que me ha vuelto loca desde que tengo 13 años, pues me encanta ver como un ser tan fuerte y tosco como él es capaz de sentir tanto dolor y amor (a veces hasta al mismo tiempo).
Y hablando de Kikyo... la sacerdotisa si regresó de la muerte sólo para revelar que hace 50 años a ella e InuYasha les pusieron una trampa para que se mataran entre ellos...