Reseña de «No te despiertes» de Liz Lawler: un thriller que juega al despiste con el lector

La semana pasada participé en la lectura conjunta de No te despiertes, un thriller de Liz Lawler de esos que pretenden confundir al lector hasta el punto de que no sabe qué parte de lo que está sucediendo es real y qué es invención de una mente perturbada por un acontecimiento traumático. Seguramente, con el tiempo esta novela acabe difuminada en mi memoria, pero eso no quita que su lectura me haya tenido bastante entretenida e  intrigada, siendo un libro de esos del montón poco memorable, ideal para acudir entre lecturas más densas o hacer una pausa en medio de alguna larga saga. Te cuento más en mi reseña.

La protagonista de No te despiertes es Alex, una doctora que un día despierta en un quirófano en el que alguien vestido de cirujano le hace una serie de amenazas y le obliga a tomar una terrible decisión antes de sedarla. Cuando vuelve a recobrar el conocimiento, la chica se encuentra rodeada de sus compañeros de profesión, quienes le confirman que no tiene ningún daño de los que su supuesto secuestrador aseguró infligirle. Por si fuera poco, después del terror de pasar por una situación así, Alex puede ver la sombra de la duda en los ojos tanto de sus colegas médicos como de amigos y de su pareja, e incluso de la policía que lleva su caso. Todos parecen pensar que  su historia es sólo una invención o alucinación causada por un shock debido a un golpe en la cabeza. Pero la cosa no acaba aquí, puesto que a su alrededor empiezan a sucederse una serie de extrañas muertes o asesinatos misteriosos que siempre parecen tener relación con ella, y su vida se convierte en una pesadilla cuando todo se desmorona hasta el punto de dudar a veces de su propia salud mental. Además, llegado un momento de la novela, se deja entrever que ya en el pasado la joven pasó por otra experiencia traumática de la que puede que no se haya recuperado todavía.

Así que, entre una cosa y otra, es fácil que el lector llegue en ocasiones a cuestionarse también si todo es producto de la imaginación de Alex o hay gato encerrado en la historia, aunque al tratarse de un thriller, la trama encauza una y otra vez con la idea de que realmente hay alguien tratando de hacer imposible la vida de la doctora, entrando en juego la dinámica de intentar averiguar constantemente su identidad, lo cual constituye, en mi opinión, el punto fuerte de No te despiertes. Y precisamente el final es bastante inesperado. No sospechaba en absoluto el nombre del misterioso atacante y asesino, por lo que su revelación me dejó descolocada, más si cabe cuando sus motivaciones me parecieron muy pobres y poco creíbles. En el momento en el que descubrí el motivo por el cual esta persona había montado todo el tinglado, la historia bajó un escalafón ante mis ojos.  

En definitiva, este libro es entretenido, tiene buen ritmo, y pasan bastantes cosas, pero los personajes están muy poco trabajados, algunas situaciones parecen traídas por los pelos, muchas actuaciones se me antojan poco coherentes y al final se convierte en un thriller para pasar el rato sin ser nada del otro mundo. Te lo lees, y a otra cosa. Eso sí, el haber compartido la lectura de No te despiertes con otras personas más o menos a la vez, me ha ayudado a disfrutar más de esta historia que he ido comentando con ellas casi en “directo”. Habrá que repetir la experiencia…

Y, por supuesto, quiero dar las gracias a Laky, del blog Libros que hay que leer, por hacerme partícipe de ésta y otras lecturas conjuntas. ¡Pásate a conocer sus recomendaciones lectoras!