Hay que reconocer que en esta última época la editorial Impedimenta está sacando a la luz relatos breves de autoras prácticamente desconocidas, pero que esconden una gran calidad. Primero lo hizo con Damas Asesinas, de Tori Telfer, cuya reseña podéis leer aquí y que habla de mujeres capaces de asesinar y torturar como los peores monstruos de la época. Luego fue Damas Oscuras, una recopilación de escritoras victorianas de la que también hubo reseña.
Y ahora le toca el turno a otro tipo de damas, a las Reinas del Abismo. Cuando pensamos en las revistas pulp, es decir aquellas publicaciones baratas de relatos truculentos en los que primaba la acción, siempre pensamos en escritores como H.P. Lovecraft, Clark Ashton Smith, H.G Wells, Algernon Blackwood, Arthur Machen, etc.
Y también pensamos en Weird Tales (la más famosa de todas), Astounding Tales, Tales of Magic and Mystery, Pagany, Detective Tales, etc. De entre todas, destaca Weird Tales. Fue una de las más longevas y sobrevivía a base de publicar a autores noveles y de reediciones de clásicos de la literatura que ya habían triunfado y eran famosos. Al frente de la misma estaba Farnsworth Wright, que descubrió algunos autores que ahora son canónicos.
De hecho, la revista Weird Tales dio lugar al término weird fiction, cuya traducción al español como literatura extraña no es del todo preciso porque se pierden ciertos matices, pero que sí hace hincapié en cierto tipo de escritura que diluye las fronteras entre los géneros de ciencia ficción, terror y fantasía.
Las portadas de Weird Tales, siempre llenas de buen gusto¿Y las mujeres? Pues a diferencia de Damas Oscuras, que eran relatos que escribían en época victoriana para entretenerse, puesto que era una de las pocas cosas que la mujer desocupada podía hacer sin suscitar comentarios ni escándalos, las Reinas del Abismo tomaron la escritura como una forma de ganarse la vida al igual que podía hacer cualquier hombre.
“Todas ellas muestran cómo las escritoras continuaron experimentando y evolucionando el cuento de terror desde sus inicios góticos y el apogeo victoriano hasta el siglo XX"
Es cierto que tenemos casas encantadas, fantasmas, territorios ignotos, vampiros, novias cadáveres despechadas, etc. Pero también el convencimiento de publicar por méritos propios. Estas mujeres no tuvieron que cambiarse el nombre para adoptar uno masculino y si se lo cambiaban era porque querían. Muchas comenzaron en la pobreza y encontraron en la literatura de los años veinte y treinta una forma de salir adelante y de mantener a sus familias, demostrando que podían escribir tan bien como los hombres. Y lo demostraron en un entorno eminentemente masculino, puesto que las revistas pulp recurrían en muchas ocasiones a las modelos ligeras de ropa en las portadas para atraer lectores.
Entre estas escritoras encontramos a Frances Hodgson Burnett, Marie Corelli, Alicia Ramsey, Margaret St. Clair, Leonora Carrington, Sophie Wenzel Ellis, May Sinclair, Greye La Spina, Mary Elizabeth Counselman, E. Nesbit, Mary Elizabeth Braddon, etc.
Podéis leer aquí las primeras páginas de esta impresionante antología.