Reseña de "Saga Sentenciado: Metamorfosis I" de Jesus Gragera

NO ES FÁCIL SOBREVIVIR AL APOCALÍPSIS CUÁNDO TIENES QUE PROTEGERTE... DE LOS VIVOS
En la primera parte de la saga veíamos como, tras la Eclosión, los escasos supervivientes trataban de adaptarse a su nueva situación, buscando desesperados algo similar a un refugio, donde no tuvieran que preocuparse de los muertos. A través de los ojos de distintos personajes pudimos sentir la crueldad de ese nuevo mundo, donde un mínimo descuido supone la diferencia entre la vida y la muerte. | Por Eva García.
Con inmensas ganas de saber que ha sido de esos personajes a los que acompañamos en la primera entrega, nos adentramos en las páginas de Metamorfosis, parte I, que nos acoge con la ya familiar división por capítulos donde cada uno habla de un personaje distinto, con grandes saltos espacio-temporales, perfectamente hilados para que nadie se pierda a lo largo de la historia.
La dualidad entre la esperanza y la desilusión se va haciendo patente según avanzamos con la lectura; alternando una de cal y una de arena, Jesús Gragera nos mantiene enganchados desde la primera hasta la última palabra, pues no hay que olvidar que aunque parezca que las cosas van a mejor, nuestros personajes viven en un mundo desolado, gobernado por los muertos vivientes, quienes han comenzado su propio periplo para la supervivencia de la nueva especie, cambiando y adaptándose, ante el terror de los que se cruzan en su camino. Pero no son el único peligro del nuevo mundo, pues hay fuerzas mayores entre los vivos –conocemos mejor las intenciones de Eternal Lab y su implicación en toda la historia hasta el momento- que merman aún más las escasas posibilidades de construir un futuro para la humanidad.
Aprendemos con ellos, que cada mínima decisión puede tener consecuencias devastadoras, que aquellos que te tienden la mano pueden tener un cuchillo oculto en la espalda y que el pasado siempre termina volviendo a nosotros. Y es así, el nuevo mundo juega con esas reglas; Aurore, Diego, Emma, Ben, Lara, etc., lo saben muy bien.
Y tú, ¿qué me dices? ¿Te apuntas a intentar sobrevivir un día más?