Reseña de Tierras Rojas. Hoy os traemos una nueva reseña, después de una larga etapa sin poder publicar alguna de las que “tenemos preparadas” ya iba siendo hora de ponernos manos a la obra de nuevo. En esta ocasión le toca el turno a Joe Abercrombie y al segundo libro de su nueva trilogía, Tierras Rojas.
Abercrombie es de esos autores que tiene tantos detractores como fans dispuestos a darlo todo por sus libros, o lo amas o lo odias, no existe el término medio con él. Sus libros son ácidos, con personajes llenos de carisma, con un humor irónico que pocos autores saben plasmar. Tierras Rojas combina con maestría algo extraño, la fantasía con el western, algo que yo no había tenido el placer de leer nunca, por eso me ha vuelto a sorprender de nuevo. Tengo que reconocer que soy bastante fan de Abercrombie desde que leí hace ya algunos años La voz de las espadas y desde entonces no me he perdido ninguno de sus libros, por lo que puede que no sea el más imparcial a la hora de reseñar Tierras Rojas, pero lo intentaré al menos.
Tierras Rojas es un libro que puedes leer sin problemas sin haber leído su primera parte (Los Héroes), o incluso ninguno de sus libros anteriores (muchos personajes se repiten en sus libros), pero como más se disfruta sin duda alguna es habiendo leído su obra al completo, ya que te das cuenta de ciertos matices que Abercrombie no había enseñado hasta el momento. Se podría decir que Tierras Rojas es la obra maestra de Abercrombie hasta el momento,
Shy Sur es una joven granjera que se ha encargado durante bastante tiempo de cuidar la granja familiar, la cual se encuentra completamente quemada cuando vuelve de otro pueblo, además, sus hermanos han sido secuestrados, pero Shy Sur tiene un pasado como forajida que le ayudará en esta historia. Para ir en busca de sus hermanos cuenta con la ayuda de Lamb (otro personaje con un pasado) aunque ella no esté demasiado por la labor ya que lo considera un ser cobarde. Además aparece otro personaje, Nicomo Cosca, un personaje que se dedica a despilfarrar todo el dinero que va consiguiendo, al que le acompaña su mano derecha Temple, un dragoskano el cual ha tenido tantos oficios que ni él mismo sabe a que se dedica, bueno si, se dedica a llevar los asuntos de la compañía de Cosca.
Shy, Temple y Lamb digamos que son los verdaderos protagonistas de esta historia, siendo sobre todo Shy la que más capítulos acapara en el libro, tenemos que tener en cuenta que cada capítulo está escrito desde el punto de vista de cada personaje, al estilo de Canción de Hielo y Fuego de Martin. Nuestros personajes se adentrarán en Las Tierras Cercanas y Las Tierras Lejanas, se encontrarán con forajidos e indígenas, los cuales son llamados como Fantasmas. Éstos atacarán las caravanas intentando robarles todo lo que lleven, para poder comprar curas por las enfermedades que han traído a sus tierras los “extraños”, además de comprar comida ya que los animales salvajes que antes campaban por sus campos ahora lo hacen en cotos privados y zonas valladas, por lo que se han quedado sin comida.
Abercrombie logra de nuevo meternos de lleno entre esas caravanas, hacer que temblemos de miedo ante esos forajidos e incluso que empuñemos con fuerza nuestra espada, porque si señores, sigue habiendo sangre, mucha sangre, y poca gente hay capaz de hacerlo tan bien como el bueno de Joe.
Si no has leído a Abercrombie no te diré títulos, ve a una librería y coge cualquiera de ellos, aunque yo empezaría por La voz de las espadas.