Con mi reseña de “Tokio blues” pretendo que disfrutes de este libro
Me moría de ganas de escribir una reseña de “Tokio blues” del escritor japonés Haruki Murakami, por el simple hecho de intentar transmitir a quien la lea mi fascinación por esta historia que recomiendo con creces. Ya es el cuarto libro de Murakami que leo (lo descubrí este año), y este autor sigue consolidándose como uno de mis escritores preferidos actuales. Con esta reseña de “Tokio blues” espero que entiendas el motivo.
Ya cuando reseñé “Kafka en la orilla” comenté que es difícil determinar la causa concreta por la que me gusta tanto el estilo de Haruki Murakami, autor con libros cuya simple lectura me supone un gran placer. Pues bien, con “Tokio blues” creo que tengo más clara la causa por la que esta historia me ha cautivado hasta el punto de haberla terminado en dos tardes. El estilo narrativo de este escritor japonés nuevamente me ha resultado muy placentero pero, además, esta historia carente del misticismo y el misterio que caracterizaba a otros libros suyos que había leído con anterioridad, me ha conquistado sobre todo por la profundidad de los personajes y las complejas historias que hay detrás de cada uno de ellos.
Pero empecemos por el principio. Primero querrás saber de qué va este libro, conocer su trama y yo te la voy a resumir, pero te advierto de que luego es mucho mejor de lo que una sipnosis puede predecir. Todo comienza con Watanabe, un ejecutivo de casi 40 años que, al escuchar una canción de los Beatles mientras aterriza en un aeropuerto, rememora su juventud en el Tokio de finales de la década de los 60. La historia narra en primera persona la vida del joven Watanabe en la universidad, donde intenta superar la muerte de su mejor amigo mientras le resulta inevitable enamorarse de Naoko, la novia de toda la vida de éste con la que queda a menudo. Pero Naoko sufre de trastornos mentales y pronto tiene que internarse en un centro con intención de rehabilitarse y superar sus problemas. Watanabe intercala las visitas a su amiga con su vida de universitario en la que descubre el sexo, el desasosiego, el miedo y la muerte, un fantasma muy presente durante toda la historia. Cuando entra en escena Midori, una chica alocada pero muy frágil, Watanabe vuelve a experimentar la amistad y el amor e intenta entender su vida en un precario equilibrio debido a las atípicas situaciones que la definen.
Como decía, así contado no parece un gran libro, pero es el estilo de Murakami, los diálogos de los personajes y las historias que dan forma a cada uno de ellos, lo que engrandece esta historia, que absorve al lector sin remedio. No hay acción, ni grandes sorpresas, ningún tipo de aventura ni nada llamativo, pero la humanidad que desprende todo el relato, y la profundidad que da el autor a temas como el sexo y la muerte, representada sobre todo en forma de suicidio, hacen de “Tokio blues” una historia con calado para el lector que sepa apreciar este tipo de libros más bien psicológicos. Es, además, el primer libro de Haruki Murakami que leo que carece de un gran componente místico o de carácter onírico, pero igualmente me ha parecido muy propio del estilo de este escritor y me ha embaucado igual o más que otras de sus historias.
No puedo dejar de recomendarte “Tokio blues”, sobre todo si ya has leído algo de Murakami y te gusta su estilo y, si no lo has leído todavía, puede ser un libro adecuado para empezar, antes de que profundices en otras de sus historias más abiertas y de mayor misticismo. Espero que mi reseña te sirva de ayuda y te animes a darle una oportunidad a este gran libro que me impulsa a seguir querer leyendo todo lo publicado por este escritor japonés. ¡Ya me contarás!
Y tú ¿Has leído ya “Tokio blues”? ¿Qué te ha parecido su historia? ¿Es de tus favoritas o te ha decepcionado? Cuéntame…