Mónica Gutiérrez
Mónica es la administradora del blog Serendipia y cuenta ya en su haber dos novelas: "Cuéntame una noctalia" y "Un hotel en ninguna parte".
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Sinopsis
¿Quién dijo que las segundas oportunidades no podían ser las mejores? No importa lo mucho que te escondas: cuando el amor viene a por ti, te encuentra.
A Emma Voltarás no le queda nada: ni trabajo, ni casa, ni pareja. Por eso acepta una oferta para trabajar todo el invierno en El Bosc de les Fades, un hotel escondido en un bosque. Allí aprenderá que todo lugar extraordinario esconde secretos pero ¿no es ese el mejor punto de partida para empezar de nuevo? Y es que cuando no te queda nada allí de donde vienes no tienes más remedio que seguir adelante.
Emma pronto descubrirá que la amistad puede encontrarse en cualquier lugar, por muy escondido que esté, quizás de la mano de una camarera de habitaciones hada madrina, o de una niña extraordinaria, o de un viejo escritor necesitado de ternura, o de un cocinero que le abrirá las puertas de los escenarios, o de un surfero que se hace mayor a su pesar, o de una jardinera susceptible; o, quizás de la mano de un hombre huraño y maravilloso capaz de devolverle la ilusión por volver a bailar sobre zapatos de cristal entre las flores de un jardín encantado.
Sin mapas.
Sin prisas.
Sin condiciones.
Ven a perderte en El Bosc de les Fades.
Datos técnicos:
Título: Un hotel en ninguna parte
Autor: Mónica Gutiérrez
Editorial: Autoedición
Formato: Kindle
Fecha de Publicación: 02/06/2014
Precio: 1.98€
Opinión personal
"Un hotel en ninguna parte" es una novela encantada. Sí, hechizada. Desde el primer momento en que te sumerges en la historia tienes la sensación de que te adentras en un mundo dónde la bondad, la felicidad, las buenas intenciones y los corazones sinceros han sobrevivido a nuestro caótico mundo y que una atmósfera cargada de misterio y bruma los protege en algún cercano pero a la vez indeterminado, llamado "El Bosc de les Fades" ("El Bosque de las Hadas").
Emma Voltarás se encuentra en un momento crítico de su vida. Hundida emocionalmente, ha perdido su trabajo y tampoco tiene casa. Una amiga, Anna, le habla de una oferta para trabajar durante la temporada de invierno en un hotel escondido en un bosque cerca de un pueblo costero llamado Mirell de Mar, al que se llega por una carretera destartalada que ni siquiera los GPS detectan, en el que precisan una camarera de piso y ella acepta sin pensárselo dos veces. Y aquí empieza la historia de una segunda oportunidad: rehacerse personalmente para volver a empezar.
Emma conocerá a una serie de personajes muy curiosos: la dulce Marbel, camarera del hotel que reside allí con su hija Aurora, una pequeña muy despierta e inteligente; el cocinero Joaquim que a la vez que es un auténtico crack en la cocina, ama el heavy metal y toca en el pub del pueblo una vez por semana; Philip, el petulante e insoportable recepcionista de origen francés; Petra, la jardinera que cuida de sus plantas con exceso de celo; el único huésped del hotel, el famoso "Premio Nobel de Literatura 2009" William Lexington sumido en la tristeza tras la muerte de su esposa y con el síndrome de la hoja en blanco y, naturalmente, a los dos hermanos que regentan el hotel, Samuel y Tristan Brooks. Personajes todos ellos sólidos, bien construídos, con personalidad y existencia propia que rápidamente se hacen un lugar en su corazón y que, yo, como lectora, reconocí al instante como sí ya hubiéramos sido compañeros de viaje en el pasado. Seres humanos gentiles, amables, sencillos, cálidos.
Y nuestra protagonista se irá reconciliando consigo misma gracias al bello entorno, ese hotel que fue un antiguo monasterio reformado en el siglo XVII, a las amistades que traba con sus compañeros, a sus conversaciones con William Lexington, a sus visitas a la tienda de té "Caelum et mare" de las que vuelve cargada de tés exquisitos para todos, a sus conciertos nocturnos de violín en petit comité y, por encima de todo, a la atracción que siente por Samuel Brooks. Una chispa que volverá a hacer latir su corazón...
La historia discurre con soltura, rueda por sí sola, con una facilidad increíble lo cuál me hace pensar que la autora posee un don innato para la escritura y la lectura se hace amena, disfrutas, desconectas de tu entorno. A lo largo de la obra hay muchas referencias a otros libros, a películas, a canciones, etc. que te enlazan todavía más a esta pequeña gran historia.
Y lo más curioso y que quiero remarcar es que me ha gustado mucho la forma de narrar las peripecias de Emma. Mónica utiliza el sistema epistolar adecuado a nuestro tiempo, los mails. Emma relata, en unos largos mails, lo que va viviendo a su amiga Anna al tiempo que los dos hermanos Brooks, Samuel y Tristan, se relacionan igualmente con su madre Martha, cada uno con un estilo distinto así como corresponde a su carácter y ello enriquece la obra con registros diferentes y formas de entender la vida bastante divergentes. Los mails están escritos desde el punto de vista de su autor lo que nos hace conocer y comprender a cada uno de ellos. Anna no responde a los mails al igual que no lo hace Martha. Deducimos sus opiniones por las respuestas de estos tres personajes en su subsiguientes escritos. Es una manera amena y ágil de relatarnos la historia. Además, hay un detalle que me ha gustado mucho: cada escrito de Emma tiene como encabezado el título de una canción (música clásica, de película, moderna, étnica, etc.) lo que te da una pista de su estado de ánimo. No es menos cierto que el uso de esta técnica nos hace partícipes muy curiosos de los pensamientos de unos y otros. Asimismo, te permite acabar de completar lo que la escritora no te cuenta y, por ello, también te involucra en la obra de una manera activa. Y, por último, los capítulos son cortos y ello invita a leer con avidez la novela. En definitiva, un acierto de la escritora el escoger este formato porque te permite entrever un abanico de matices y perspectivas varias de lo que va aconteciendo.
La portada del libro es encantadora. Emana exactamente el espíritu de su contenido. Ese halo de misterio, de fantasía, de irrealidad y, también, de adentrarse en un nuevo lugar, un jardín escondido, en el que podrás rehacerte y ser tú mismo, de nuevo.
Conclusión final
Mónica Gutiérrez es una buena escritora, con mucho camino por delante, y espero que sigamos su evolución en sus próximos libros (no nos hagas esperar mucho !). "Un hotel en ninguna parte" ha sido toda una sorpresa para mi. He disfrutado muchísimo del libro, me he sonreído, me he enamorado, me he adentrado en el bosque buscando hadas...Es un libro fascinante que se centra en el análisis de lo sentimientos y las relaciones entre las personas y que destila optimismo, positividad, esperanza, confianza, alegría. Brillante la manera en que te seduce y cálida y cercana la forma de llegar hasta nuestro propio corazón.
En definitiva, un libro en el que perderte sin dudarlo un instante y saborearlo. No quisiera cerrar esta reseña sin felicitar y agradecer a Mónica, la autora, por descubrirme un mundo peculiar en el que dejas parte de tí mismo (de hecho, no deseas volver a casa después de haber vivido en este hotel!) y recuperas la fe en el ser humano. Me has hecho recordar lo amable que puede ser el mundo, la vida, el amor, las personas...
Te invito a pasar unos días en "El Bosc de les Fades", te vienes ???