V.E. Schwab nos adentra en un mundo en el que existen varios Londres en Una magia más oscura, la primera parte de su exitosa trilogía Sombras de magia. El talento de la autora para la creación de universos mágicos llenos de misticismo ya me había quedado bastante claro tras la lectura de La vida invisible de Addie LaRue, y ya puedo confirmarlo sin ningún rastro de duda después de haber leído esta novela de fantasía que se puede considerar juvenil, sí, pero también muy oscura y perversa. Otro recordatorio de que la magia también puede ser “de la mala” y acarrear muchos problemas. ¡Prepárate! Viajamos a otros Londres ocultos y desconocidos…
Al comienzo de esta historia nos topamos con Kell, un mago (o antari) dotado con el don de poder viajar a mundos paralelos, conectados entre sí con Londres como epicentro. Así, además del Londres “real” que conocemos, denominado Londres Gris, Kell frecuenta otros como el suyo de origen, el Londres Rojo, en el que la magia se usa en pro de la prosperidad; el Londres Blanco, cuyos gobernantes abusan de la magia con perversos y corruptos propósitos; y, finalmente, el Londres Negro, aislado tiempo atrás después de trágicos sucesos de los que nadie quiere hablar. La labor principal del joven mago protagonista consiste en pasar mensajes importantes de un mundo a otro y todo va relativamente bien hasta que da con una reliquia: una piedra impregnada de magia oscura y peligrosa perteneciente al Londres Negro que debe destruir allí. Así que, junto a Lila, una ladrona del Londres Gris a la que se encuentra por casualidad y que decide acompañarle buscando una vida mejor, se embarca en una aventura llena de acción, enfrentamientos a vida o muerte y, por supuesto, magia, mucha magia.
Una magia más oscura es una novela muy imaginativa con una atmósfera cautivadora. Los cambios entre un Londres y otro pueden sentirse a través de las originales descripciones de la autora: el río rojo que aporta este color a la ciudad del Londres de Kell, el ambiente frío y blanco que predomina en el Londres Blanco, etc. El libro tiene una lectura muy ágil, llena de saltos de un escenario a otro, y el estilo narrativo de Schwab consigue que suponga en ocasiones todo un placer. Eso sí, aunque la historia me ha fascinado y enganchado a partes iguales, tengo que reconocer que esperaba un poco más, posiblemente debido a las altas expectativas que tenía ante una novela de la que todo el mundo habla maravillas. Ciertamente, es maravillosa, pero veo un poco exagerado el fervor que ha ocasionado entre la comunidad lectora en la que me muevo.
Otra cosa que agradezco de Una magia más oscura es que, aunque los protagonistas, Kell y Lila, parecen sentir una atracción mutua y se adivina que acabarán enamorándose, la autora no basa la trama en este aspecto que trata más bien de pasada, al contrario que suele ocurrir en las novelas juveniles, tan propensas a desperdiciar páginas y páginas centradas en historias de amor entre personajes, muchas veces forzadas o carentes de interés para el desarrollo del libro. Schwab no pierde de vista su premisa principal y no malgasta el tiempo con personajes secundarios que no aportan nada, pasajes de relleno ni situaciones excesivas, logrando un ritmo más dinámico y satisfactorio.
Como me he subido tarde al tren de Sombras de magia, la trilogía ya está completamente publicada, por lo que tengo la oportunidad de terminarla cuando quiera, sin esperas ni ansiedades, algo que sospecho que no tardaré en hacer. Te invito a que descubras el resto de esta historia en mi blog. Tú no necesitas magia ni reliquias de otros mundos, sólo ganas de vivir mil vidas para poder llegar a mi blog.