Reseña | Déjame besarte hasta que amanezca, Raquel Antúnez

¿Qué haces cuando tu vida es un puñetero desastre, lo único que te mantiene a flote es la rutina del trabajo y tu jefa te obliga a coger las vacaciones reglamentarias, encima a un paso de Navidad, con todo lo que eso significa para ti después de haber perdido a tu padre hace un año?

Te compras muchas muchas chuches, Doritos y Coca-Cola. Apagas el móvil y lo tiras por ahí. Te enfundas el pijama roñoso más cómodo del cajón. Y, por último, pierdes la noción del tiempo viendo pelis y series sin parar.

¿A qué mola? Ya te digo yo que sí (lo de que las ventanas llevan cerradas a cal y canto desde hace días, que me he pasado con la calefacción un poquitín y se me ha olvidado ducharme son simplemente minucias). Para mí es todo perfecto y maravilloso, si no fuera por ese incordio con patas que se hace llamar Ulises, que, armado con su llave de repuesto, se ha presentado en mi casa y se ha empeñado en que me va a sacar del "bucle de autodestrucción" sí o sí..., será exagerado. Tener amigos para esto, que encima se ha aliado con Patri, la que faltaba, y no paran de darme la vara con que tengo que salir más, darle una alegría al cuerpo (¿y lo de los Doritos y las chuches qué era?) y buscarme un hobby (ver pelis y series es una afición como otra cualquiera, ¿a que sí?).

¡Toda la culpa de lo que está pasando es suya! ¡De los dos! ¡No, no! ¡Mentira! ¡Toda la culpa la tiene mi jefa, que es una arpía! Mira que obligarme a coger vacaciones, con lo tranquilita que yo estaba.

En fin, que ahora sí que estoy jodida, jodida de verdad, me he debido de llevar algún golpe en la cabeza o algo mientras dormía o es que la neurona que me quedaba ha cortocircuitado, porque de pronto creo..., creo que me he enamorado de mi mejor amigo. ¿Tú lo ves normal? La cagada más grande de la historia, eso es lo que es. Trauma en tres, dos, uno... A ver cómo salgo de esta.

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Me encanta dejarme seducir por las novelas de Raquel Antúnez, he leído unas cuantas de ellas para decir que es una escritora con una pluma ingeniosa, capaz de engancharte desde el comienzo y donde la frescura y la diversión son dos elementos importantes en ellas. Pues bien, Déjame besarte hasta que amanezca , mi única lectura de estas navidades, ha sido una historia con muchas risas, alguna que otra lágrima y una amistad sincera que derivará en ese amor que todos queremos, aquel donde lo más importante es disfrutar de los sentimientos y dejarse llevar por unas emociones que, no sólo le complican la vida a uno, sino que también te hacen ver la realidad más absoluta.

Rita se ha visto obligada a coger vacaciones, su jefa la ha "echado" del trabajo hasta después de navidades, una época difícil para la joven y que ahora sin la rutina que la mantenía a flote se puede volver insoportable. Por tanto, como no le queda otra opción que respetar la orden que le ha dado, ideará un plan que podría hacerle olvidar la ausencia de su padre en estas fechas, ver pelis y series sin descanso y hartarse de chuches y Coca-Cola, que la chica está deprimida pero no quiere morirse de hambre. Unos días donde no quiere que el mundo la encuentre, pero que vendrá a interrumpir su mejor amigo Ulises, un incordio de hombre que está empeñado en ayudarla a superar ese pequeño bache, por lo que no le quedará más remedio que seguir sus consejos y los de Patri, esos que llevarán a Rita a una complicada situación donde darle una alegría al cuerpo será el menor de sus problemas.

Ulises ha visto como Rita vivía momentos muy duros con la enfermedad y posterior fallecimiento de su padre, pues la joven ha dedicado sus últimos años a acompañarlo y hacerle más fáciles sus días. Ahora que éste ha muerto teme que su amiga se sumerja en un estado de depresión que la lleve a desconectar del mundo, por lo que no descansará hasta sacarla de casa. Así, su misión será no dejarla sola, animarla a salir y darle un motivo para que disfrute de la vida, y si para ello tiene que presentarle a alguien que la haga enamorarse de nuevo, pues lo hará sin dudarlo. No obstante, Ulises no contaba con que su plan podría estallarle en la cara, y más cuando esos sentimientos que creía fraternales se conviertan en un deseo intenso por la mujer que siempre ha considerado su mejor amiga.

Así, una acción cargada de buenas intenciones por parte de Ulises se convertirá en una disparatada historia donde tanto él como Rita comenzarán a pisar terreno pantanoso, tanto es así, que la amistad que hay entre ambos podría peligrar, o eso es lo que ellos temen, si se dejan llevar por esos sentimientos que han empezado a experimentar. La chica está totalmente confundida, pues ver a su mejor amigo como un hombre atractivo, deseable y sexy la trae de cabeza, y si, de paso, ya no sabe qué hacer para disimular sus ganas de besarlo, los problemas se multiplicarán por mil. Ulises, por su parte, no quiere estropear una amistad tan antigua, pero las emociones lo tienen tan descolocado que su corazón podría ganarle la batalla a la razón. Los dos extremos de una balanza que podría desequilibrarse si alguno de ellos cede a la tentación, algo totalmente irremediable cuando decidan arrojarse al abismo de un deseo abrasador que solo podría ser el comienzo de algo mucho más importante.

Raquel Antúnez es una autora que me encanta, sus libros siempre poseen esa chispa que los hace adictivos y convierte su lectura en un soplo de aire fresco, pues esa naturalidad que los caracteriza se deja ver en unos personajes cercanos, divertidos y con los que es imposible no empatizar. Pues bien, esta novela reúne todos esos requisitos y muchos más, ya que la amistad y el amor vendrán a formar parte de una relación improvisada, nacida de un impulso donde el deseo entre dos personas será lo más importante en ese instante, no obstante, únicamente se convertirá en la excusa perfecta para explorar unos sentimientos que ni Rita ni Ulises quieren ver en un principio. Así, la escritora nos presenta a dos personajes muy diferentes, Rita es una mujer que no puede evitar dejarse llevar por estados de depresión donde se desconecta del mundo, baches en los que no le importa desaparecer y que si no fuera por sus mejores amigos le resultaría difícil superar. Por esto mismo, necesita de Patri, pero sobre todo de Ulises, él la conoce mejor que nadie, la comprende y la anima a seguir, un apoyo incondicional que se niega a ver como algo más pero que vendrá a despertar su libido en el momento más inesperado. El chico, por su parte, siempre ha cuidado de su amiga, la ve como alguien muy especial y por ello desea verla feliz, no obstante, reconocer lo que siente podría alejarlos y eso no es lo que desea. Forman una pareja con mucha química y cuya compatibilidad se verá desde el principio, dándonos momentos inolvidables en los que veremos que este dúo necesita de Patri, la que podría considerarse la más sensata del trío de amigos, y que reconocerá al instante que lo suyo es más que atracción. Ella será la secundaria que más destaque, un personaje divertido e irreverente que se ganará el corazón del lector sin problemas. En conclusión, una novela que no tenéis que dejar escapar, ya que con una prosa fresca, ágil y adictiva descubriremos una historia contada a dos voces donde Rita y Ulises deberán hallar el equilibrio entre el amor que sienten y la amistad que comparten, pues ambos encontraron su alma gemela hace mucho tiempo y ahora únicamente les queda armarse de valor para arriesgarse por unos sentimientos que solo ellos desconocían.

Déjame besarte hasta que amanezca de Raquel Antúnez es una novela muy divertida donde la autora vuelve a deleitarnos con una historia refrescante y unos personajes auténticos, llenos de chispa y picardía, un romance en el que dos personas que han compartido la más fuerte de las amistades descubrirán como el amor llenará sus vidas de momentos inolvidables, haciendo que Rita y Ulises tengan que tomar una difícil elección, enterrar sus sentimientos o explorar un deseo y una pasión que podría ofrecerles lo que siempre han deseado sin tan siquiera saberlo.

· Gracias a la autora por el ejemplar ·