►Autora: Erea López Sineiro - Española
► Nº de páginas: 225(formato E-book)
Desde la muerte de su familia, se ha metido en un mundo del que no es capaz de salir. Las malas influencias, las drogas y el alcohol son el eje central de su vida hasta que tiene que volver al instituto. Y allí es donde comienza su cambio.► Primer y último párrafo del libro:
Tiene miedo...
Es cuando un joven desinteresado y de mirada angelicalmente asesina lo ayuda en un momento difícil que siente que puede conseguir la mejora. Sus vidas se entrelazarán, formando una relación de compañerismo algo extraña, aunque ambos se dan cuenta de que lo que hay entre ellos, no es una simple amistad.
Primero:
"¿Cómo podía terminar la vida de un adolescente, a los dieciséis años de edad? No era muy difícil, pero sí brutal."Último:
"Apretó los puños con fuerza. Cogió las maletas. Caminó hacia la entrada. Se dirigió hasta la estación de trenes. Se fue con Lily."
► Trozos varios y sin importancia:
Pág 46: "Derek asintió y otra vez pudo sentir las cálidas manos de Gabriel pasar por su cabello, con esa sensación tan agradable que recorría su cuerpo."Pág 124: "Los bordes de su visión comenzaron a tornarse negros y notó cómo lo soltaban y él se desplomaba sobre el suelo, respirando con dificultad. Intentó moverse hacia adelante, arañando el suelo. Sabía que no iba a llegar muy lejos, pero su instinto de supervivencia le indicó que, al menos, debía tratar de escapar."Pág 200: "Intentó decirle las palabras que Sam le había indicado. «Me gustas.» Pero no salía de su boca. Estaba abierta, intentando emitir algún sonido, pero no era capaz. Lo intentó, un pequeño «te quiero». Un diminuto «te necesito»"
► Opinión: Estaba leyendo la mini biografía que aparece en Amazon sobre la autora, y resulta que Erea nació en 1999, por lo que ahora tiene 16 o 17 años, más o menos la edad que yo tenía cuando escribí Alma. No tiene mucho que ver con nada, pero me dio ternura recordar que yo también tengo un pedazo de mí por ahí escrito, aunque no esté dando vueltas en plataformas digitales como este.Cuando Erea me contactó hablándome sobre su libro, me llamó la atención de inmediato. Drogas, alcohol, una vida terrible, y para rematar, homosexualidad. La sinopsis las tenía todas para atraparme, así que dije que sí, que lo leería encantada. Obvio.La historia comienza de forma un poco apresurada, con Derek, nuestro protagonista, recordando el accidente que le arrebató a su familia hace un tiempo atrás y volviendo a la escuela después de un cambio drástico de estilo de vida. Si antes era un chico alegre y lleno de vida, ahora su cabello está teñido de negro y sus brazos están decorados con brazaletes que esconden heridas sangrantes. Quizás lo peor de todo es que tiene que subsistir a base de droga. No, no tiene, quiere, pero llegado a ese punto ya se ha convertido en una necesidad. En fin, que como las drogas jamás llevan a nada bueno (don't do drugs, kids), Derek termina golpeado y medio muerto en un callejón, pensando que finalmente se va a poder morir en paz. Pero lamentablemente -para él-, alguien lo encuentra y lo salva, y en ese momento en el que nos damos cuenta en que todo va a volverse realmente gay. ¿Cuál es la posibilidad de que el chico con el que te quedaste mirando en clase te encuentre en un callejón abandonado? Casi nula, exacto. Por lo tanto, esto tiene pinta de que va a ponerse romanticón, which I liked.No les voy a decir más sobre la trama, que en general es mucho de golpes golpes golpes drogas drogas drogas drogas depresión y dudas existenciales respecto al obvio romance que el protagonista está viviendo pero no parece saber diferenciar. No es una queja, a pesar de ser simple, la historia me gustó, estaba esperando el momento en que se quedaran juntos, y aunque se tardó en llegar, todo el fanservice a lo largo de las páginas valió la pena.Lo que sí, la actitud de Derek me pareció un poco