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Reseña Días de Sangre y Resplandor – Laini Taylor

Por Perdidas Entre Páginas @LasPerdidas

He tardado bastante en terminar este libro, y no porque fuera pesado y aburrido, sino todo lo contrario: sería un insulto leer este libro a hojas sueltas - ahora un capítulo, mañana otro -, o buscas un rato de aislamiento en el que sepas que nadie te va a molestar y en el que sepas que vas a poder ser parte de la novela, o no te pongas a leer.

Cada palabra tiene una esencia única y especial que merece ser recogida con paciencia y esmero; cada frase es importante y es más que “una frase más”; cada párrafo es vida, las letras de Laini Taylor nacen de la tinta de una pluma única y hay que encontrar el momento adecuado para sentarse, leer y arropar a la novela en su totalidad todo el tiempo necesario.

Supe antes de tener el libro en casa que me iba a gustar, supe al terminar Hija de Humo y Hueso que su continuación sería buena, pero… ¿tanto? Creedme que no salgo de mi asombro, va a ser difícil hacer esta reseña porque el libro me ha dejado sin palabras.

Reseña Días de Sangre y Resplandor – Laini TaylorKarou, tiene por fin las respuestas a las preguntas que se lleva haciendo desde niña: por fin sabe quién es y, sobre todo, qué es. Pero junto a esta verdad, ha conocido otra mucho más dolorosa: el ser al que ama es su peor enemigo, responsable de la traición más terrible y del dolor de todo un mundo.
Deberá decidir hasta dónde es capaz de llegar para defender a su pueblo. Llena de dolor y belleza, secretos y decisiones imposibles, Días de sangre y resplandor encuentra a Karou y Akiva en dos bandos enfrentados cuando una antigua guerra vuelve a desatarse.

Mientras Karou y sus compañeros construyen un ejército monstruoso en un mundo de polvo y resplandor, Akiva lleva a cabo otro tipo de batalla, la de su redención, la búsqueda de esperanza. Pero ¿puede la esperanza escapar de las cenizas de un sueño roto?

Podría decir que no sé qué debo empezar a comentar, pero estaría mintiendo. Hubo algo tras leer los primeros capítulos que eclosionó dentro de mí, algo pequeño que ha ido creciendo y carcomiéndome por dentro de principio a fin de la novela, algo que luchaba a matar contra mi escepticismo por mucho que se resistiera: la novela está impecable. No he salido de mi asombro en ningún momento, pues o la lectura me tenía totalmente absorta o no he encontrado ni un error de ningún tipo. No sé si la traductora, el editor o el corrector me leerán, pero desde aquí quiero mandarles mi más sentida admiración y enhorabuena; sé que no debería ponerme así por algo que ya debería ser lo habitual, pero como no lo es, debo aplaudir el hecho de que hayan mimado tanto a una novela que realmente lo merece ya que ha sido un gustazo impresionante leer un libro como es Días de sangre y resplandor y acabarlo con el pensamiento en mente de que es perfecto en todos los sentidos.

Y es que la historia de Laini Taylor se merece todo. La autora ya nos mostró en la primera parte de lo que era capaz, pero en este libro nos da con un canto en los dientes al sobrestimarla y creer que ya nos lo había dado todo.

En esta segunda parte volveremos a encontrarnos con Karou, pero Akiva cobrará también cierto protagonismo y la novela transcurrirá entre las historias de ambos, unas historias que deberían ser la misma pero que por ciertos sucesos no han tenido más remedio que separarse. Un narrador omnisciente nos contará sobre cada uno de los movimientos de Karou, Akiva y sus respectivos bandos, pues una guerra en letargo volverá a despertar con más fiereza que nunca trayendo consigo todo tipo de consecuencias.
Karou desarrollará un papel muy importante en el bando de las quimeras, en su bando.
Akiva deberá asumir lo que su título como El Terror de las Bestias implica, y ha implicado, para los serafines.
¿Qué es lo que les mueve a ello? ¿Por qué, si es lo que son y lo que deben ser, se lo cuestionan tanto? ¿Qué están haciendo realmente por sus respectivos?

Días de sangre y resplandor es la historia de dos pueblos, dos mundos, enfrentados por algo a lo que ni el recuerdo llega; es la historia de dos guerreros y enemigos que no pueden luchar contra los impulsos de su corazón.

Akiva permaneció en silencio, asimilando aquellas palabras. En el cabo Armasin había tenido suerte: al norte, no había quedado nadie a quien matar. Allí era otra historia. Aldeanos huyendo, esclavos liberados, quimeras tratando de abrirse camino hasta las Tierras Postreras; en ellas creían poder encontrar refugio, una ruta a través de las montañas hacia una nueva vida. ¿Y ahora se suponía que él debía darles caza? ¿Convertirlos en un mensaje?
El Terror de Las Bestias. Tal vez fuera bueno haciendo aquello.
Akiva se sintió abrumado por una mezcla de desesperación, fatiga e impotencia. No quería contribuir al mensaje de Joram.
El humo de los cadáveres ascendió en ráfagas desde el prado, y los ángeles batieron sus alas y se apartaron de él hasta colocarse sobre el acueducto. Noam descubrió sangre y plumas rotas donde los soldados habían estado colgados, y la emoción se abrió paso a través de su impasibilidad marcial.
-¿Qué fin tiene todo esto? –preguntó con furia (al cielo, a nadie en concreto).
-No lo recuerdo. Yo… ni siquiera sé si lo he sabido alguna vez.

Y por mucho que yo intente expresar y transmitir la increíble belleza y grandeza de la historia de Karou, de la historia de Madrigal, o de lo que se cuenta de Akiva, no llegaría ni al tamaño de un granito de arena. Puede parecer que ha sido poco y no ha habido movimiento o que hay escenas que no tienen razón de ser, pero si os detenéis a sentirlas comprenderéis el porqué de cada una: esta novela en sí son emociones, sentimientos y pensamientos con los que recapacitar junto a los protagonistas, mezclados en un torbellino de idas y venidas asombroso.

Y ya no solo porque la historia que se cuenta en esta novela sea preciosa, si no porque –como he dicho antes- cada una de las palabras con las que se cuenta es increíblemente maravillosa. Si hubiera tenido que seguir marcando cada párrafo que me parecía de mención durante la lectura, habría dejado el libro hecho un desastre repleto de trocitos de papel, post-its, esquinitas dobladas y marcapáginas.

Esta novela sigue en la línea del anterior, pero por la novedad de los acontecimientos Laini Taylor le ha dado un tono más oscuro, más cruel, más salvaje y despiadado, más malvado… pero más esperanzador. Laini sabe hacer estremecer al lector de todas las maneras posibles (¿imagináis lo peor? pues eso no es nada). Encontraremos amor, sí, pero amor de ese del que no hace falta estar pegado uno al otro para que se le llame como tal. Es un amor de esos que se dosifican en la cantidad justa en el momento adecuado y que harán las delicias de aquellos que no necesitan un pastelón para satisfacer su apetito, es un libro juvenil medido al dedillo con ingredientes de toda clase haciendo que el lector reciba un poco de cada uno.

Hay escenas que se han grabado a fuego en mi mente y en mi corazón (creí que moría de alivio, como Sveva ante aquél de ojos de fuego; creí que el capítulo titulado “Réquiem por las bestias” haría que se me quedara la piel de gallina eternamente; ¿y el turíbulo con el mensaje? me dejó sin aliento). Las descripciones son una pasada, y lo mejor de todo es que fluyen como la arena del desierto entre tus dedos sin siquiera percatarte.
Cada escena está en su sitio y momento justo y cada personaje que la llena es importante a su manera; Karou es el eje de todo, pero casi diría que los secundarios son igual o más importantes que ella. Veremos a una Karou perdida, incluso extraña, algunos dirán que su comportamiento no hace para esta novela, pero yo les contestaré que para mí no podría haber sido de otra manera: Karou atraviesa unas etapas mentales que son necesarias, y aunque al lector a veces no le guste lo que lee, deberá comprender que es lo lógico y adecuado (de nuevo la prota “habla poco”, aquí lo que llena la ausencia de diálogos es la narración). Lo mismo para Akiva y ese intento de luchar contra su naturaleza, o contra lo que le han dicho que es su naturaleza. Este libro narra sobre todos los personajes y ninguno está de más; Liraz, Hazael, Thiago, Ziri, los resucitados, los que vemos en unas páginas tan solo, los que aparecen en recuerdos, Zuzana, Mik… cada uno de ellos representará su papel a la perfección y aportará lo necesario al libro (estos dos últimos, sobretodo, darán ese toque especial muy al estilo humano que a veces necesitaremos para evadirnos un poco y olvidar que estamos en el ojo del huracán).

¿Es un libro para todo el mundo? Si te gustó Hija de Humo y Hueso, te encantará; si no Reseña Días de Sangre y Resplandor – Laini Taylor te llegó la historia de Karou, ni te acerques porque este es muchísimo más grande y podría aplastarte.

A mí me ha robado el corazón de nuevo, como ya hizo el anterior en su momento. Hija de Humo y Hueso me lo devolvió para que pudiera seguir leyendo, pero Días de Sangre y Resplandor se lo ha quedado para ella y va a ser difícil que mis próximas lecturas rellenen ese hueco.

Hija Humo y Hueso PL

Nia


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