Hacía tiempo que no leía nada de esta escritora o de estas dos hermanas, que queda mejor dicho. De manera que me adentré en la páginas de Dilema y... Mejor os dejo al reseña. Buen fin de semana.
Título: Dilema
Autora: Elizabeth Urian
Editorial: Ediciones B. Selección RNR
Año: 2016
Género: Histórico
Sinopsis
¿Es posible renunciar a todo por una ilusión? ¿Es el amor suficiente recompensa? ¿Qué eres capaz de dejar atrás cuando las consecuencias pueden ser nefastas? ¿Hasta dónde estás dispuesto a arriesgar?Estos son los dilemas a los que se enfrentan los protagonistas de esta historia.
Su vida es perfecta. Tiene cuanto un hombre puede desear: familia, amor, riquezas... Entonces, ¿puede un instante, un solo beso, dar un vuelco a su existencia y arrasar con todas sus convicciones?Alejada del bullicioso Londres, Ayleen hace un intento por recuperar su vida. En la campiña encontrará todo lo que andaba buscando... incluso más.
Cuando lo que más desea está prohibido, cuando el hombre que ama pertenece a otra mujer, ¿se resignará a dejarle escapar? RESEÑA:Sin duda que el tema de la novela levantará comentarios de toda clase. Entiendo que no es nada sencillo centrar una novela romántica en una infidelidad. He leído algunos comentarios acerca de este asunto pero yo no vengo a reseñar ese tema, sino lo que me ha parecido la historia en sí de los protagonistas, y la calidad que atesora Elizabeth Urian. ¿Qué podemos hacer cuando nuestra vida tranquila se ve alterada por algo repentino, inesperado y que además nos hace sentir mejor? Eso es lo que les sucede a los dos personajes, pero en un principio parece que ninguno de los dos es consciente de los impedimentos que hay, o al menos él.
En ese preciso instante asistimos a una transformación en el personaje masculino. Primero se ve sorprendido por la manera en la que conoce a Ayleen, después se pregunta qué clase de marido es que anda besando a otras mujeres, (se siente culpable) y por último no puede dejar de pensar en Ayleen y en lo que siente por ella.
Por su parte, Ayleen se muestra a la defensiva en un claro intento por rechazar a Jason, sin saber de antemano que está casado. Y cuando lo descubre, su sentido de la culpabilidad se hace mayor porque su esposa ha sido una de las mujeres que más la han ayudado a establecerse allí. De manera que nos encontramos antes una encrucijada, que lejos de solucionarse, se va complicando con el paso de las páginas.
Uno cuando va leyendo, se va dando cuenta de que la pasión que surge entre los dos protagonistas va cambiando desde el deseo hasta el cariño. De la simple atracción a la ternura. Pero queda por saber ¿cómo van a salir de esa situación? Cabe señalar que las escenas en las que ambos aparecen a solas están cargadas de tensión sexual, de una poderosa atracción que ninguno puede rechazar.
Y mientras ellos comienzan una relación basada en el engaño, Ayleen busca un pretendiente con el propósito de alejar sus tentaciones. Cree que si se casa, sus sentimientos hacia Jason, cederán. Ayleen no puede aspirar a conseguir a Jason ya que es un hombre casado, ni quiere ser su amante. En un desesperado intento por olvidarlo se marcha lejos.
Es entonces cuando a Jason no le queda otra que enfrentarse a la realidad con las consabidas consecuencias para todos.
Como en toda novela romántica cuyo final es feliz, aquí no puede ser menos. Creo que la opción escogida por la autora es sin duda la más acertada. Tal vez no sea la única pero sí la que más se ajusta a la trama de la novela.
Un vez más, Elizabeth Urian, este par de hermanas vuelven a sorprendernos y a sobrecogernos con una historia romántica que toca un tema controvertido como es la infidelidad. Sin embargo, no es del todo extraño que los aristócratas, reyes y demás tuvieran sus amantes, cortesanas, doncellas y demás. Luego esta historia no difiere mucho de la realidad histórica, eso sí, con un toque más romántico y característico del estilo de Elizabeth Urian.
Por último, mencionar la nota al final de la novela en la que la autora asegura que habrá más historias sobre los Morton con un final feliz. Así que toca esperar, con impaciencia, una nueva historia.