Reseña | Dulce Amor, Elizabeth Bowman

UNA HISTORIA DE AMOR Y SEGUNDAS OPORTUNIDADES EN LA NORTEAMÉRICA DEL SIGLO XIX.

Norteamérica, finales del siglo XIX.

Sarah y Chris Engels, recién casados, abandonan su Wyoming natal para viajar al norte, al valle del Yaak, (Montana) e iniciar una nueva vida llena de amor y felicidad. Pero a menudo el destino tiene otros planes muy distintos. En medio de la noche se sucede un terrible incidente y la felicidad de los recién casados se verá truncada para siempre.

Preston Moore es un trampero licenciado del ejército tras la guerra de secesión, un hombre joven, solitario y de noble corazón que lleva ocho años viviendo en las montañas con la única compañía de su sabueso y su caballo.

En una tierra inhóspita, donde la naturaleza agreste, los depredadores y el frío invierno suponen un desafío diario, dos corazones heridos tendrán que aprender a sanar sus heridas para poder coexistir.

¿CONCEDERÁ LA VIDA UNA SEGUNDA OPORTUNIDAD A DOS ALMAS PERDIDAS DESTINADAS A SALVARSE MUTUAMENTE?

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Como bien sabéis me encanta la novela ambientada en épocas lejanas cuyos personajes saben arrastrar a los lectores a vivir con intensidad y sentimiento los romances surgidos entre sus páginas. Pues bien, cada vez que leo a Elizabeth Bowman estoy segura que voy a encontrar todo esto además de disfrutar de una tierna historia de amor escrita con elegancia y sencillez, hallando descripciones exquisitas no exentas de una narración cuidada y detallada que te hace imposible no verte guiada hasta el mismo epicentro de la trama. Con lo cual, su última novela publicada en Selecta, Dulce amor , es un claro ejemplo de todo lo que os he contado desvelando un corto, pero hermoso romance donde la supervivencia y la lucha por vencer las crudezas de la vida nos conducirán hasta una aventura cargada de emociones que te llegará a lo más profundo del corazón.

Sarah Engels ha dejado atrás Wyoming para iniciar junto a su esposo Chris una nueva vida en el lejano Valle del Yaak. Una realidad distinta a todo lo que ha vivido que le promete dicha, un hogar lleno de amor y una familia que cuidar y adorar. Sin embargo, su viaje hasta el asentamiento que será su hogar no va a ser como ella espera. La tragedia golpea su mundo y la deja sola, desamparada y en manos de las inclemencias de un lugar desconocido y salvaje, un destino jamás soñado que la hará rendirse cuando el sufrimiento y las penurias son imposibles de sobrellevar, un final desolador para una joven llena de sueños y esperanzas. Peso a todo, un milagro truncará su última decisión arropándola de color, luz y buenos deseos que la hará resurgir cuando no había ninguna esperanza de salvación.

Preston Moore es un solitario trampero que hace tiempo se alejó de la civilización para comenzar una nueva vida en el hermoso Valle del Yaak, una existencia sin lujos ni comodidades con la única compañía de su fiel perro Wilbur y su semental Wilfred, un día a día duro y difícil que lo llena de paz y sosiego, ayudándolo a resistir el pasado y los tristes episodios vividos años atrás. No obstante, su buen corazón y su caballerosidad lo va a empujar a socorrer a una desvalida muchacha que despertará instintos dormidos obligándolo a comenzar un viaje cuyo desenlace no será el esperado.

Con lo cual, Preston y Sarah tras un encuentro nada ortodoxo deberán decidir qué camino seguir, pues a él lo ata su vida en el valle resultándole imposible abandonar su hogar en pos de una joven que necesita llegar al pueblo más cercano para hallar una solución a su inestable situación, dos sendas opuestas que terminarán siendo una, acercando sus almas y corazones ante las dificultades del destino otorgado, vivencias extremas en mucho momentos que unirán mucho más a dos desconocidos con algo en común, un gran pesar que superar. Asimismo, las variadas bifurcaciones que Sarah encontrará no las afrontará sola, Preston desde un primer momento se proclamará su protector, su amigo en muchos instantes, despertando sentimientos en ambos que terminarán desvelándoles un futuro que, aunque no ha sido fácil de alcanzar sí que acabará por ofrecerles el final que ambos merecen, ayudándose mutuamente a vencer el dolor, para así ser capaces de avanzar sin sentirse anclados al pasado y a los fantasmas guardados.

Elizabeth Bowman tiene un estilo propio al narrar, alejado del deseo desmedido donde el sexo y la sexualidad prevalece sobre la pureza de las emociones. Podríamos decir que sus libros son etéreos, romances donde la pasión es más bucólica, típica de los clásicos, por lo que leer esta novela ha sido un soplo de aire fresco, diferente en muchos momentos, propiciando una lectura más sencilla y relajada. Así pues, esta novela nos habla de almas puras que la vida se encargará de golpear poniendo a prueba su resistencia y su fe en Dios, caminos complejos que los llevará a encontrarse en el lugar más alejado de la civilización, pero también más peligroso tanto por el ser humano como por la propia naturaleza dejando al descubierto la fortaleza que poseen y como son capaces de sobrevivir a pesar de la oscuridad reinante. Asimismo, durante el acercamiento y el romance que poco a poco florecerá entre ambos la ambientación será un elemento clave para la belleza de la obra, descrita con detalle, de manera minuciosa logrando que el lector se sienta parte de la misma, transportándolo a dicho lugar, pero sobre todo a una época complicada, tras la guerra de Secesión, debiendo entender los miedos que oculta nuestro héroe y la reticencia de éste ante lo que la mera presencia de Sarah le provoca. Así pues, la autora con su prosa y desarrollo de la historia nos deja clara la espectacular documentación llevada a cabo lo que ayuda a realizar una lectura fresca y rápida que nos desvela una sencilla, simple, pero a la vez profunda historia de amor. Tras todo lo dicho, solo me queda alabar la personalidad de Preston, frío y duro a simple vista pero con un corazón dulce y tierno sin escarbar mucho, solo necesitaremos ver como cuida a Sarah para caer rendidos a sus pies, además la altivez de ésta y su decisión de seguir adelante es encomiable y me resultó una mujer muy capaz a pesar de la época en la que está y la situación que debe afrontar, por lo que aunque es una novela con pocos personajes, los protagonistas son suficientes para el disfrute del lector. Finalmente, solo recomendaros esta breve, pero hermosa trama que tantos buenos momentos os hará pasar, no lo dejéis pasar pues es perfecta para estas tardes de lectura.

Dulce amor de Elizabeth Bowman es una historia de superación, de supervivencia donde Sarah y Preston, dos espíritus golpeados por la vida y la tragedia, unirán sus sendas hallando la felicidad arrebatada y la paz que ansiaban encontrar, más allá de lo material, siendo el amor su mayor aliado.