EL CIELO ES AZUL, LA TIERRA BLANCAHiromi Kawakami ● Sensei no kaban ● 2017 ● Alfaguara ● 211 pág ● Ficción/ Novela Rosa
Tsukiko tiene treinta y ocho años, vive sola y trabaja en una oficina. Una noche se encuentra en un bar con uno de sus antiguos profesores del colegio. Él es treinta años mayor que ella, jubilado y presumiblemente viudo. Su relación evoluciona -conducida suavemente por Kawakami a lo largo de las distintas estaciones desde un conocimiento superficial mientras comen y beben a una agradable sensación de compañerismo y, finalmente, hasta una profunda relación sentimental. Desde un sake caliente hasta una cerveza fría, desde los árboles desnudos hasta su florecimiento, el lector siente de cerca la melancolía de los protagonistas y la hipnótica atmósfera de esta historia inolvidable, ganadora del prestigioso Premio Tanizaki, que ha marcado un hito en la literatura contemporánea.Hola lectores, esta es la primera novela que leo de un autor asiático, en este caso una mujer, había escuchado muchísimo del autor Haruki Murakami que aún no tengo el placer de leer pero tengo tres libros esperándome por lo que después de leer esta belleza me anima a querer descubrir la literatura asiática y por supuesto me lleva a querer leer más libros de ésta autora.
El libro en esta edición de Alfaguara no tiene sinopsis por lo que la tuve que buscar para incorporarla a esta reseña. Me pareció fascinante no saber nada de la novela nada más empezarla ya que me fui sorprendiendo con la historia y enamorándome de los personajes al descubrir a Tsukiko, quien se reencuentra con este profesor de Japonés del instituto, al cual le guarda el respeto llamándolo “maestro” en todo el libro. En este encuentro casual después de años de haber salido de estudiar ya que ahora Tsukiko tiene 38 años comienzan a entablar esta especie de amistad la cual consiste en siempre encontrarse en una taberna (encuentros nunca premeditados) para beber sake juntos mientras comen y hablan de la vida para luego irse cada uno a su vida. Posteriormente estos encuentros se hacen cada vez más frecuentes estableciéndose entre ellos esta conexión especial donde comienzan a dar paseos nocturnos saliendo de la taberna y luego separarse como lo es usual.
Oficialmente se llamaba profesor Harutsuna Matsumoto, pero yo lo llamaba «maestro». Ni «profesor», ni «señor». Simplemente maestro
La novela me encantó, ésta relación que nace de a poco ya que pasan semanas, hasta meses para que Tsukiko se dé cuenta de lo que siente por el maestro y de cuanta falta le hace cuando no lo ve. El subtítulo que tiene esta novela es “Una historia de amor” y lo es en todos los sentidos, no es una historia amorosa melosa como estamos acostumbrados en las novelas románticas, no es un amor convencional, es algo que va más allá y que resulta muy complejo de describir ya que la experiencia de leer esta historia es lo que lleva a que uno se enamore de los personajes tal como ellos se enamoran entre sí.
Entre los personajes tenemos a TSUKIKO OMACHI quien es nuestro personaje principal y la voz de la historia, ella nos cuenta a modo de historia los sucesos que transcurren desde el primer encuentro con el maestro. Ella es un personaje muy complejo ya que nunca ha tenido problemas con su soledad al ser una mujer soltera e independiente, comienza una especie de cambio de mentalidad desde el momento en que establece lazos amistosos con el maestro ya que comienza a no disfrutar lo que antes solía hacer sola y a sentirse más y más cómoda en presencia del Maestro. Tsukiko tiene una personalidad sarcástica que muchas veces me hacía sonreír, el cambio y la metamorfosis que vemos en su personaje son una de las cosas que me gustaron más ya que seremos testigos de su confusión, sus problemas y posteriormente de su amor.
“Karma” es un término budista. Es la energía que todos nos llevamos de nuestras vidas anteriores y que condiciona nuestras vidas futuras.
Por otra parte tenemos a HARUTSUNA MATSUMOTO, más conocido como “maestro” es un personaje aún más complejo que Tsukiko, es una persona que guarda historias dolorosas en su interior con una vida tan solitaria como la de Tsukiko. Es una persona que acepta lo que le toca de una manera estoica, es alguien sereno que irradia una madurez brutal, su casa es un cúmulo de recuerdos que no quiere olvidar y una sensibilidad que encanta (como su reflexión con las pilas). Ambos personajes, cada uno con su historia a cuestas, cada uno con sus experiencias, y ambos enganchando paso a paso: primero coinciden por casualidad, después se buscan sin querer reconocerlo, poco a poco piensan cada vez más uno en el otro... y así van enredando sus vidas hasta mezclarlas completamente.
Cuando tienes un gran amor, debes cuidarlo como si fuera una planta. Debes abonarlo y protegerlo de la nieve. Es muy importante tratarlo con esmero. Si el amor es pequeño, deja que se marchite hasta que muera.
Los personajes secundarios no se quedan atrás, especialmente SATORU el tabernero quien me encantó como personaje y amigo de nuestros protagonistas al ser sus clientes frecuentes. También hay otros que harán su aparición para aclarar un poco el ambiente de nuestros personajes y que ustedes deberán descubrir.
HIROMI KAWAKAMI posee una narración sencilla, delicada y muy bien cuidada, su prosa invita a seguir leyendo y a sentir empatía con nuestros personajes, sentimos lo que ellos sienten a través de sus palabras y nos enamora con esta bella historia.
EL CIELO ES AZUL, LA TIERRA BLANCA es una historia de amor con todas sus letras, puede tener algunos ritmos un poco lentos en algunos capítulos pero aun así disfruté cada página leída ya que está escrita con una delicadeza que no me fue para nada indiferente y que me hizo descubrir a una autora que muero por volver a leer, algunos pueden catalogar este libro como deprimente pero a mí me pareció que es bastante esperanzadora y no puedo dejar de decir lo preciosa que la historia me pareció por lo que invito a que la descubran y ojalá se enamoren tal como lo hice yo.
CALIFICACIÓN: 4.5/5