Título: El confidenteAutor: Hélène GrémillonEditorial: Editorial GrijalboAño: 2012ISBN: 9788425347889Nº de páginas: 267
SINOPSIS: Lee la sinopsis de este libro pinchando AQUÍ
RESEÑA:En cuanto vi la portada y "secretos de familia" en la sinopsis de este libro supe que lo tenía que leer porque casi con total seguridad me iba a gustar, y así ha sido, me ha durado solamente un par de días porque me tenía totalmente enganchada.
La historia comienza en París en el año 1975 donde Camille, una joven editora, acaba de perder a su madre en un accidente de tráfico. Entre las muchas cartas que recibe de pésame aparece una anónima y sin remitente que inmediatamente capta su atención. Ésta será la primera de una serie de cartas que comenzará a recibir cada martes en las que un hombre llamado Louis le va contando la historia de dos mujeres ocurrida cuarenta años atrás, en torno a la época del estallido de la Segunda Guerra Mundial.Al principio Camille piensa que se trata de algún escritor que intenta captar su interés enviándole a través de este método tan original el manuscrito de su novela. Pero cada nueva carta va despertando su interés y termina atrapada por la historia de estas dos mujeres, sintiendo la necesidad de averiguar porque ese hombre ha decidido desvelar una historia que ocurrió hace tantos años y porque la ha elegido a ella como destinataria de su confesión.
Como os decía más arriba, El confidente es un libro que me ha gustado mucho y por eso tengo bastantes cosas que contaros, empezaré como siempre por la estructura. Aunque no hay una división marcada podemos diferenciar dos partes, una primera en la que destaca una de las mujeres protagonistas, Annie y la segunda mitad que pasa a la otra mujer, a quien conocemos como la señora M. Ambas están escritas con un estilo ágil, de frases muy cortas que hacen que la lectura sea rápida, más teniendo en cuenta que la letra es bastante grande.No hay capítulos numerados propiamente aunque sí hay divisiones internas sobre todo en la primera parte que contiene más narradores, ya que en el caso de la señora M. la narración es continua hasta que vuelve a tomar la palabra Camille para contarnos el final.
Toda la historia está contada en primera persona aunque cambiando la voz narrativa a cada uno de los protagonistas. En la primera mitad por una lado tenemos las partes que escribe Camille que son las más cortas y va exponiendo la recepción de las cartas y lo que siente con cada una, las conclusiones que va sacando y cómo va relacionando los hechos con su propia vida. Para poder diferenciarlas se han maquetado con otro tipo de letra.Junto a la narración de Camille tenemos la de Louis, que es el hombre que remite las cartas en las que recoge su historia con Annie, a la que conocía desde niño y con la que tuvo bastante contacto en su juventud. La última vez que se encontró con ella fue cuando le contó la historia que ahora él está plasmando en las cartas que Camille está recibiendo y es en estas partes cuando toma la palabra Annie para contarnos, en primera persona, lo que pasó años atrás. Así explicado parecerá un poco lioso, pero en la novela está todo muy bien enlazado y diferenciado a través de la propia maquetación, hay cambios de voz narrativa pero el lector en ningún momento se siente desorientado o perdido a pesar de estos cambios y los flashbacks al pasado.Una vez que conocemos la historia de Annie, llega el turno de escuchar la misma historia de labios de la otra mujer implicada, la señora M y esto es lo que se recoge en la segunda parte del libro.
En conclusión tenemos una misma historia pero contada desde dos perspectivas muy diferentes. Ambas narraciones comienzan en el momento en que la pareja de los M. se instala en L´Escalier, una especie de mansión situada en una finca en el pueblo de Annie y Louis. A pesar de la diferencia de edad y posición social ambas mujeres se convierten en amigas hasta el punto de que cuando la señora M le confiesa a Annie que no puede tener hijos, ésta se ofrece a tener un bebe para ella. Lo que al principio parece una locura se acaba convirtiendo en la única opción y la señora M. acepta el trato, pero la situación se complicará y las cosas no saldrán como ella había planeado.
El tema que se aborda en el libro me ha parecido muy interesante, la autora se limita a dar dos puntos de vista sobre un mismo tema pero sin adoptar una posición a favor o en contra, será el propio lector el que se posicione. Y no es una decisión sencilla, ya que las dos narraciones hacen difícil tomar una decisión. Cuando Annie nos cuenta los hechos nos ponemos en su posición y la vemos un poco como víctima, es muy difícil no empatizar con ella y sentir tristeza por una madre que se ve obligada a renunciar a su bebe, al que ha sentido crecer en su interior y con el que se ha creado un fuerte vínculo. Además la situación en la que pasa su embarazo no es de las mejores, por lo tanto acabamos odiando a la señora M. por extensión de los sentimientos de la propia Annie.
Pero en este momento llegamos a la segunda parte, nos toca oír la versión de esa mujer por la que Annie nos ha inculcado un sentimiento de desprecio en las páginas anteriores. Y las cosas cambian completamente, es imposible mantenerse impasible ante la desgarradora historia que nos cuenta. Los hechos llegan desde otra perspectiva, descubrimos cosas que Annie nos había ocultado y sobre todo escuchamos a una mujer desesperada por tener un bebe, que se siente marginada por no ser capaz, amargada y triste. Nos cuenta su lucha en soledad contra la inercia de sus órganos y los métodos que empleaba para aumentar su fertilidad, un relato estremecedor ya que por aquellos años todo era muy diferente. Ahora con una simple visita al médico y unas pruebas se puede determinar si una mujer es estéril pero en la época no había esos métodos, por lo tanto cualquier solución era bienvenida. Muchas partes de su relato me han impactado, sobre todo cuando relata los sistemas que utilizaba para aumentar su fertilidad entre ellos la fórmula de aplicarse pequeñas sanguijuelas en la vulva o los baños de asiento a 30 grados.
Las dos protagonistas femeninas tienen mucha fuerza y me han gustado por igual. Están muy bien perfiladas especialmente a nivel psicológico y es fácil empatizar con ambas, a pesar de que ninguna de ellas es perfecta, descubrimos que tienen sus virtudes y sus defectos y esa falta de perfección es lo que las hace más atractivas de cara al lector.Annie es una joven amante de la pintura, dulce y bondadosa que se ve obligada a madurar rápidamente. Pasa de ser una niña a convertirse en madre, lo que hace despertar en ella otro tipo de amor y sentimientos que no conocía. Al principio piensa que será sencillo tener un bebe del que luego se pueda desprender y su única preocupación es ser útil y conseguir devolver a la señora M. todo lo que ha hecho por ella. Pero luego el personaje va evolucionando, haciéndose fuerte y experimentando otras sensaciones, evolución que se aprecia claramente cuando es la señora M. quien toma la palabra y nos relata lo que Annie ha mantenido oculto. Entonces descubrimos una faceta más negativa, pero no lo suficiente como para despertar en el lector un sentimiento de repulsa hacia ella. Desde mi punto de vista es el personaje al que más le toca sufrir.
La señora M. es un personaje que provoca sentimientos encontrados. Por una parte da muchísima pena todo lo que cuenta respecto a su infertilidad, su vergüenza por no poder tener hijos y lo sola que se siente. En esta parte es difícil no ponerte en su lugar y sufrir por todo lo que está sintiendo, como ella misma dice cuando la naturaleza le quita la posibilidad de tener un hijo a alguien, también debe quitarle el instinto maternal. Su historia es muy dura y en ese punto la vemos con un ser débil, vulnerable y que no merece tanto sufrimiento. Pero en el momento que sabe que va a ser madre se convierte en una mujer fría, manipuladora y calculadora, despechada, con un fuerte sentimiento de odio especialmente hacia Annie y llega un punto que sientes que ya no tienes nada en común con ella.
Junto a estas dos mujeres tenemos una tercera pieza necesaria, el padre del bebe, el señor M. Es un personaje en el que no se profundiza demasiado y la idea con la que me quedo es que ambas le han utilizado para sus fines independientemente de que estén enamoradas o no de él. Por sus referencias es un hombre que tiene muy poco carácter, que se ha limitado a dejarse llevar por las circunstancias y las peticiones de las dos.
Los demás personajes secundarios aparecen brevemente, incluso de la propia Camille y de Louis tenemos pocas referencias y es difícil hacerse una idea sobre ellos, la historia los deja un poco de lado como si fueran meros instrumentos necesarios para la evolución de la narración. Este es el pequeño pero que le pongo a la novela, me hubiera gustado saber más de Camille y de la relación con su familia.
Y esta interesante historia se sitúa en un contexto histórico que aumenta el atractivo de la novela. Tiene como telón de fondo el estallido de la segunda guerra mundial y cómo afectó la misma a Francia. Aunque hay alguna referencia a los años anteriores, el punto de partida es lo que se conoce como la "Noche de los cristales rotos" cuando en Alemania el ministro Goebbels comenzó la caza de judíos y los nazis rompieron tantos escaparates y vajillas que se optó por esta denominación. Era noviembre de 1938 y a partir de entonces vamos conociendo la evolución de esta situación a través pinceladas muy bien integradas en la historia, tanto indicaciones de los principales acontecimientos que marcaron estos años como referencias a diversos hechos entre ellos los medios y campañas adoptadas por el gobierno francés para reactivar la natalidad y compensar las bajas de 1914, la censura de Giraudoux, la ejecución de Weidmann "el asesino del río Voulzie", última persona guillotinada en Francia, la boda de Sacha Ghuitry, las medidas de defensa pasiva adoptadas en 1939, el ataque por parte de los alemanes al enclave polaco de Westerplatte que marcó el comienzo de la movilización general de los franceses y la declaración de guerra de Francia al gobierno del Reich, el ataque alemán o la situación que se vivió en París hasta el final de la guerra.Todos estos hechos consiguen crear una ambientación maravillosa, ya que la información no es excesiva pero consigue que el lector conozca un poco más de la historia de esos años y sirve para aumentar el interés de la novela.
Como veis, una novela deliciosa tanto por la temática que aborda como por el periodo histórico en el que se sitúa. No es un libro que podamos calificar como thriller pero consigue mantener la intriga desde las primeras páginas y aunque parece todo bastante evidente, tienes la necesidad de avanzar por sus páginas paso a paso, al mismo ritmo que la receptora de esas cartas, para descubrir cómo encajan todas las piezas de este complejo drama familiar y qué ha sido del bebe por el que estas dos mujeres se enfrentaron. Y esto es lo que se esconde en las últimas líneas, una revelación que la autora ha conseguido mantener oculta hasta el último momento y que hace que cierres el libro con la sensación de haber leído una historia sorprendente.
FUENTES: imagen autora http://www.megustaleer.com/autor/0000931686/helne-gremillonimagen Sacha Ghuitry http://www.toutlecine.com/images/star/0005/00059164-sacha-guitry.htmlimagen ejecución Weidmann http://www.guillotine.dk/Pages/Weidmann1.html imagen noche de los cristales rotos http://www.ushmm.org/outreach/es/article.php?ModuleId=10007697
Gracias a Editorial Grijalbo por facilitarme el ejemplar