Autor: James Dashner
Editorial: Nocturna Ediciones
ISBN: 9788493801311
Páginas: 528
Año de publicación: 2010
Precio: 17,00€
«Bienvenido al bosque. Verás que una vez a la semana, siempre el mismo día y a la misma hora, nos llegan víveres. Una vez al mes, siempre el mismo día y a la misma hora, aparece un nuevo chico, como tú. Siempre un chico. Como ves, este lugar está cercado por muros de piedra… Has de saber que estos muros se abren por la mañana y se cierran por la noche, siempre a la hora exacta. Al otro lado se encuentra el laberinto. De noche, las puertas se cierran… y, si quieres sobrevivir, no debes estar allí para entonces».
Todo sigue un orden… y, sin embargo, al día siguiente suena una alarma. Significa que ha llegado alguien más. Para asombro de todos, es una chica.
Su llegada vendrá acompañada de un mensaje que cambiará las reglas del juego.
El libro puede considerarse bien hecho, tiene sus puntos "álgidos" con muchos puntos muertos, algo de acción, criaturas mecanizadas de naturaleza dudable. Pero sobre todo, goza de una narración lenta, simple, monótona, aséptica.
La situación del claro es estable hasta que llega Thomas para dar comienzo al final de todo lo que consideraban como seguro en un mundo al que se habían acostumbrado porque no tenían muchas más opciones que sobrevivir.
Toda la situación que se genera al rededor me resulta incoherente, pues el nuevo prácticamente pase a ser lugarteniente. Si iba a ser lento de desarrollo, esperaba que lo fuera en todos los aspectos a la par.
Los personajes, esos muñecos de cartón, no tienen otra cosa que hacer que ir hacia delante a ciegas, sin pensar, sin molestarte en recapitular. Pero qué iban a recapitular si la trama es nimia, se desarrolla sobre la marcha con un dramatismo que pretende llenar los huecos que dejan los demás factores.
Los diálogos se componen de ideas inacabadas, preguntas que no encuentran respuesta, ni de forma inmediata ni a lo largo del libro. Construcciones simples que transmiten ideas inconexas que resultan en una teoría que baila en el aire mientras se exponen sus cables. La acción transcurre en un espacio muy corto de tiempo y por lo que me resultó imposible empatizar con unas relaciones tan intensas generadas de forma inmediata. Aunque hay momentos en los que llego a apreciar el ambiente de desesperación que genera la tensión, la paranoia y el miedo a lo desconocido. Esos momentos de verdadera incertidumbre encomiables en medio de la amalgama de improvisación que se advierte a lo largo de toda la novela.
En conclusión, narración simple, desarrollo lento, personajes simples impulsivos e irreverentes, un libro introductorio que apenas aporta algunas pinceladas a una trilogía que parece haber nacido después del corredor del laberinto.
A pesar de que ha sido un libro que hemos cogido todos los que hicimos la lectura conjunta con mucha ilusión, parece que está maldito en este blog. Como habéis leído, a Ersla no es como si le hubiese gustado mucho, y lamentablemente mi opinión no dista de la suya.
Yo creo que uno de los mayores errores que he cometido ha sido la gran expectativa que tenía de la novela. Todo el mundo hablaba maravillas, se deshacía en halagos y buenas críticas que yo solo podía pensar que realmente merecía todo aquel bombo y platillo. No obstante, la historia que me encontré estaba muy lejos de la opinión de la mayoría.
Es cierto que he encontrado la novela, hasta cierto punto, entretenida; pero el ritmo no es de los mejores. En todas las novelas tiene que haber puntos de intensión, pero creo que esta se pasa con ellos. En mi opinión tardan mucho en "meterse en el laberinto", en ir descubriendo las cosas o encajar las piezas. Tanto es así que parece que el lector va dos novelas adelantado a los personajes, y esto (innegablemente) ralentiza el ritmo de la lectura.Si a esto le añadimos el escaso factor sorpresa que he encontrado, El corredor del Laberinto está condenado al fracaso. El final no me ha parecido tan de infarto, quiero decir, era algo que ya sabía desde el principio... y si bien es cierto que no con toda la seguridad, sí había unas buenas sospechas argumentadas.
Afortunadamente, no todo es malo en la novela y es que ha habido un punto que me ha encantado, y es la creación de un léxico nuevo. Ahí Dashner ha dado en el clavo porque este tipo de cosas lo que hace que, de algún modo, la historia en sí destaque. Como este es un tema que a mí me toca de cerca, no me importa admitir que la novela ha logrado el aprobado gracias a eso.
A grandes rasgos no hay mucho más de qué hablar, puesto que El corredor del laberinto me ha parecido más una novela introductoria que un libro en sí mismo. No estoy segura de que me interese saber qué va a pasar, porque me lo puedo imaginar, pero de momento no descarto hacerme con la segunda parte y darle una oportunidad.
En resumidas cuentas, El corredor del Laberinto es una novela lenta, con una trama predecible y una historia a medio hacer.