Buenas!!!Esta vez no he sido tan tardona. Os dejo hoy la reseña de la segunda parte de la Trilogía del Ganador. Libro que me gustó muy mucho, más que el primero. Sin más, os dejo que la leáis por vosotros mismos, y si queréis dejar un comentario, bienvenido sea!!
Sinopsis
Seguir a tu corazón puede ser un crimen. La boda de un miembro de la realeza es el sueño de muchas chicas. Implica una celebración tras otra: bailes, fuegos artificiales y diversión hasta el amanecer. Pero para Kestrel significa vivir en una jaula en la que ella misma se ha metido. Kestrel está convirtiéndose en una maestra del engaño. Ha empezado a hacer de espía en la corte. Si la descubren, su país la considerará una traidora. Sin embargo, debe encontrar el modo de cambiar su despiadado mundo… y, en el proceso, está a punto de descubrir un espeluznante secreto.
Datos
Título: El Crimen del Ganador (Trilogía del Ganador 2)
Autora: Marie Rutkoski.
Editorial: Plataforma Neo.
Número de páginas: 392.
Precio: 16,90 euros.
Opinión personal
Tenía muchas ganas de continuar la Trilogía del Ganador. El primer libro me gustó mucho y se quedó muy interesante.
En este caso, la acción de la historia se traslada a Valoria. Dejamos a Herrán como territorio independiente pero dentro del Imperio Valorio, y ahora Arin es el Gobernador y Kestrel está prometida con el heredero a la corona, el príncipe Verex.
Kestrel y Arin no se han visto desde que ella llevara redactadas las normas del nuevo tratado. Arin no sabe qué la ha llevado a ser la prometida del príncipe y ella no tiene oportunidad de decírselo.
Con todo esto, el tablero de juego tiene una más que peculiar situación. Las cosas están muy delicadas con las relaciones con la colonia del país herraní, pero como forma parte del imperio, los valorianos invitan a su Gobernador (Arin) a un baile imperial, donde, por supuesto, Kestrel estará. Los herraníes se siguen viendo, por parte de los valorianos, como esclavos, aún no gozan de su estatus de libertad, pero aún tienen representación en el corazón de Valoria. Arin prefiere no ver a Kestrel, por lo que declina la oferta para ir al baile y prefiere enviar a un emisario en su lugar, aunque ese “no”, quizás no sea su última palabra…
Por su parte, Kestrel no tiene buena relación con Verex. Ella parece la elegida de su padre sobre él, como si fuera su “hija”. Este personaje me ha gustado mucho, porque creo que tiene sus razones para recelar de Kestrel, y conforme avanza la novela, vas conociendo su verdadero yo, y que, aunque en un principio parece un pelele poco inteligente, es más de lo que realmente su padre cree.
Por su parte, el Emperador siempre ha tratado bien a Kestrel. A mí particularmente, en el primer libro, como solo sale al final, me pareció una marioneta al servicio de los planes de Kestrel para diezmar los daños sobre Herrán, pero en este libro he descubierto que es un personaje verdaderamente peligroso; su personalidad parece una cuchilla de doble filo y Kestrel tendrá que jugar muy bien sus cartas con respecto a él. Sigue siendo una prisionera dentro de una jaula de cristal, y volverá a jugarse el cuello por el bien de Herrán.
Además de esto, hay más escenas de acercamiento entre Arin y Kestrel, algo que eché de menos en el primer libro, pero pongo un contra: Kestrel es demasiado correcta y me hubiese gustado que se hubiese dejado llevar un poco más por sus verdaderos sentimientos…
Como dije en la reseña de “La Maldición del Ganador”, el amor no es el centro argumental de esta novela, aunque, después de todo, lo que pasa sea por amor. En este caso, me ha gustado más el trasfondo con el que juega la historia: hay intrigas palaciegas, secretos de aquí y allá que cuando se han revelado me han dejado con la boca abierta; no me los esperaba, y por eso verdaderamente me gusta esta saga, porque sabe satisfacer mi intriga con el contexto en general y no depende del “amor” solamente.
En este libro nos adentraremos también en las tierras del este, terrenos que el general Trajan intentará conquistar para el Emperador.
El vocabulario me parece adecuado a lo que se está contando. Marie Rutkoski sigue hechizando con su escritura en tercera persona; en esta ocasión no he encontrado palabras raras (entiéndase “raras” algo que yo creo un poco fuera de contexto), solo quizás una frase de Arin, que en realidad me ha hecho mucha gracia: “A la mierda el imperio”(para mí es más propio de alguien actual y no de la época de los romanos, aunque no sean romanos propiamente dicho, pero solo es mi opinión).
Sobre esto, creo que es digno de mencionar que la perspectiva de Arin en la narración es más amplia; es decir, vemos más cosas desde su punto de vista, y es algo que también me ha parecido muy bien por parte de la historia.
Kestrel sigue en su línea, poniéndose en peligro por lo que cree justo, pero también tiene sentimientos contradictorios precisamente por su posición en el juego imperial.
Jess es otro personaje que creo que da un giro radical con respecto del primer libro; no sale mucho, como Ronan, pero es un punto de inflexión que causa un antes y un después en la vida de Kestrel.
No puedo decir mucho más, salvo que, siguiendo la línea de la portada anterior, me encanta esta segunda (me pregunto por qué no habrán cruzado las letras aquí también por toda la portada, como en la primera entrega), la historia ha evolucionado a mi parecer muy bien (el final se queda más interesante que el primero) y estoy deseando tener el tercero en mis manos!!!
¿Qué más os puedo decir? Pues que si aún no habéis leído esta saga, ¡no sé a qué esperáis!
Es cierto que el primer libro quizás deje algo que desear (he visto que no a todo el mundo le ha convencido como a mí) pero os aseguro que el segundo es muchíííísimo mejor!
Espero que os animéis a leerlo y me comentéis qué tal ha ido la lectura ;)