Título: El cuaderno de MayaAutor: Isabel AllendeEditorial: Plaza & Janés EditoresNº de Páginas: 448Año de Edición: 2011ISBN: 9788401352072SINOPSIS DE LA EDITORIAL:
«Soy Maya Vidal, diecinueve años, sexo femenino, soltera, sin un enamorado, por falta de oportunidades y no por quisquillosa, nacida en Berkeley, California, pasaporte estadounidense, temporalmente refugiada en una isla al sur del mundo. Me pusieron Maya porque a mi Nini le atrae la India y a mis padres no se les ocurrió otro nombre, aunque tuvieron nueve meses para pensarlo. En hindi, maya significa “hechizo, ilusión, sueño”, nada que ver con mi carácter. Atila me calzaría mejor, porque donde pongo el pie no sale más pasto. Mi historia comienza en Chile con mi abuela, mi Nini, mucho antes de que yo naciera, porque si ella no hubiera emigrado, no se habría enamorado de mi Popo ni se habría instalado en California, mi padre no habría conocido a mi madre y yo no sería yo, sino una joven chilena muy diferente.»
Nació en Lima mientras su padre se desempeñaba como embajador de Chile en Perú. cursó estudios de periodismo. Mientras se iniciaba en la escritura de obras de teatro y cuentos infantiles, trabajó como redactora y columnista en la prensa escrita y la televisión.
La casa de los espíritus (1982), es su primera novela y su obra más conocida. Más tarde fue adaptada tanto al cine con el mismo título por Bille August como al teatro. Otras novelas suyas son De amor y de sombra, Eva Luna, Cuentos de Eva Luna, El Plan Infinito, Hija de la fortuna o Retrato en Sepia.
IMPRESIONES: Me estrené con Isabel Allende cuando tenía 19 años y, desde entonces, he leído de ella muchas de sus novelas. Se convirtió en una escritora imprescindible para mí, pero después de Hija de la Fortuna y Retrato en Sepia, no había vuelto a leer nada de ella. La primera, como no, fue La Casa de los Espíritus: una novela que trataba de una saga familiar y que resumía la historia de Chile. A partir de entonces, sus novelas tienen mucho que ver con aquella, sin duda. Es como si la homenajeara cada vez que escribe una historia nueva. Y esta de El cuaderno de Maya, no iba a ser la excepción. No era un libro que me llamase especialmente la atención, pero como lo vi el otro día en la biblioteca, decidí llevármelo para casa. Y, bueno, el resultado, no ha podido ser mejor, ya que me ha gustado muchísimo y me ha sorprendido bastante. Sabía que era de una chica alocada y que había caído en los submundos de la drogadicción. Y sí, todo eso hay, pero dentro también hay la historia de una familia, la de un país y la de unos personajes de lo más apasionantes. Todo muy en la línea de la genial Isabel Allende. Como no podía ser de otra manera, El cuaderno de Maya es una novela en forma de diario de la joven Maya Vidal, quien cuenta en primera persona cómo el destino la llevó a una isla situada en los confines de Chile (la tierra de su abuela paterna). Así, la historia va intercalando el presente y el pasado para tejer poco a poco la historia de Maya (que aunque breve en el tiempo, sí es muy extensa en cuanto a experiencias se refiere). Maya Vidal fue criada por sus abuelos paternos, a los que adora. Tras la muerte de su abuelo (Popo), Maya se pierde en sus penas y es ahí donde empieza su declive como persona. A partir de entonces, su vida se convierte en una continúa carrera de obstáculos, llegando incluso a conocer a lo peor de la sociedad y a caer en los peores vicios. Tras ser recuperada por su familia, su abuela (Nini) decide llevarla a la Isla de Chiloé, situada en el sur de Chile junto con Manuel Arias, un anciano entrañable (aunque algo cascarrabias) que había sido amigo de juventud de su abuela. Y es ahí donde empieza a escribir su diario, a petición de su abuela (a la que no es fácil llevar la contraria). Al principio le cuesta vivir tan alejada de todo, pero el día a día en esa pequeña isla, le hará establecer unos lazos enormes de amistad con cada uno de sus vecinos. Incluso conocerá el amor, con un joven americano que cae casualmente en la isla. Ese pequeño exilio involuntario para ella le hará descubrir muchos secretos de su familia, por lo que a parte de suponer una especie de rehabilitación en su alocada vida, también le va a hacer conocer mejor su pasado y encontrarse con sus raíces. Isabel Allende crea nuevamente una historia llena de personajes apasionantes con algún punto de fantasía que otro. Maya es el hilo conductor de la historia y con la que es imposible no empatizar. Otra cosa es sentirse identificado o no con ella (yo sólo lo hice en un determinado momento de su vida) pero es una chica que le pasa de todo. Desde su precipitado acogimiento de sus abuelos con los que vivirá una infancia de lo más normal hasta una adolescencia tormentosa (debida a la muerte de su abuelo, que para ella era como su padre). En este sentido no sabía muy bien con qué me iba a encontrar. Sé que Isabel Allende conoce bien este mundo, ya que los 3 hijos de su ex marido cayeron en esa horrible adicción, pero me ha sorprendido ver por dónde van los tiros en cuanto a la vida de Maya se refiere. El destino la lleva a mezclarse con la mafia y con personas que ella no sabe ni quiénes son realmente.
Otros personajes protagonistas son sus abuelos Popo y Nini. Popo es un astrónomo a la que su abuela conoció en Canadá y que Maya adora incluso después de muerto. Popo dará el toque mágico a la novela, ya que su espíritu anda por ahí muchas veces y es percibido por Maya. Nini es una mujer muy especial. Para mí, es el personaje mejor logrado de la novela, ya que lo mismo te puede parecer encantadora como insoportable. Tiene un genio muy endemoniado y es aficionada a las prácticas esotéricas. Según ella todos nacemos con unas cartas ya determinadas y que es cosa nuestra el saber jugarlas bien o mal. A mí esta teoría me gustó y no me parece mala idea. Prefiero eso a pensar que toda nuestra vida está determinada ya de ante mano.
Por último, tenemos a Manuel Arias, el anciano que vive con Maya en sus peculiares vacaciones en Chile. Con él establece una enorme amistad, a pesar del complicado carácter que en principio parecer tener Manuel. Es un hombre que parece que oculta parte de su pasado, del que parece que ni él mismo se puede acordar. Será Maya la que tirando de la madeja, dará con qué es aquello que a Manuel le atormenta tanto y que no le deja a veces ni dormir... Y sí, El cuaderno de Maya es una novela de secretos donde muchas veces nada es lo que en principio parece. Empezando por la propia Maya, que a medida que conozcamos su agitada vida, veremos por qué su destino la lleva a esa isla tan alejada del mundo...También su familia esconde secretos, que serán desvelados al lector a lo largo de la novela. Algunos de ellos te dejan con la boca abierta, ya que no son de los que te esperas en ningún momento. Pero no sólo es una novela de secretos familiares, si no que también en ella encontramos muchas aventuras de la mano de Maya Vidal. Aventuras, pero no de las divertidas, precisamente. Tras caer en vicios en su primera juventud, su vida se convierte en un periplo de correrías, que la llevan a centros de rehabilitación de los que huye para caer con lo peor de la sociedad. Por su camino, aparecerá gente de lo más diversa y hay un personaje que nos engañará a todos (incluido el lector).Como veis, es una novela de giros inesperados en cuanto a su trama como a sus personajes. No se trata, por tanto, de una historia previsible. El cuaderno de Maya es una novela totalmente entretenida, con un ritmo pausado pero ágil a la vez en el que encontramos secretos familiares, traiciones, engaños, amistades, y, por supuesto, amor en todos los sentidos. Y, como ocurre en la mayoría de las historias de la autora chilena, hay una parte dedicada al golpe de estado de Chile ocurrido el 11 de setiembre de 1973. Un hecho que a la escritora le marcaría, sin duda, ya que la llevaría a la exilio durante muchos años. Nuevamente Isabel Allende nos sumerge en una novela donde se mezclan la realidad y la fantasía. Y en ella encontramos unos personajes de lo más variopintos y perfectamente dibujados a los que cojemos mucho cariño.
CONCLUSION:
Es evidente que la novela me ha gustado. Es una novela para disfrutar y aunque no sea para devorar en unas sentadas, con ella no te aburres en ningún momento. Nuevamente, Isabel Allende no me ha decepcionado y ha sido un placer reencontrarme con ella después de tanto tiempo. MUY RECOMENDABLE.