Queridos lectores:
Todos tenemos en mente algún escritor al que aún no hemos leído pero de quien todo el mundo habla maravillas. El mío (o la mía, correctamente hablando) hasta hace muy poco era Alice Kellen. (Si os gustan las novelas románticas comprenderéis que mi caso era grave). Alice Kellen es una de las diosas de las historias bonitas-dramáticas-románticas (lo dice la Comunidad Lectora que encontraréis en cualquier cuenta de bookstagram/blogger/twitter/lo que uséis). Así que después de unos cuantos años me lancé a leer uno de los títulos que más gusta a los lectores.
Edición: Titania
ISBN: 9788416327393PVP: 16€
Un chico con el corazón de hielo.
Una chica que huye de sí misma.
Dos destinos que se cruzan.
Heather cree que solo hay tres cosas que sabe hacer: atraer problemas, salir huyendo y correr. Así es como termina en Alaska, en un pequeño pueblo perdido, trabajando de camarera mientras intenta llevar una vida nueva y tranquila. Su único problema es que uno de los dueños del restaurante parece odiarla y que ella nunca antes ha conocido a nadie que despierte su curiosidad. Nilak es reservado, frío y distante, pero Heather puede ver a través de todas las capas tras las que se esconde y sabe que en ocasiones hay recuerdos que pesan demasiado; como los de sus propios errores, esos que intenta dejar atrás.
Pero, a veces, la vida te da una segunda oportunidad.
La nieve empieza a derretirse.
Y todo encaja.
Esta obra es una auténtica delicia para los lectores que disfrutamos de una buena historia romántica. Alice Kellen ofrece un new adult cuya forma de narrar, describir y plasmar hace que esta novela sea tan especial.
Aunque hasta ahora he mencionado únicamente el término "romántico", no es el único elemento que se desarrolla a lo largo de la trama. Un punto que me ha gustado es el de las amistades. La autora habla sobre las buenas y malas compañías, la enorme influencia que generan en uno mismo (y que a veces es difícil darse cuenta del daño que pueden producir). No he leído muchos libros que traten este tema (al menos al nivel de relevancia que adquiere en este caso), así que Kellen me ha sorprendido al introducirlo.
Otro aspecto que suma puntos a favor es la ambientación. Alice juega con la descripción de un pueblo pequeño de Alaska, de sus habitantes, de su vocabulario y de otro elemento que tampoco esperaba encontrar: canicross, un deporte típico de la región. Este último es mucho más importante de lo que podáis imaginar. Consiste en correr al lado de un perro, unidos por una correa. En relación a este tema entra en acción cierto personaje que, personalmente, me encantó.
–¿Eso piensas? ¿Que me pareces menos atractiva por todo lo malo que me has contado sobre ti? –Asiento lentamente y bajo la mirada–. Dios, Heather, no es eso. No. Jamás te juzgaría por algo que ya has hecho y por lo que además te arrepientes. Cuando te miro solo veo a alguien muy humana, real, que no esconde sus errores. ¿Sabes cuánta gente está dispuesta a admitir su defectos con tanta sinceridad? Casi nadie.No obstante, la guinda del pastel son los personajes. Cada uno es diferente y único. No solo los protagonistas, Heather y Nilak, sino también los secundarios como Seth, Naaja, Sialuk, John… A través de ellos se cuenta la historia, pero además se muestra gratitud, hospitalidad, perdón, templanza. Si estáis atentos, esta novela ofrece multitud de mensajes.
En conclusión, El día que dejó de nevar en Alaska es una maravilla en mayúsculas. Una historia de aprender a seguir adelante, pasar página y dejar atrás el pasado. Unos personajes que dejan huella en tu corazón. Una increíble historia de amor que se va ensamblando muy despacio. Una novela que no podré dejar de recomendarla.
Espero que os animéis a leerlo y, si ya seguís a la autora desde hace tiempo, estaré encantada de leer vuestras recomendaciones ;)
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