Título: El dios asesinado en el servicio de caballerosAutor: Sergio Sánchez MoránEditorial: Fantascy ISBN: 9788415831860Páginas: 336Año de publicación: 2016Precio: 14,90€
Verónica Guerra, alias Parabellum, se acaba de encontrar el cadáver de un dios griego en el maletero del coche y no recuerda qué hace ahí. Pero Verónica es detective paranormal y eso no es lo más raro que ha visto.
Todo apunta a que ha sido apuñalado en un caso más de peleas de bandas entre panteones mitológicos y mucha gente parece interesada en que no lo remueva más de lo necesario. A Verónica le gusta su trabajo y un misterio así puede ser difícil de ignorar; aunque quizá no tanto cuando hay facturas que pagar y otros casos que resolver.
El problema es que tras el descubrimiento del cadáver los acontecimientos se precipitan, con el riesgo de que dos facciones divinas acaben declarándose la guerra en pleno centro de Barcelona. Verónica tendrá que vérselas con valkirias, vampiros, fantasmas y duendes irlandeses y evitar acabar siendo convertida en piedra si quiere resolver el caso. Y todavía debe sacar tiempo para llevar su coche a pasar la ITV.
No es una semana fácil para Verónica. Pero nadie dijo que ser detective paranormal fuera un trabajo fácil.En esta nueva experiencia nos encontramos con Parabellum la detective paranormal que necesita pagar esas cosas tan temidas por todos los españoles, las facturas. Para ello se enfrenta a todo tipo de criatura paranormal que ose dar problemas o ser mítico que los tenga por solucionar. A golpe de ironía y accidente descabellado Parabellum nos acompañará a conocer la vida a oculta de Barcelona donde viven a sus anchas los mitos que han poblado las fantasías de dioses, monstruos y enanos malhablados.Veronica, alias Parabellum, es una mujer con pareja y una vida relativamente normal hasta que llega a su despacho como detective privado y da inicio a su día a día.Esta novela espero que sea la primera entrega de los muchos y entretenidos encuentros que voy a tener con Parabellum, la detective paranormal.Supongo que lo primero que me llamó la atención en el relato es que la acción se desarrolla en Barcelona y gracias a un par de autores he tenido el placer de conocer un pizca esta ciudad a través de sus obras y me siento muy cómoda en esta ubicación.La ambientación es un tema distinto, se trata de seres mitológicos que viven ocultos entre nosotros, conviviendo durante siglos con los efímeros humanos y eso apenas les afecta en absoluto. Moran no ha obviado la labor de humanización de sus reelaborados mitos pero sí ha pasado por alto numerosos detalles en favor de mantener el espíritu por el que se conoce a la mayoría de sus apariciones. Quizá decir apariciones sea ser demasiado generoso en algunos casos, pues no son más que cameos.En ocasiones da la sensación de haber querido condensar absolutamente todo en esas trescientas páginas y algunos personajes necesitaban más. Mientras que otros, evidentemente, se desplazaban con holgura entre la trama la ambientación ganando el espacio de los diálogos ingeniosos y superfluos que hacen las delicias de los necesitados del humor.Porque el humor es lo que une toda la amalgama de ingredientes que ha reunido Moran en su historia. El pilar de esta novela sin duda encarnado por su protagonista, una Parabellum decidida a matar o morir en un ataque de risa si no hay un encuentro descabellado antes de cada exhalación.La trama es sencilla, simple pero con encanto, por lo menos el suficiente como para que podamos dejarlo pasar inadvertido mientras nos concentramos en la risa fácil o la risa empática o, por qué no, con el desfile mitológico que hace su entrada en la ahora hilarante ciudad de Barcelona. Puedo decir sin mucho temor a equivocarme que la trama principal es el complemento idóneo para el resto de elementos que son los verdaderos protagonistas.Las tramas secundarias que permiten a los personajes dar dinamismo y ritmo ágil a la novela son entretenidas y están bien tratadas pero nada deslumbrante. Sin abandonar el humor, por supuesto.Los personajes tienen sus rasgos distintivos, pero no se alejan mucho de ser exageraciones de estereotipos que, una vez familiarizados con ellos, transmiten con mucha facilidad al lector lo que produce una reacción en cadena: humor cercano al público, trama sencilla con elementos muy muy familiares, gran dosis de nostalgia por una conjunción de mitos archiconocidos pero reinterpretados con ese tono irónico y por último humanidad por todos lados.No quiero pensar en esta novela como simple y entretenida, quiero idealizar un poco porque me he reído he estado en tensión he experimentado intensas emociones gracias a Parabellum y a sus numerosos acompañantes. Prima pues la conseguida comunión de ideas con el lector y lo fácil que ha resultado meterme en esta historia. Sí, no es una gran obra, pero una novela que cumple su función muy bien su función más que digna de experimentar.