Título: El don de la lluvia
Autor: Tan Twan Eng
Editorial: Berenice
Número de páginas: 528
ISBN: 9788496756991
Precio: 6 €
Puntuación: 9,5
Penang, Malasia, 1939. Phillip Hutton es un chico solitario y desubicado, mitad inglés y mitad chino, que siempre se ha sentido fuera de lugar tanto en la comunidad británica como en la china. Una amistad ocasional con un diplomático japonés, el enigmático Hayato Endo, le descubre un nuevo mundo al que sí le gustaría pertenecer. Endo lo acoge como discípulo y le enseña las técnicas del aikido, un tipo de arte marcial, así como la lengua y cultura japonesas. Por primera vez, Phillip se siente atendido y corresponde a su sensei, al que profesa auténtica devoción y al que debe lealtad total. Sin embargo, esta relación le hará pagar un alto precio.Cuando los japoneses invaden Malasia, tratando de destruir a su familia, su país y todo cuanto ama, Phillip descubre que Endo se debe a los suyos y a sus obligaciones, y que su amado maestro ha estado ocultando un secreto devastador.La verdad es que me resulta difícil escribir esta reseña. Hay libros de los que me resulta muy fácil hablar, decir las cosas que me gustaron y las que no, pero con El don de la lluvia me pasa que creo que la reseña no le va a hacer justicia, y me cuesta encontrar las palabras para describir lo bello que es este libro.
El año pasado leí El jardín de las brumas de este autor, libro que se convirtió en uno de mis favoritos del año. El don de la lluvia tiene bastantes elementos en común: una historia ambientada en Malasia durante la IIGM, contada a dos tiempos y que gira en torno a la especial relación que se establece entre alumno y maestro.
Para mí, decir que la trama de la que parte El don de la lluvia se parece mucho a El jardín de las brumas no es algo malo, al revés. Me he vuelto a encontrar en este libro todos los elementos que me enamoraron del anterior, aunque a medida que avanza el libro uno se da cuenta de que son historias muy diferentes y que siguen cursos totalmente distintos. Pero bueno, dejemos las comparaciones y vayamos al meollo de la cuestión.
Este libro está dividido en dos partes. La primera mitad es más lenta y tranquila y en ella se nos presenta a Phillip, nuestro protagonista. Phillip es un adolescente que todavía no ha encontrado su lugar en el mundo. Sin embargo, todo cambiará cuando conozca a Endo-san, un japonés que le ensañará artes marciales, a manejar la espada, a meditar y la filosofía de vida japonesa. Durante esta primera parte se van construyendo las relaciones entre Phillip y la gente de su alrededor. Por supuesto, Endo-san tiene muchísima importancia y los momentos entre ellos son maravillosos, lo que más disfruté del libro. Pero también tiene mucha importancia la familia de Phillip: poco a poco, se va a acercando a su padre, a su abuelo y a sus hermanos. Esta es una parte llena de sentimientos, que avanza poco a poco, que se centra en los personajes y en los vínculos que se establecen entre ellos.
En la segunda mitad, estalla la guerra, y llega el drama y la tragedia. Esta parte se lee muchísimo más deprisa, se devora. Tampoco es que haya muchísima acción, pero el desastre es inminente y tú, como lector, sabes que esta historia no puede acabar bien de ninguna manera. Es una parte mucho más cruel, en la que ves sufrir a los personajes y les ves tomar decisiones muy difíciles. En esta segunda parte, Phillip está totalmente dividido entre Endo-san y su familia, y eso es algo que le parte el corazón.
Este autor lo ha vuelto a conseguir. Ha vuelto a enamorarme con su manera de escribir: pocos libros conozco que estés escritos de forma tan bella y poética, que consigan que cada frase cuente y se quede grabada, que te sumerjan tanto en la cultura y en los paisajes de Malasia. Leer este libro es una delicia, es uno de esos libros que cada página se saborea y se disfruta, que se leen sin prisas.
De verdad que no puedo sacarle ninguna pega a El don de la lluvia, creo que es un libro con una enorme calidad literaria en todos los aspectos: en el contexto histórico, en las descripciones, en los personajes. No falla en nada. Además, algo que me ha pasado tanto con este libro como con El jardín de las brumas es que son libros que, cuanto más tiempo pasa, más me gustan. No son los típicos libros que los lees y al mes te has olvidado de ellos, todo lo contrario. Estos libros tienen el raro poder de quedarse durante mucho tiempo en mi memoria, de estar presentes aunque pasen los días, de ir descubriendo y recordando cosas que me gustaron de la historia tiempo después de haberla leído.
El don de la lluvia es la segunda novela que leo de este autor y la segunda que me deja impresionada por lo buena que es.Sigue el mismo estilo que la anterior: una novela histórica, ambientada en Malasia, narrada a dos tiempos, con un aire melancólico y con una escritura muy hermosa que me ha causado muchísimos sentimientos.