Queridos lectores:
Nos encontramos a mediados de noviembre; tan solo queda un mes y medio para finalizar este año tan… raro. Esto quiere decir que enseguida nos pondremos todos a hacer un balance de las lecturas, cuál fue la mejor, la peor, la que más nos sorprendió, etc. Bueno, pues hoy comparto con vosotros la reseña de un libro que, en lo que llevamos de año, ha sido con diferencia mi mejor lectura. Se trata de El enigma de la habitación 622, la última novela de Joël Dicker (y mi primera lectura del autor).
FICHA TÉCNICATítulo original: L' Énigme de la chambre 622Autor: Jöel DickerTraducción: María Teresa Gallego Urrutia, Amaya García GallegoCategoría: IndependientePáginas: 624Género: Novela negra Edición: AlfaguaraISBN: 9788420439389PVP: 22,90€Una noche de diciembre, un cadáver yace en el suelo de la habitación 622 del Palace de Verbier, un hotel de lujo en los Alpes suizos. La investigación policial no llegará nunca a término y el paso del tiempo hará que muchos olviden lo sucedido. Años más tarde, el escritor Joël Dicker llega a ese mismo hotel para recuperarse de una ruptura sentimental. No se imagina que terminará investigando el viejo crimen, y no lo hará solo: Scarlett, la bella huésped y aspirante a novelista de la habitación contigua, lo acompañará en la búsqueda mientras intenta aprender también las claves para escribir un buen libro.El escritor suizo nos sitúa en la época actual. Debido a problemas personales decide hacer una escapada y viajar a Verbier, una localidad situada en el Cantón del Valais. Una vez en el hotel (Palace de Verbier) llama su atención la extraña numeración de una habitación, pues no sigue la misma pauta que el resto. Intrigado, intenta averiguar cuál es la razón de tal detalle. De repente, se verá inmerso en una investigación de un asesinato que ocurrió hace varios años en el Palace, la cual nunca concluyó con la principal incógnita: quién fue el asesino.
Tenemos ante nosotros una novela diferente, original. No es el típico thriller policíaco en el que hay un crimen y la trama se centra en su resolución, persiguiendo a sospechosos, lidiando con los malos y con algún detalle de la vida privada del investigador. Y las razones son varias: por un lado, sabemos que se ha cometido un asesinato (la sinopsis lo desvela). Sin embargo, desconocemos quién es la víctima. De hecho, este misterio que habitualmente ya se aclara en el primer capítulo de otra novela cualquiera, no se descubre hasta muy avanzada la trama (muy mucho). Por otro lado, aunque parezca que el núcleo de la trama es ese asesinato, en realidad es la historia de los personajes que posteriormente se verán implicados en mayor o menor medida, la que lleva la batuta. Es decir, el autor desarrolla un complejo argumento que desemboca en la muerte de cierto personaje; no es el asesinato el que origina el argumento de la historia (lo más común en el género de novela policíaca). Hay otro motivo que, personalmente, me ha parecido que aporta originalidad a la obra: el juego de narradores. El narrador principal (por denominarlo de algún modo) es en primera persona, la voz del personaje "El Escritor", el propio Joël Dicker. Es el Escritor el que se traslada a Verbier y empieza a indagar en el pasado. El narrador secundario es en tercera persona y narra la historia del asesinato. Así se distingue entre la "actualidad" (Dicker como personaje investigando un asesinato) y el "pasado" (lo que sucedió en Verbier unos cuantos años atrás).
A partir de ese narrador secundario conocemos a una serie de personajes: Macaire, Anastasia, Levovitch, Sinoir Tarnogol… Todos ellos deliciosamente pulidos, tanto que podría afirmar que he llegado a conocerlos a fondo. La historia del crimen abarca un periodo bastante amplio de tiempo (más de quince años de sus vidas), esto podría dificultar el desarrollo detallado de los hechos y de los propios personajes; para mi sorpresa, no ha sido así. Además de la ficción, Dicker incluye aspectos que te hacen reflexionar: la influencia de la figura de los padres sobre sus hijos, el origen de cada uno (me refiero tanto a nivel económico como personal), el esfuerzo por formarte un futuro mejor, las relaciones de pareja... Todo esto lo vamos experimentando a la vez que los personajes.
–El hombre que sabe hacerla reír sabe hacerla vivir, pues no hay sentimiento más hermoso –le dijo Sol una mañana. –¿Y eso por qué? –contestó ella, divertida.–Porque la risa tiene más fuerza que todo lo demás, más incluso que el amor y las pasiones. La risa es una forma de perfección inalterable. Nunca te arrepientes, se vive siempre con plenitud. Cuando acaba, siempre te quedas satisfecho y te apetece más, pero no la pides. Inlcuso el recuerdo de la risa siempre es agradable.-Pág. 224-Antes de sumergirme en el libro, había escuchado que esta es la novela más personal del escritor. A pesar de no haber leído nada suyo antes, me lo creo. Dicker aporta consejos sobre cómo escribir una buena novela (no hace falta decir que lo hace desde la humildad, no con aires de grandeza), homenajea a su editor, fallecido en 2018, Bernard de Fallois. Cuenta cómo lo conoció, el apoyo que recibió de él a lo largo de su trayectoria literaria. Cómo le echa de menos, no solo en el papel de editor, sino en papel de amigo. Me pareció un acto muy bonito por su parte.
Como véis, no he explicado apenas de qué trata en general. Quiénes son Anastasia, Macaire... Todo eso os lo dejo a vosotros, es algo que cada lector debe descubrir por sí mismo.
En conclusión, El enigma de la habitación 622 es una lectura para empezar y no parar hasta el final. Una novela de calidad, con unos personajes construidos con esmero, una historia enrevesada pero muy bien dirigida, un acabado impecable. Si os gusta el género de literatura negra, o queréis empezar con él, si os apetece leer algo que os seduzca hasta tal punto de no querer abandonarlo, entonces esta es la novela perfecta.
Esto ha sido todo por hoy. ¡Como siempre, estaré encantada de leer vuestra opinión en los comentarios!