Reseña: El ermitaño, de Thomas Rydahl

En una árida playa de la isla de Fuerteventura aparece, en el maletero de un coche, el cuerpo sin vida de un bebé. No hay restos del conductor, no hay huellas, no hay denuncia, no hay, pues, caso. La policía quiere cerrar la investigación para evitar otro escándalo Madeleine. Pero no cuentan con Erhard, al que todos conocen como «el ermitaño»: tiene setenta años, nueve dedos, lleva casi veinte años de taxista en Fuerteventura, es afinador de pianos en sus ratos libres, un loco del jazz, algo bebedor, vive con dos cabras y, en sus momentos de relax, se sienta en una sillita plegable que lleva en el maletero del taxi a devorar novelas. Es peculiar, solitario, muy observador y tiene un pasado oculto.
Como la policía quiere dar carpetazo al caso sin apenas indagar, Erhard decide tomarse la justicia por su mano y honrar al bebé descubriendo lo que ha sucedido en realidad. El hombre mayor, ya de vuelta de todo, desaparece: ahora Erhard sólo quiere justicia y no se doblegará ante nada ni ante nadie para llegar al fondo de la cuestión.

   Creo que muchos de nosotros nos dejamos llevar por las primeras impresiones en referencia a los libros y esto es lo que me ha pasado con El ermitaño, su portada me llamaba muchísimo y siendo una novela negra de un escritor nórdico pero ambientado en España ya me dije que tenía que leerla sí o sí. Además, viene avalada con el Premio a la Novela Negra de Dinamarca de 2015 y creo que esa fue la puntilla para decidirme por ella. ¿Qué puedo sacar de conclusión de esto? Fue un craso error y una pequeña decepción porque me esperaba mucho más de ella.
   La historia comienza con un bebé sin vida en el maletero de un coche en la playa de Fuerteventura, pero no hay rastro de nadie más. La policía decide cerrar el caso porque no quiere escándalos y que afecte al turismo de la zona y aquí es cuando entra nuestro protagonista, Erhard, un taxista local que está dispuesto a resolver el caso sea como sea para que salga la verdad a la luz.
   Los capítulos de toda la novela son bastantes cortos y lo que en principio presume de ser una lectura ágil y ligera no lo es tanto. Durante todo la novela el autor divaga en cuestiones secundarias que entorpecen al lector y pese a que la información se nos da poco a poco, no tenemos la suficiente para que la historia arranque como es debido. Estoy acostumbrado a novelas negra con un ritmo un poco más trepidante por decirlo de alguna manera, pero esta es mucho más pausado y en ocasiones se me ha hecho pesada.
   Las escenas no son nada desagradables o sangrientas, son bastante light para lo que estamos acostumbrados por lo que no esperéis grandes sustos o rictus de asco en la cara. Uno de los aspectos que más me ha gustado es que toda la trama se desarrolle en España y no en un país nórdico, un punto a favor pese a las pequeñas críticas que encontramos sobre nuestro país, no son muchas pero son pellizcos que le pueden escamar a uno.
   El personaje de Erhad, nuestro protagonista absoluto, no me ha convencido del todo, el misterio que le rodea se va resolviendo a lo largo de las páginas sin saber al principio por qué tanto interés en resolver el caso, esa obsesión particular. Un fallo que no me ha gustado es esa divagación del autor que se centra en diferentes subtramas que muy poco a casi nada tienen que ver con la central. Además, casi todo el poder del personaje recae en él y poco protagonismo deja a los demás por lo que los secundarios me parecieron meros marionetas en el relato.
   El final me ha convencido y el hecho de que sea cerrado me ha gustado aunque al haber tantas subtramas abiertas, hay cierta sensación de que se dejan pequeños hilos sueltos que espero que se solucionen en la próxima novela. Sí, habéis leído bien, será una trilogía (muy en boga últimamente) y espero que el autor sepa reaccionar y mejorar un poco la novela porque si sigue por este camino, no seguiré con la trilogía.
   En definitiva, El ermitaño no será una de las grandes lecturas de este año, pasa sin pena ni gloria por mis manos, muy lenta y pesada lo que dificulta su lectura. Un personaje principal que se come al resto pero sin ese carisma necesario y que busco en muchos de este tipo de género. Si el autor sigue el mismo camino con su próxima novela, dudo que la compre.
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