Título: El gran juegoAutor: Leticia Sánchez RuizEditorial: Editorial AlgaidaAño: 2011ISBN: 9788498776867Nº de páginas: 416
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RESEÑA:El gran juego es la novela ganadora del XVI Premio de Novela Ateneo Joven de Sevilla 2011 y la segunda publicada por su autora, Leticia Sánchez. Con una portada que invita a descubrir lo que se esconde en su interior, la novela combina hábilmente aventuras con fantasía en un relato que atrapa al lector desde las primeras páginas.
La protagonista de esta novela es una niña sin nombre a la que conocemos por Cucurucho, apodo con el que tiernamente la denomina el viejo Perotti, un anciano solitario que frecuenta el bar de los padres de la niña. Perotti vive ajeno a todo lo que le rodea, se sabe que es un hombre rico al que todos respetan y le tienen en gran estima y honor. Nunca habla de nada con nadie excepto con Cucurucho, con quien intercambia confesiones. Es tanta su amistad que cuando Perotti muere le deja a la niña su gran legado, lo que él denomina El gran juego. La niña comienza a recibir sobres que contienen notas aparentemente escritas por Perotti, el primero de ellos será el que le de la bienvenida a El gran juego y en el siguiente la nota le explicará que debe continuar algo que él empezó y tiene que ser acabado. Solamente ella debe hacerlo con la ayuda de la persona que escoja como ayudante. Irá recibiendo pistas para descubrirlo y tendrá que ir avanzando en El gran juego. Si logra descifrarlo, el resultado le cambiará la vida.
Así comienza esta aventura en la que Cucurucho, con la ayuda de su hermano Cosme, irá descifrando las pistas que le van llegando en sobres. Deberá recorrer la ciudad descubriendo nuevos lugares y buscar los objetos y pistas correctas en la buhardilla de Perotti, que también les servirá para conocer a una enigmática escritora que podría ser una pieza fundamental de El gran juego. Pero no serán los únicos que sigan la pista del juego, ya que los rumores que corren acerca de la riqueza de Perotti harán que haya otras personas interesadas también en descubrir el misterio, que los hermanos deberán proteger por encima de todo.
A través de una narración sencilla pero cuidada, sensible y cálida, El gran juego es un libro al que es fácil engancharse desde las primeras páginas ya que en cuanto se nos presenta el misterio de Perotti es imposible abandonar la lectura si queremos descubrir qué es lo que hay detrás de todas las pistas. Se lee con mucha rapidez a pesar de su ritmo más bien pausado, debido por una parte a la intriga por averiguar más y por otro a su estructura. Esta dividido en capítulos muy breves, algunos incluso un único párrafo, lo que unido a la letra grande y a los numerosos espacios en blanco hacen que a pesar de tener más de cuatrocientas páginas el tiempo de lectura sea bastante breve.
Es la hija de Cucurucho, una tercera persona omnisciente que no forma parte de la historia, la que nos va relatando en primera persona las aventuras de su madre. Utilizar esta figura como narradora es todo un acierto ya que en la mente del lector está presente desde el principio la curiosidad por averiguar cuál será su función en el relato lo que es un impulso más para avanzar. La primera persona es un narrador que casi siempre se asocia con el protagonista del libro y es algo que sorprende en El gran juego, ya que en este caso es alguien ajeno a quien la autora dota de la capacidad de conocerlo todo, sabe lo que piensan, lo que sienten y cómo actúan cada uno de los personajes y lo comparte con nosotros.
Pero no en todos los capítulos encontramos a esta narradora, ya que hay algunos dispersos que nos acercan a la vida de Perotti desde niño que están narrados en tercera persona. Estos capítulos nos permiten conocerle un poco mejor y adquieren sentido cuando llegamos al final de El gran juego.
Son varios los personajes que conocemos a lo largo de la historia utilizando el bar de los padres de Cucurucho como punto de partida. Situado en la calle de la Luna, es el foco de reunión de los habitantes de la ciudad entre los que encontramos al doctor Mones, el concejal Riera, Ulises el hijo del librero, Elías el abogado, el grupo de periodistas o los miembros de la familia Lumpén. Tertulia a tertulia vamos conociendo un poco más de cada uno, descubriendo sus problemas e inquietudes y cómo buscan ayuda unos en otros, ya que ese nexo que es el bar los convierte en una gran familia. Aunque son personajes secundarios todos tienen su importancia y resultan entrañables y cercanos.
En el punto central se sitúa Cucurucho, una niña de diez años que parece no encajar en este escenario pero está sujeta al mismo ya que es el negocio de sus padres. Siendo una niña, es fácil empatizar con ella desde el principio y cogerla cariño. Es una niña de carácter alegre y dulce, bondadosa, inteligente y de aguda percepción. En el bar se siente ignorada y nadie quiere su compañía excepto el viejo Perotti, quien ha descubierto que es una niña muy despierta y especial. Cuando Perotti muere la niña se queda sin amigos con los que compartir confesiones, ya que no tiene amistad con sus compañeras de colegio que se ríen de ella y la única persona que se ocupa un poco de atenderla es su hermano Cosme a pesar de su diferencia de edad. La situación que la rodea, sin amigos y tan alejada del ambiente en el que un niño debería pasar su infancia, hace que sientas tristeza y sobre todo cariño por ella, sentimientos que se extienden a su familia, quienes tienen que trabajar prácticamente todo el día en el bar para poder sacarles adelante y por lo tanto esto hace que no les queden horas para disfrutar de sus hijos, a los que quieren con todo su corazón.
Junto a Cucurucho su hermano Cosme es el otro personaje central. Comparte con ella muchas de sus cualidades, siendo un joven muy inteligente, trabajador y estudioso, de corazón bondadoso y de carácter tierno. Lo que más me ha gustado en él es el inmenso amor que siente por su hermana y la ternura con que la trata. Hay una gran diferencia de edad entre ambos pero él siempre está pendiente de que su hermana no se sienta sola o triste, comparte con ella muchas horas y aunque en ocasiones cuidarla le resulta un fastidio, lo acaba haciendo porque sabe que su infancia no está siendo feliz, le falta la imaginación e ilusión que siempre tienen los niños, que recupera en parte gracias a la misión que Perotti pone en sus manos y en la que Cosme no duda en ayudarla, dejándose llevar por la misma excitación e ilusión por resolver el misterio.
El resto de personajes secundarios, unos con mayor importancia que otros, aparecen bien perfilados, nos resultan reales y cercanos ya que podemos ver reflejados en ellos a las personas de nuestro propio barrio y a través de las subtramas que protagonizan aportan un valor añadido a la novela.
Hay muchas cosas que quedan abiertas a la imaginación del lector y ahí radica parte del encanto de esta novela. No descubrimos en ningún momento el nombre de la protagonista al igual que no sabemos donde transcurre la acción, sabemos que es una ciudad pero no conocemos su ubicación exacta ni tampoco se nos dice en ningún momento la época en la que se sitúa, aunque por algunas referencias podemos ubicarla en los años 60. Es una historia envuelta en un halo de misterio, que esconde un gran secreto desde sus primeras páginas pero que a medida que avanzamos vamos descubriendo que no es lo único que estaba oculto, ya que también descubrimos secretos de familia o amores que acaban saliendo a la luz.
Es un libro que está lleno de pequeños detalles que, como si de un puzzle se tratara, van dando forma a una historia entrañable detrás de la cual se esconde un bonito mensaje para aquellos que lo leen. Y esto es lo que nos encontramos al final del libro, cuando finalmente se desvela lo que se esconde tras El gran juego. Un final inesperado y mágico que convierte a este libro en una lectura especial, que te hace pararte a reflexionar sobre la importancia que tienen las pequeñas cosas que aunque están ahí, quizás pasan desapercibidas.
FUENTES: imagen autora http://www.eltallerdelaspalabras.net/2010/01/15/leticia-sanchez-ruiz/
Gracias a Editorial Algaida por facilitarme el ejemplar