Una chica sin nombre es la única superviviente después de que su aldea fuera destruida por los biomantes, los sirvientes místicos del emperador. Bautizada con el nombre de la aldea desaparecida, Hope será entrenada en secreto por un maestro guerrero Vinchen para buscar venganza.
En las sórdidas calles de Nueva Laven, un chico queda huérfano después de que las drogas y la enfermedad se lleven la vida de sus padres. Una de las mujeres con peor fama del mundo criminal lo adoptará. Ella le pondrá el nombre de Red y le enseñará a ser un ladrón y un estafador.
Las vidas de Hope y Red se cruzarán en esta historia de aventuras y venganza, y su increíble alianza los llevará más allá de lo que nadie habría podido imaginar.
Ésta novedad me resultó atractiva porque el mundo en que se desarrolla la historia me resultó un misterio, los personajes una combinación cuanto menos curiosa y cualquier autor nuevo que hace que te detengas en la sinopsis a pensar en esos detalles se merece la oportunidad. El imperio de las tormentas es un territorio formado por un conjunto de islas controladas por un emperador que ha cedido la responsabilidad de defender las fronteras a los biomantes. Son hombres capaces de manipular la materia que, bajo unas condiciones concretas, son capaces de crear horrores y monstruosidades. Tampoco les importa el coste a pagar en sus sacrificios en harás el avance de sus capacidades. Hasta que durante uno de sus experimentos dejan con vida a una joven que acaban en manos de los Vinchen, una secta de guerreros con un estricto código de honor que el jefe decide romper para entrenar a esta jovencita a la que ha llamado Bleak Hope como el lugar del que procedía y fue arrasado por los biomantes. Además le concede a Hope las herramientas necesarias para que consume su venganza.
En otro rincón del imperio Sadie La Cabra pone en riesgo su reputación para vengarse de un traidor que intenta venderla al mejor postor. Ha conseguido un barco, se ha librado de su tripulación original solo con la ayuda de un jovencito que se hallaba en la misma delicada situación de secuestro que ella. Sus ojos rojos delatan que su madre era adicta a una famosa droga alucinógena y sus ágiles manos dicen que tiene mucho potencial. Que sobreviviera a la enfermedad de la adicción indica fuerza, así que Sadie decide que a convertirle en Red, “un hombre de tomo y lomo del Circulo”, la zona más peligrosa de Nueva Laven, y nadie volverá a cuestionar su poder.
En esta novela se cuentan las historias de estos dos personajes y cómo sus caminos se entrecruzan y enlazan lo suficiente como para continuar juntos en busca de venganza y poder. Se trata de personajes muy potentes y carismáticos que son gran parte del trasfondo y de la trama, sin ellos la historia en esta primera entrega quedaría muy desvestida, carente de sentido y desprovista de dinamismo. Además tenemos un conjunto de personajes secundarios que también le aportan mucho a la historia y embellecen la lectura aportando un poco de crítica y carácter entre otras cosas. Me he quedado muy prendada de estos personajes, debido a que sobresalen por encima de casi todos los aspectos del libro. La trama podría tacharse de masticada. Con los códigos de honor de por medio, la venganza tiene un aura mucho más solemne. El ansia de protagonismo de Red y sus ojos rojos y sarcásticos que esconden ternura, resultan entretenidos en la medida de lo expuesto. Pero, en líneas generales, es un conflicto más que explorado así que esta es solo una nueva combinación de esos elementos que, como bien sabemos, funcionan y mucho. Otro aspecto a tener en cuenta es que esta es la primera parte de una trilogía en la que el autor se centra mucho en sus protagonistas pero no deja sin explorar, ni explotar, el mundo en que se desarrolla la trama. La ambientación, las localizaciones, los detalles y la amplitud del mundo en el que nos sitúa no están elaborados al mismo nivel que los personajes, pero dan mucho de sí a la trama. Con un toque de aventura pirata, una buena ración de entrenamiento samurai, sumada a una buena remesa de descaro callejero y un destacado aroma a gánster (el libro, todo él huele a gánster). Además de mostrarnos una amplia diversidad social y cultural que procede encontrar en un territorio compuesto por islas tan distanciadas entre sí. Pero nada de ello es tratado con tanta profundidad como la que le dedica a sus personajes que se convierten en el medio para transmitir todos esos detalles. Deja una escena interesante, atractiva a la vista y como lectora quiero más de ello, así que espero que de mucho más de sí en las sucesivas entregas. También tiene a su favor que el autor tiene esa clase de prosa ágil, moderada ahora y sutil otrora. Las escenas de acción son explícitas, viscerales, sucias y amenizan el relato. Las descripciones cumplen con su función sin dramatizar en exceso. El lenguaje y la narración en mano de cada uno de los narradores protagonista se pueden distinguir perfectamente de qué voz proceden en cada momento, algo que añade carisma. Y tampoco se limita a seguir a los protagonistas de un lado a otro, algo que hace la novela dinámica y entretenida. Si bien es cierto que la naturaleza de la trama no es del otro mundo, también es cierto que está muy bien planificada asentando lo que considero una buena base para la segunda parte de esta trilogía. Además la acción está muy bien dosificada, lo que mantiene al lector pendiente del avance de la historia. En definitiva, ha sido un descubrimiento ameno, muy entretenido, con una de esas historias que te abstraen de forma natural y con unos personajes muy carismáticos y llenos de sorpresas. Un muy buena lectura para calmar el ansia de aventuras descabelladas a más de un lector.