Reseña: El lado oscuro de Sally Green

Título:  El lado oscuro 

Autor:  Sally Green

Editorial:  Océano Gran Travesía 

ISBN: 9786077353140

Páginas:  440

Año de publicación: 2014
Precio: 16,95 € 


Inglaterra, época actual. Nathan Byrn sabe que no es como los demás. Aunque su madre era una respetada Bruja Blanca, su padre pertenece al linaje de los temibles Brujos Negros, lo cual hace de él un ser dividido que se debate entre la luz y las tinieblas. Este origen no le permite integrarse plenamente a la comunidad Blanca, la cual lo trata con desprecio y recelo. El hecho de que Nathan sea, además, hijo de Marcus, el más temido y odiado de los Brujos Negros, sólo sirve para empeorar su situación. El Consejo de los Brujos Blancos ha decidido someterlo a un control brutal para evitar que su lado sombrío se imponga. No obstante, llega el momento en el que Nathan decide convertirse en el dueño de su destino: será él y nadie más quien determine su camino. 

Estamos ante una novela que promete aunar fantasía, aventura, romanticismo y magia en un contexto juvenil lleno de intriga, con el fin de proporcionarnos una trilogía adictiva. Sin embargo, esta novela me ha entregado una alta dosis de esos dilemas típicos de la adolescencia envuelta en una narración que, aunque amena, transmite mucha inseguridad. No voy a negar mi decepción, aunque voy a ser comprensiva con esta novela porque me estaba acostumbrando a unas primeras partes de trilogía muy potentes con mucha personalidad, con más contenido y más desarrollo en el grueso de la historia. Para empezar, este primer libro parece ser en exclusiva una herramienta introductoria, no solo al mundo que compone la autora alrededor de una nueva versión de la comunidad de brujas, sus instituciones, estamentos sociales, costumbres, etc; también la necesaria introducción a la personalidad y al mundo interno de Nathan, nuestro protagonista. La narración se pierde contando desde el principio de los tiempos, esto no siempre me disgusta, pero lo hace a modo de flashback con la consecuente ansia que me produjo la necesidad de volver a la línea temporal principal, una vez allí encontrarme con tanta pasividad no ayudó.De subtramas la autora se ha quedado corta, es más, no sé que cabe esperar en el segundo libro. En todo momento seguimos al protagonista y su monologo sobre el amor que dice sentir por la bruja blanca más rubia que había en el instituto además de la necesidad de recalcar que su padre ausente es la clave para conocerse así mismo. Y como adorno aparece por allí la institución que le va a tener vigilado, enjaulado y reprimido como brujo mestizo que es. Ya está. Teniendo en cuenta que termina en una jaula, creo poder confesaros que todo parece muy… forzado, precipitado, injustificado, relativamente conveniente. No terminó de convencerme todo esto. El tema de la magia, ínfimo. Apenas hay encuentros con el poder, solo escenas circunstanciales y meramente figurativos, porque ahí tenía que haber algo. En algunas ocasiones parece que la autora reacciona y da uso a las propiedades con las que ha bendecido a su protagonista. Lo mismo pasa con los personajes secundarios, que no terminas de aceptar sus propiedades mágicas cuando hacen mención al uso de estas, queda un poco fuera de lugar como otras tantas cosas. El relato que compone la autora es lento y tedioso, sobre todo en la primera mitad del libro, según rebasamos esa línea empieza a subir el tono, a aportar un poco más de emoción para terminar coronando el libro con un desenlace predecible aunque excitante. Sinceramente, la ambientación no es el fuerte de la autora, no consiguió transportarme ni a un simple bosque, ni la excitación de momentos tan trascendentales como los que describe. En toda la narración me encontraba como si estuviera fuera de lugar, si encajar todas las piezas del relato. Además de algunas leyendas sobre brujas algo espeluznantes, un árbol genealógico algo escuálido, algunos capítulos muy poéticos y algún personaje misterioso e inaccesible, hay pocas cosas que pueda resaltar de esta novela. Su carácter introductorio, la lentitud del relato, el tedio de trama y lo predecible que resultan los giros argumentales, hacen que El lado oscuro sea una novela con la experimentar antes de meterse en ella completamente.