EL AMOR ES UNA CARRERA SIN FRENOSJude Ryder atrae siempre todas las miradas. Es atractivo, insolente, atrevido... y desde que está con Lucy exhibe una sonrisa que corta la respiración. Están más enamorados que nunca... y sin embargo, ella no lo tiene claro. Jude siempre ha sido un rompecorazones, irresistible para todas las chicas, pero ahora se encuentran a más de cuatro horas de distancia: ella en una exclusiva escuela de danza y él en una buena Universidad gracias al fútbol americano. Y, por si fuera poco, Lucy ha descubierto que allí es tradición que cada jugador tenga una «hermana» animadora, y la de Jude parece tener intenciones muy poco fraternales...
Muchas gracias a Penguin Random House por el envío del ejemplar.
Puede contener spoilers del libro anterior. Leé su reseña aquí.
Creo que lo que me pasó con este libro es algo medio raro. Me gustó, pero me perturbó muchísimo el personaje de Jude, y no de la buena manera que lo hizo en el primero.
A ver, comenzamos con Jude y Lucy muy calenchus en un auto. Y ahí puedo empezar a definir este libro (ahora sí, ya que en el primero me había hecho la idea equívoca de que lo era pero nope) dentro del género de erótica-juvenil. O algo así o como se llame.
El libro está plagado de intentos de tener sexo, escenas de besos apasionados y demases cosas manejadas por las hormonas. No es que me queje, eh, porque Jude en esos momentos es bastante pretty hot así que todo bien. Es sólo un aviso sin llegar a ser spoiler por si estos tipos de escenas no les gustan.
Está lleno (lleno) de escenas de Lucy dudando, que si hacer esto, que si hacer lo otro, que si me quedo, que si me voy. No sé cómo Jude la aguantó durante todas esas páginas, porque, sinceramente, no es la misma Lucy que conocimos en el primer libro. Yo la noté más idiota, como que se creía que se las sabía todas por estar en la universidad y meh, nada que ver. India, su compañera de cuarto (¡¡¡y también sorprendentemente su madre!!!) son las únicas dos que piensan un poco con la cabeza a lo largo del libro. Bueno, también hay que hacer mención de honor a Holly, que si bien aparece durante unas pocas páginas me enseñó más de seducción y sexo que cualquier revista Cosmopolitan.
También está lleno de escenas de Jude actuando muy extraño. Creo que el libro es una oda al hombre golpeador, sinceramente y lo digo con mucho pesar, porque el primero es de los libros que más me gustaron. ¿Mensaje subliminal, o algo así? Porque el título representa bastante la historia; ya no sólo es explosivo, sino que es peligroso.
-Mi madre me ha dicho que el amor es como una semilla. Tienes que plantarla para que crezca. Pero eso no es todo. Necesitas regarla. El sol debe brillar justo lo suficiente, pero no demasiado. Las raíces tienen que agarrarse -continuó, entrecerrando los ojos con un gesto de concentración. Y a partir de ahí, si saca la cabeza a la superficie, habrá cerca de un millón de cosas que podrían matarla, así que se necesita mucha suerte también.
Todos sabemos que a Jude en muchas ocasiones lo maneja la ira... pero en este libro se va de tema. Está peor que antes (golpea, amenaza e insulta a la gente que se acerca a Lucy... pero al doble), y además hay cosas nuevas que una las empieza a ver de a poquito y sin apuro. Como la escena de Jude tirando los cajones de su cómoda por la ventana por X razón que si la digo es spoiler, o agarrándole violentamente las muñecas a Lucy cuando discuten en ese mismo momento, o cuando le dice cosas como "yo sé que no me vas a dejar porque sos mía, Luce, y vos también lo sabés". Esa es frase propia de un golpeador, o de un maltratador, o como lo quieran llamar.
Estas cosas me pusieron los pelos de punta, porque no es como 50 sombras de Grey que ambos tienen un fetiche, que uno es dominante y dominado por decisión/deseo de ambos o que tienen ganas de experimentar, sino que es alguien siendo violento con otra persona porque tiene un problema con la ira, porque es posesivo, celoso, obsesivo. Y eso no me gustó.
Lo que sentí es que volvimos al 2009 con el tema de Crepúsculo y la indecisión en el amor, la ida y vuelta, el tire y afloje, como quieran denominarlo. Todo el tiempo Lucy piensa en ello, y ni siquiera el baile la saca de ese pozo que son los sentimientos hacia Jude. Cansa, cansa mucho.
Pero el libro en general me gustó. Me encanta la historia de Jude y Lucy, o al menos hasta cierto punto, porque es fresca y la lectura se hace muy amena y fluida (los dos libros los leí en tan sólo un día -cada uno-). Creo que sigue siendo una muy buena trilogía para leer alguna tarde en silencio y con una mantita en tu cama (como yo los leí), con alguna golosina al lado. Sigo recomendándola a pesar de estas últimas cosas que señalé.