Un atropello en la carretera, un cadáver que desaparece sin dejar rastro, un músico trasnochado venido a menos y un escritor que busca la inspiración en un pueblo perdido del sur de Francia . Esos son los ingredientes principales de este thriller de Mikel Santiago que se combinan a la perfección para dar lugar a un libro lleno de acción trepidante.
Con esta novela, Mikel Santiago se consagra como uno de los grandes escritores de terror que nada tiene que envidiar al todopoderoso Stephen King. Su prosa intensa, rápida y concisa hacen que el lector se adentre profundamente en la historia. El estilo personal de este escritor se hace más patente aún en esta novela, perfeccionándose más si cabe.
En esta obra, Mikel Santiago vuelve a utilizar fórmulas similares a las que ya vimos en La última noche en Tremore Beach. Las similitudes entre ambas novelas son evidentes, pero no por ello negativas. Ambos libros están narrados en primera persona, por el protagonista, y en los dos se trata de personajes relacionados con el mundo de las artes que están en un entorno nuevo para desarrollar su creatividad.
La atmósfera asfixiante se va acrecentando poco a poco, con el discurrir de la historia, y los personajes van desarrollándose de una manera intensa dotándolos de matices. Al igual que el protagonista, el lector se verá asaltado por una serie de dudas que no se despejarán hasta casi el final de la historia. Porque no todo es lo que parece y en eso, Mikel Santiago, tiene mucha práctica. El enredo, el engaño, la verdad, las apariencias e incluso la locura se entremezclan en un juego de sombras que mantienen al lector enganchado al misterio hasta la última página.
Tanto los personajes como el entorno son importantes, y es una suerte que el autor sepa darle la importancia que merecen a cada uno de ellos. Las descripciones de los lugares son magníficas, de manera que el lector puede imaginarse cómodamente todas las situaciones y ubicarlas en su mente de una manera clara, adentrándose así aún más en la historia. De instantes bucólicos y distendidos en el jardín de una casita en la Provenza, el autor nos lleva de la mano rápidamente a momentos de auténtica angustia gracias a los pequeños matices.
Merece especial mención la intensidad de la historia. El ritmo in crescendo va intensificándose poco a poco. Ya desde la primera página algo hace sospechar que va a ir a más, pero es en los últimos capítulos cuando la acción va sin frenos hasta acabar en un frenesí realmente adictivo.
En definitiva, un thriller psicológico escrito con una prosa precisa, un ritmo ágil y dinámico y un dominio de los recursos para crear una gran atmósfera.
Autor: Mikel Santiago
Edición: Ediciones B
Páginas: 432 p.
Precio: 19€