Hoy os traigo ¡la primera reseña de este año! Se trata de un libro que me ENCANTÓ, ¡así que espero que os anime a leerlo!
FICHA TÉCNICA
Título original: The sea of tranquility
Autora: Katja Millay
Traducción: Miguel Trujillo
Categoría: Independiente
Páginas: 446
Género: Juvenil
Editorial: Plataforma Neo
PVP: 17,90€
ISBN: 978-84-16256-84-6
La antigua prodigio del piano Nastya Kashnikov solo quiere dos cosas: terminar el instituto sin que nadie conozca su pasado y conseguir que el chico que se lo arrebató todo -su identidad, su espíritu, sus ganas de vivir- pague por lo que hizo.
La historia de Josh Bennett no es ningún secreto. Cada persona a la que ha amado ha sido arrancada de su vida, y a los diecisiete años no le queda nadie. Ahora lo único que quiere es estar solo. Y parece que la gente comprende que no necesita compañía. Todos excepto Nastya, la misteriosa chica nueva del instituto, que poco a poco irá acercándose a él. Pero cuanto más llega a conocerla Josh, mayor es el enigma. A medida que su relación se intensifica, las preguntas sin respuesta salen a la luz y él comienza a preguntarse si alguna vez sabrá quién es Nastya en realidad, o incluso si quiere descubrirlo.
Katja Millay se inicia como escritora con una maravillosa y bonita historia que representa lo que es la vida y cómo debemos apreciarla. Ante nosotros no tenemos un sencillo romance juvenil, hay muchísimo más dentro de estas páginas.
En El Mar de la Tranquilidad conocemos a Nastya Kashnikov y a Josh Bennett. Ambos son los dos narradores. Nastya es una chica de dieciocho años que no habla, no le gusta el ambiente festivo, no desea tener amigos y no vive con sus padres; sin embargo, sí interactúa mediante gestos, sí va a fiestas y sí es deseada. Y esto último es lo que menos espera obtener y lo que más quiere evitar. Como veis, se trata de una chica diferente, una rara para aquellos que piensan que ser popular es lo único maravilloso que puede ofrecerte la vida.
«La gente que nunca ha tenido que pasar por ninguna mierda siempre asume que saben cómo deberías reaccionar al haber destruido tu vida.»Nastya arrastra un duro pasado desde hace años. Su vida es todo un drama, y yo odio los dramas. Cuando empecé a leer y fui descubriendo a una chica con rutina diaria lamentarse, cerrarse en sí misma, dejar que el dolor la maltratase una y otra vez… Pensé: "no me gustan los personajes que quieren dar pena, no empatizo con los personajes que van de víctimas". Qué equivocada estaba. Es un personaje que te deja boquiabierto, en el sentido bueno de la expresión. No te da pena, no va de víctima, no quiere llamar la atención haciendo ver a los demás cuánto sufre. Es más, considero a Nastya una chica con suficientes (y más) motivos para quejarse si lo desea. «Es como una ilusión óptica: la miras desde un ángulo y ves la imagen, y crees que sabes cómo es, pero entonces se mueve y la imagen cambia a algo totalmente diferente, y ya ni siquiera eres capaz de encontrar la imagen original.»Por otro lado, Josh Bennett también arrastra un duro pasado. Los motivos y causas son diferentes, pero igualmente duros. En dos palabras, otro drama. Al igual que Nastya, Josh ha conseguido caerme bien. Una podría esperar de él un chico tremendamente atractivo, un personaje más del que enamorarse. El caso es que Josh es tierno, mono, un manitas… (Y no pensemos mal). Cuando lo conoces es un chico genial para quererlo, pero no ha podido enamorarme. YO no he podido. Josh ha nacido para Nastya y Nastya para Josh. Suena terriblemente cursi pero es tan cierto como que el sol sale por el este y se pone por el oeste. Puedes apreciar a Josh y quererlo como un amigo o un hermano, pero no enamorarte de él. (No sabiendo que si no eres Nastya a su lado te consideraría una del montón. Juro que nunca ningún personaje me ha rechazado tanto. Suena raro, pero leed y luego me contáis).
Y otro personaje del cual me gustaría hablar es de Drew. Él sí tiene el papel de chico súper mega buenorro, con su sonrisa sexy y su fama de play boy. Lo que pasa es que Drew no es así, es decir, tiene esa fachada pero su yo verdadero es otro. Su yo verdadero está para comérselo, ¡es taan mono! Y me refiero como un buen amigo, de los mejores que puedas encontrarte.
¿Qué puedo deciros de la narración? Una prosa magnífica y maravillosa. La autora te atrapa lentamente pero sin pausa. Te muestra algo simple para luego desarrollarlo en todo su esplendor. Katja se ha ganado a pulso mi gratitud. Ya es lo bastante malo que mi cerebro sea un pozo negro, no quiero imaginar el infierno que sería mi corazón si Josh no estuviera en él.»
El Mar de la Tranquilidad es una obra que te desgasta emocionalmente: si los personajes se sienten destrozados, tú también; si se necesitan, los necesitas tú más; si se odian, los odias; si se aman, los amas. No exagero en absoluto. Nunca había sentido tal conexión con los personajes y la propia trama hasta ahora. Es puro sentimiento. Amor, amistad, repulsión, rabia, frustración, felicidad, depresión. Lo tiene todo.