Reseña 'El misterio de Salem's Lot'

Veinte años atrás, por una apuesta infantil, Ben Mears había entrado en la casa de los Marsten. Y lo que vio entonces aún poblaba sus pesadillas. Ahora, como escritor consagrado, había vuelto a Salem's Lot para exorcisar sus fantasmas. Salem's Lot era un pueblo tranquilo y adormilado donde nunca pasaba nada, excepto la vieja tragedia de la casa de los Marsten. Y el perro muerto colgado de la verja del cemeterio. Y el misterioso hombre que se instaló en la casa de los Marsten. Y los niños que desaparecían, los animales que morían desangrados. Y la espantosa presencia de ellos, quienesquiera que fuesen. Ellos.

Tenía muchas ganas de leer algo de Stephen King, y mis expectativas estaban altísimas... pero no se cumplieron. Sinceramente me siento muy decepcionada con este autor. Creí que realmente me iba a asustar, que sería un miedo similar al que sentí cuando leía los poemas de Poe, pero ni muchísimo menos. 
Empecemos por el principio. En las primeras páginas ya intuyes como va a terminar el libro, aún así, te introduce en la historia de una manera muy sugerente que te lleva a querer seguir leyendo. Si algo tiene a favor este libro, es que a pesar de que la trama es dolorosamente previsible, no es para nada pesado. La acción no le falta, y tiene algo que te engancha a tal punto que, en mi caso, me quedé leyendo hasta las tres de la mañana. 
Tal vez ese algo que te mantiene pegado a las páginas sea el realismo con el que narra la historia y los personajes. No son nada sofisticados. Es una historia que podría suceder en cualquier pueblo, y unos personajes que bien podrían ser tus propios vecinos. Aún así, reconozco que hay escenas demasiado 'casuales', es decir, suceden acontecimientos de una forma demasiado coincidente. 
Algo que no me gustó, y que en realidad no acabé de entender, es la forma de matar a los vampiros, o mas bien de 'dañarlos'. Primero vemos que las cruces son el elemento fundamental que les hace huir, pero después el autor hace una rápida referencia a los 'paganos', y nos habla sobre que la cruz no sirve de nada si no tienes fe. ¿Quiere esto decir que todo lo que necesitan es fe en un dios, o en el dios cristiano concretamente? No me gustó que dejase ese tema sin resolver. 
Los personajes están muy, pero que muy bien construidos. Un escritor, una artista, un profesor y su médico, el sacerdote del pueblo y un niño de once años son los protagonistas de la historia. Pero no por eso los únicos en los que ahonda. En las mas de quinientas páginas nos cuenta la vida del lechero, el borracho, la dueña de la pensión... entre muchos otros. Me agrada que profundice en todos, te hace meterte mas en el argumento y querer saber más acerca de cada uno. 
Para terminar, diré que, aunque el libro se ha quedado muy justito para mi gusto, sin duda alguna seguiré dándole una oportunidad más. Estoy deseando leer la niebla.