El mundo amarillo es un mundo fantástico que quiero compartir contigo. Es el mundo de los descubrimientos que hice durante los diez años que estuve enfermo de cáncer. Es curioso, pero la fuerza, la vitalidad y los hallazgos que haces cuando estás enfermo sirven también cuando estás bien, en el día a día.Este libro pretende que conozcas y entres en este mundo especial y diferente; pero, sobre todo, que descubras a los «amarillos». Ellos son el nuevo escalafón de la amistad, esas personas que no son ni amantes ni amigos, esa gente que se cruza en tu vida y que con una sola conversación puede llegar a cambiártela. No te adelanto más: tendrás que leer este libro para poder empezar a encontrar tus «amarillos». Quizás uno de ellos sea yo...El mundo amarillo habla de lo sencillo que es creer en los sueños para que éstos se creen. Y es que el creer y el crear están tan sólo a una letra de distancia. ¿Qué esperas para saber quiénes son tus «amarillos»?ALBERT ESPINOSA
Pulseras Rojas se estrenó en mi país a principios de enero del año pasado si no recuerdo mal, y el primer capítulo me encantó tanto que me bajé las dos temporadas y me las vi en muy poco tiempo junto a mi mamá. Enseguida me enteré de que estaba basado en la vida de Albert, y que esas cosas estaban escritas en un libro, así que salí a la búsqueda de un ejemplar para empaparme de la filosofía de este autor que tanto me gustó y que me parece un tipo súper valiente.
A mí me falta una pierna y un pulmón, aunque yo siempre he tenido la sensación de que tengo un muñón y un solo pulmón. Tener o faltar, todo depende de cómo se mire. Yo, a mi manera, soy especial. Me gusta pensar que me han marcado de cierto modo y eso me hace diferente.
Por más que Albert diga que este no es un libro de autoayuda, todo el tiempo roza esa línea y a veces hasta la traspasa, pero jamás te dice qué hacer o cómo aceptar ciertas cosas. Incluso el autor lo dice constantemente, que no lo es, que sólo son consejos desde su punto de vista; cada uno los toma como quiere o los deja si no les sirven... y a mí me sirvieron.
Ya que aceptar es una cuestión de tiempo, perder es una cuestión de principios.
Albert nos plantea un universo en el que conocemos a los amarillos, esos amigos que son más que amigos pero que no llegan a ser pareja (en ninguna de sus expresiones: amigovios, amigos con derecho, amigos con tendencias románticas...). Albert nos enseña a decir te quiero o a hacerle una caricia a un amigo, pero con ninguna segunda intención; detrás de estas acciones están estos sentimientos de amistad profunda. No importa si un amarillo es un amigo de toda la vida o alguien con que charles cinco minutos en el micro a la vuelta de la facultad: un amarillo se siente, se comprende de otra manera.
Si los sueños son el norte y se cumplen, tendrás que ir hacia el sur.
¿Nunca tuvieron una persona a la que creen conocer de toda la vida? Yo conocí a una de ellas en la facultad, y estoy así de poco de considerarla amarilla. Mis tres mejores amigas, todas de diferentes zonas de Buenos Aires (a más de hora y media o dos horas de mi ciudad) y que conozco desde el 2009, son mis primeras amigas amarillas. Mi mamá es amarilla. Es gente por la que sentís algo más que amistad, pero no llega a ser amor; no porque no sientas amor por ellos, porque yo a mis amarillas las amo, pero de una manera que no roza ni por lejos lo romántico.
Hacerte preguntas equivale a sentirte vivo. Que te den las respuestas demuestra que tienen confianza en que sabrás qué hacer con esa información.
Albert nos ayuda con pequeñas enseñanzas que no son solamente aplicables si tenés una enfermedad como el cáncer, sino a la vida cotidiana de cualquier persona, enferma por x razón o no. Yo ya empecé a aplicar un par de consejos que dio, y hay varios que voy a seguir aplicando el resto de mi vida.
Cualquier senda puede ser buena, tan sólo hay qe tener claro que es producto de alguna decisión.
No se puede decir mucho más sobre este libro. Es cortito y no puedo hablar de personajes o trama, porque es una especie de autobiografía a través de consejos, y nadie está acá para juzgar. Precioso y con una escritura atrapante, libro digno de ser recomendado a todo el mundo... pero Albert no es para todos, ojo. Que sus metáforas y filosofía pueden molestar a más de a uno.
¿Ya lo leyeron? ¡Sino no sé qué estás esperando para hacerlo!