El niño perdido
Thomas Wolfe
Traducción de Juan Sebastián Cárdenas
15,5 euros 96 páginas
ISBN 978-84-92865-41-3
SINOPSIS:
Estamos en 1904, en la época de la Exposición Universal celebrada en Saint Louis. La familia Wolfe se ha trasladado desde Asheville y ha abierto aquí un pequeño alojamiento para los vecinos de su lejana ciudad natal que visitan la Exposición. Grover Wolfe tiene sólo doce años, pero, según dicen todos, una sensibilidad y una madurez extraordinarias…
He aquí uno de los textos más hermosos de la literatura norteamericana del siglo XX: la búsqueda del «niño perdido», del hermano muerto. Una historia, en cuatro tiempos, contada por uno de los grandes narradores de los años treinta: Thomas Wolfe, quien construye, con telón de fondo de esa América provinciana que aún hoy nos fascina, una novela tan bella como intensa, perfecta en su estructura e inigualable en su poder de evocación.
«Una de las máximas aspiraciones de cualquiera de nosotros sería llegar a escribir algo con la altura y la poesía de El niño perdido». Jack Kerouac
«En Norteamérica hay tres grandes escritores: primero está Wolfe, después yo, y después Hemingway.»
William Faulkner, dos años después de recibir el Premio Nobel
OPINIÓN:
Hoy os presento un libro cortito que se lee prácticamente sólo y con el que he disfrutado desde el principio.
Con esta novela he tenido sentimientos encontrados. Por un lado la prosa y el manejo del lenguaje de su autor son espectaculares, un placer para vista y cerebro, para saborear despacito como el buen vino. Por otro, el eje central del libro, la pérdida de un hermano, siempre es un duro trago a la hora de sumergirnos en este tipo de lecturas, y más si cabe, sabiendo que es un relato autobiográfico, es decir Thomas Wolfe está escribiendo sobre su propio hermano.
Estructurado en cuatro “bocados”, durante el primero, narrado en tercera persona, nos ponemos en la piel de Grover, el niño perdido, nos situaremos en la plaza donde pasó su infancia y sus recuerdos, qué digo, casi podremos tocar todo lo que describe Thomas con ese precioso estilo que me ha cautivado. La fuente, la lluvia, los escaparates; un torrente de palabras y detalles que nos sitúa en ese momento como espectadores privilegiados…
En la segunda parte toma la voz su madre, entrevistada por un periodista por su famoso hijo Thomas, su fama e inteligencia, aunque nos dice que el verdadero prodigio era Grover.
Durante la tercera, es la hermana la que nos cuenta una aventura que vivió con Grover justo cuando cae enfermo por el tifus.
La cuarta y última parte nos narra la vuelta de Thomas Wolfe a la casa donde murió su hermano, en la que vive ya otra familia, cerrando definitivamente ese capítulo en su vida.
Un bello y poético libro, que recomendaría a todo el que disfrute con esos autores que tienen un don especial para manejar el lenguaje a su antojo.