“El papel pintado amarillo” es una novela corta o más bien un relato de la escritora estadounidense Charlotte Perkins Gilman. Publicada en 1892 e inspirada en la depresión que padeció la escritora después de dar a luz a su hija Katherine.La protagonista, de la cual nunca sabremos su nombre, nos contará en primera persona, su estancia en una casa solariega durante el verano después del nacimiento de su bebé.Ella se siente extraña, triste, una gran apatía invade su vida, su marido, que es médico, le dice que el reposo y estar tranquila en esa casa sin ver a nadie le vendrán muy bien.
Por supuesto ella no está demasiado de acuerdo, por no decir nada en absoluto, pero quien osaría a llevarle la contraria a un marido, y más a un marido que es médico y que parece saberlo todo sobre la salud, y más en particular sobre la salud de su esposa.Así poco a poco vemos como la protagonista va encerrándose en ella misma, va buscando evadirse, y justo en esa habitación en la que se encuentra, el papel de la pared representará y reflejará su situación de una forma extraña, pero que al leerlo queda en el lector esa sensación de angustia, impotencia y desasosiego que la historia nos quiere transmitir.Y es esa atmósfera que rodea a la mujer, ese sentir que solamente creyéndola loca puede liberarse de sus ataduras, esa búsqueda infructuosa de la libertad y de sentirse plena como persona y como mujer, es lo que persiste en el fondo del relato.Está claro que sus ideas no son tenidas en cuenta, en cada página sientes como la infravaloran y la menosprecian, pero por supuesto es por su bien, y porque en ese momento ella está demasiado débil para tomar decisiones y saber lo que realmente le conviene. Se refleja claramente a la mujer como un apéndice del marido, como una persona cuya opinión no tendrá valor.Es una historia inquietante e impactante pero más por lo que cuenta que por el hecho de saber que aún suceden estas cosas en este siglo y que aún falta mucho para llegar a esa igualdad deseada, y que las mujeres sean tratadas como personas autosuficientes y tan válidas como cualquier hombre.El lenguaje utilizado y la forma de expresarse de la escritora ayudan a crear esa atmósfera angustiante y te trasladan a esa habitación de la casa solariega, además te permite vislumbrar lo que la narradora siente en cada momento, pudiéndote identificar con ella y sus pesares.
“El papel pintado amarillo” un relato real, narrado con gran maestría que te introducirá en el mundo interior tan rico y extraño de Charlotte Perkins Gilman.
“El color es repelente, casi repulsivo, un amarillo sucio y humeante, curiosamente desvaído por el lento recorrido de la luz solar.”
“¡Es de un amarillo de lo más extraño, ese papel de pared! Me hace pensar en todas las cosas amarillas que he visto en mi vida, y no en las cosas bonitas como los ranúnculos, sino en cosas amarillas viejas, repugnantes y malas.”
“Recuerdo el guiño amable con que solían obsequiarme los tiradores de nuestro gran escritorio, y había una silla que siempre me pareció un amigo poderoso.”
Esta reseña es parte del proyecto #AdoptaUnaAutora
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Por supuesto ella no está demasiado de acuerdo, por no decir nada en absoluto, pero quien osaría a llevarle la contraria a un marido, y más a un marido que es médico y que parece saberlo todo sobre la salud, y más en particular sobre la salud de su esposa.Así poco a poco vemos como la protagonista va encerrándose en ella misma, va buscando evadirse, y justo en esa habitación en la que se encuentra, el papel de la pared representará y reflejará su situación de una forma extraña, pero que al leerlo queda en el lector esa sensación de angustia, impotencia y desasosiego que la historia nos quiere transmitir.Y es esa atmósfera que rodea a la mujer, ese sentir que solamente creyéndola loca puede liberarse de sus ataduras, esa búsqueda infructuosa de la libertad y de sentirse plena como persona y como mujer, es lo que persiste en el fondo del relato.Está claro que sus ideas no son tenidas en cuenta, en cada página sientes como la infravaloran y la menosprecian, pero por supuesto es por su bien, y porque en ese momento ella está demasiado débil para tomar decisiones y saber lo que realmente le conviene. Se refleja claramente a la mujer como un apéndice del marido, como una persona cuya opinión no tendrá valor.Es una historia inquietante e impactante pero más por lo que cuenta que por el hecho de saber que aún suceden estas cosas en este siglo y que aún falta mucho para llegar a esa igualdad deseada, y que las mujeres sean tratadas como personas autosuficientes y tan válidas como cualquier hombre.El lenguaje utilizado y la forma de expresarse de la escritora ayudan a crear esa atmósfera angustiante y te trasladan a esa habitación de la casa solariega, además te permite vislumbrar lo que la narradora siente en cada momento, pudiéndote identificar con ella y sus pesares.
“El papel pintado amarillo” un relato real, narrado con gran maestría que te introducirá en el mundo interior tan rico y extraño de Charlotte Perkins Gilman.
“El color es repelente, casi repulsivo, un amarillo sucio y humeante, curiosamente desvaído por el lento recorrido de la luz solar.”
“¡Es de un amarillo de lo más extraño, ese papel de pared! Me hace pensar en todas las cosas amarillas que he visto en mi vida, y no en las cosas bonitas como los ranúnculos, sino en cosas amarillas viejas, repugnantes y malas.”
“Recuerdo el guiño amable con que solían obsequiarme los tiradores de nuestro gran escritorio, y había una silla que siempre me pareció un amigo poderoso.”
“Confiar demasiado en la gente es arriesgado”
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