Lorraine Heath es una prestigiosa escritora norteamericana de novela romántica, que ha recibido numerosos y prestigiosos premios. Con “En la cama con el diablo” inicia una nueva serie “Los huérfanos de Saint James”, cuyos protagonistas son personajes que se han criado en las calles de Londres pero que con el tiempo, por un motivo u otro, se codean con la alta sociedad.“Conocido como el conde Diablo, Lucian Langdon es un sinvergüenza con fama de asesino que creció en las violentas calles de Londres. Lady Catherine Mabry, una auténtica dama, está dispuesta a negociar con él para proteger a sus seres queridos, aunque al hacerlo arriesgue algo más que su reputación. Lucian desea el respeto de la sociedad y, ante todo, una esposa. Sin embargo, la mujer que ha elegido, Frannie, nunca será aceptada por la aristocracia. Catherine puede ayudarlo a conseguir su propósito, pero lo que le pide a cambio pondrá en jaque sus vidas...”
Catherine no sabe a quién acudir, tiene un grave problema que solucionar y tan solo ve en Lucian la persona adecuada para que la ayude; ese viaje nocturno hacia su casa supondrá el inicio de una pasión que les arrollará a ambos, pero que encamina la novela hacia si serán capaces de llevar a cabo el trato al que han llegado, dándole también el toque de intriga a esta historia de amor, combinando ambos perfectamente. Algo que suelo criticar en los personajes masculinos es la necedad ante lo evidente. Lucien tiene ante sus ojos a la persona perfecta para ser su esposa y a ayudarle a vivir en ese mundo nuevo que en cierto modo le queda grande pero se empeña en casarse con Frannie, una muchacha que conoce desde niño y a lo que adora pero por la que no siente la lujuria y deseo que le provoca Catherine; en este caso lo he llevado mejor, tal vez porque la escritora ha permitido que ambos se desfoguen y tengan encuentros realmente interesantes. Él es un granuja con un pasado horrible que tendrá que superar; ella es la persona que con su terquedad y bondad le encaminará por la senda correcta. Ambos personajes encajan perfectamente, creando una pareja única y maravillosa. Entre ellos se dan conversaciones fantásticas con ciertos toques de humor que dotan a la novela de cierta originalidad y redondean toda la obra. Lucien no recuerda nada antes de los seis años, cuando un chico de la calle le encontró y le ayudó a integrarse en su nueva familia, un grupo de carteristas y ladronzuelos que sobreviven en Londres. Vamos conociendo a través de otros personajes ese mundo de pobreza que les ha tocado vivir a muchos niños, presentándonos, por supuesto, a los futuros personajes de esta serie, lo que nos incita a querer adentrarnos un poquito más en sus vidas y descubrir como encontrarán el amor. A través de esta historia Lorraine nos hace ausentarnos por unas horas de nuestro mundo para adentrarnos en las calles y salones de Londres. Su manera de escribir nos permite hacernos una idea exacta de los caracteres de cada uno de los personajes que van surgiendo en la obra. La trama se va desarrollando armoniosamente y en cuanto a los protagonistas, nada que objetar, ellos encajan a la perfección y nos entretienen con sus conversaciones, pensamientos y deseos. Una novela más que ideal para los amantes de la novela victoriana; sin duda yo seguiré la pista de estos huérfanos.