EN LA NIEBLA
Título: En la Niebla.
Autor: Richard Harding Davis (Filadelfia 1864-1916). Hijo de un destacado periodista y de la escritora Rebecca Harding Davis, pasó por varias universidades antes de trabajar como redactor para diversos medios. Sus crónicas en el New York Evening Sun sobre las inundaciones de Johnstown y la primera electrocución criminal llamaron la atención del público. A partir de entonces, empezó a colaborar con Harper´s Weekly, Scribner´s Mafazine o The Times, convirtiéndose en uno de los principales corresponsales de su tiempo al cubrir la Segunda Guerra de los Bóer, la Guerra Hispano-Estadounidense y la Primera Guerra Mundial, donde estuvo en el Frente de Salónica. Fue amigo de Theodore Roosevelt y sirvió como inspiración al ilustrador Charles Dana Gibson. Entre sus obras de ficción destacan Soldiers of Fortune (1897) llevada al cine en dos ocasiones y En la Niebla (1901). Murió en su ciudad natal a consecuencia de un infarto, mientras mantenía una conversación telefónica.
Editorial: Ardicia.
Idioma: inglés.
Traductor: Julián Gea.
Sinopsis: la noche posterior a la gran niebla de 1897, en el club para caballeros más exquisito del mundo, el londinense The Grill, cinco de sus socios tratan de reconstruir con sus respectivos testimonios las piezas de un doble asesinato. Una casa perdida en la bruma, un explorador del continente africano que regresa de entre los muertos, una princesa rusa con un escandaloso pasado y un resolutivo detective de la Scotland Yard serán los protagonistas del misterioso suceso.
Su lectura me ha parecido: adictiva, penetrante, intrigante, absorbente, potente, original, astuta, inteligente, sorprendente, llena de tópicos...Hace unos días tuve el placer de entrevistar a dos excelentes blogueras, administradoras de un blog de reseñas literarias muy completo e interesante que desde aquí recomiendo encarecidamente. En ella, y que esto sirva como avance, una de ellas destacó un aspecto muy importante dentro del actual panorama editorial español, y es que, las editoriales de renombre, suelen reeditar una y otra vez los mimos libros dentro de la literatura universal. En este sentido, destacó el papel fundamental que juegan algunas editoriales, en su mayoría pequeñas, que han proporcionado al gran público historias coetáneas a los grandes libros, pero que sin embargo, no han tenido la misma difusión. Al leer esta respuesta, no pude evitar asentir con franqueza y convicción, pues tiene razón, no hay más que echar un vistazo a las estanterias de literatura universal de cualquier librería. Existen cientos y cientos de ediciones de El Quijote, las obras de Shakespeare, las de Oscar Wilde, Stevenson, Austen...Y es cierto que me encanta adentrarme en ellos, algunos los tengo pendientes incluso, pero doy las gracias a todas aquellas editoriales pequeñas que nos han traído al imaginario novelas, autores, personajes y formas de escribir desconocidas para el gran público las pueda disfrutar. La novela que hoy tengo el placer de reseñar ha sido uno de esos gratos descubrimientos y que gracias a Ardicia y su inestimable colaboración, hoy presento ante vosotros. En la Niebla: la clasica novela policíaca inglesa desde la mirada de un estadounidense.
Esta novela de misterio y de sospechas llegó a mis manos de una forma bien sencilla. Como muchos bien sabréis, sobretodo los que habitualmente visitáis este espacio, una servidora siente especial debilidad por los clasicos, tanto los grandes, como los que una va descubriendo por sorpresa a lo largo de la vida. Por aquel entonces, unas semanas antes de que acabase el curso, me había dado por apuntarme en una libreta no sólo libros interesantes para leer, también, el nombre de las editoriales que los publicaban. Ya me encontraba colaborando con algunas editoriales, pero en mi interior, deseaba hacerlo con alguna que publicase libros nuevos, clasicos reedescubiertos en mi país, novelas que me hiciesen pensar y disfrutar con su lectura. Fue en medio de aquellos paseos a librerías cuando me topé con un libro de Ardicia, y sinceramente, no pude evitar echarle un vistazo, comprobando la delicadeza de sus ediciones y la originalidad de los títulos que ofrecían. A la tarde siguiente ya me encontraba visitando su pagina web y observando cada uno de sus libros, los cuales, me parecieron de lo más interesantes. Después la cosa vino rodada, consiguiendo la colaboración, pero ahora tocaba lo más difícil, ¿cuál elegir? Había tantas historias buenas, atrayentes, dignas de ser leídas que por un instante me sentí abrumada. No obstante, y llevándome por un instinto que muy pocas veces falla, decidí pedir En la Niebla, básicamente porque estaba un poco hastiada de las novelas policíacas actuales y me apetecía leer algo más clásico. El ejemplar me llegó unos días después de que llegase de un viaje a Santander, y tras su lectura, hoy puedo decir que de verdad me he acercado a el género policíaco puro pero desde una perspectiva singular.
En lo que respecta a la valoración crítica, comenzaremos diciendo que En la Niebla presenta una lectura ligera y entretenida, con un un rítmo lento cuando tiene que ser y rápido en los momentos cumbre, algo que hace que el lector devore una a una las páginas, como si de un best seller actual se tratase. A ello le ayuda sin lugar a dudas, un estilo muy depurado, progresivo, muy bien ejecutado y claramente británico. Con esto último, entraríamos a tratar un aspecto clave en la novela y que sin duda, ha sido el que más me ha llamado la atención. El autor, Harding Davis es norteamericano, pero en esta novela, olvidando bastante la producción literaria que se estaba llevando a cabo en su país en el siglo XIX y principios del XX, la cual comenzaba a tener una importancia clave, se decanta por imitar de alguna manera el estilo de los autores ingleses que vivieron a finales del XIX. Esto puede deberse a dos cosas: o que Harding Davis pretendiese innovar, pues la historia y la presentación del conflicto son ligeramente diferentes a las novelas policíacas tradicionales, o que En la Niebla sea como una especie de obra añadida, como un homenaje a toda una tradición literaria, pero también como un libro que surge tras un boom, un boom que se produjo en Reino Unido y del que Sherlock Holmes tiene parte de culpa. Seguidamente, cabe destacar, como aspecto positivo el hecho de toparnos con una novela cuya construcción de la narración es bastante original, pues estamos acostumbrados a que en este tipo de novelas se nos presente un cadaver, un misterio, el policía de turno y la investigación pertinente. Aquí nos topamos con un grupo de hombres de estatus social alto tratando de esclarecer quien pudo cometer el escalofriante crimen. Es muy clásico, pero también aporta un ligero punto de humor que descarga al lector de las tensiones que una novela de este calibre suele transmitir. Por otro lado, comentar que la novela esta plagada de tópicos del género que refuerzan la idea de que probablemente En la Niebla sea un libro del montón en su momento, pero que traído a nuestro tiempo nos parezca de recomendada lectura. Por último, señalar como aspecto negativo la poca pericia del autor al confeccionar una novela tan corta. La historia esta perfecta tal y como esta, pero para mi gusto, unas páginas de más no le hubiesen quedado mal a la historia.
Para finalizar la reseña de esta sorpresa literaria, me gustaría en este último apartado dedicado a la reflexión de una cosa que creo, si la memoria no me falla, no hemos tratado en el blog y que sin duda conviene hacerlo. En esta ocasión no se trata ni de un tema actual ni social, más bien literario, algo que llama la atención y que tiene mucho que ver con la novela que hoy hemos reseñado. En ocasiones, encontramos como en algunas lecturas objetos, la naturaleza, edificios o personajes que no están presentes en la acción físicamente se convierten en elementos fundamentales de la trama y de la historia en si. Algo así pasa en En la Niebla, una novela en el que precisamente la niebla, como fenómeno meteorológico en si, juega un papel importante en la narración, convirtiéndose en un personaje más además de los que se representan de carne y hueso. La niebla se representa siniestra, densa, abrumadora, cegadora, que puede resultar romántica y evocadora para unos pero peligrosa y embaucadora para otros. La niebla forma parte del paisaje londinense, y durante la época victoriana se hizo más presente gracias a las imponentes chimeneas de las fábricas, cuyo humo se fundía, haciendo que ésta se volviese más espesa si cabe. Si a esto le añadimos la aparición de los barrios marginales poblados principalmente por proletarios, un cambio social en las costumbres de la burguesía y las desigualdades que esto provocaba; encontramos el caldo de cultivo perfecto para la aparición de las novelas policíacas, si es que el propio paisaje lúgubre y de callejuelas estrechas, acompañado de una niebla que puede llegar a confundir invita a ello. No debemos olvidar que por aquellos años Jack el Destripador hacía de las suyas en el barrio obrero de Whitechapel y que la policía, aunque se esforzó por atraparlo, nunca logró resolver el caso. Con todo esto quiero señalar que no solo el contexto histórico era propicio para que naciese un estilo literario determinado, también el paisaje y el clima actúan de forma definitoria, tanto que ha llegado hasta nuestros días esa imagen del investigador/detective/policía/aficionado que investiga un atroz crimen rodeado de un halo de misterio y de perspicacia al que una persistente niebla le sirve como su mejor guía o su peor pesadilla. En la Niebla: una historia de confabulaciones, intriga, discusión, inteligencia, costumbres victorianas, justicia...Un libro que todo amante de la novela policíaca debe conocer y por supuesto leer.
Frases o párrafos favoritos:
"- Daría quinientas libras en este momento por poder poner en sus manos la nueva historia de Conan Doyle ¡Mil libras! - dijo bajando la voz.
Película/Canción: aunque seguramente pase mucho tiempo hasta que veamos una adaptación de esta novela, os dejo mientras tanto con una canción, que aunque es actual acompaña a la trama a la perfección.
¡Un saludo y a seguir leyendo!
Cortesía de Ardicia Editorial