Reseña, en tren con el asesino

 La autora británica, Alexandra Benedict, después de cosechar éxitos con su anterior novela: “la casa de los enigmas”, ambientado en Navidad, vuelve con una nueva apuesta: “En tren con el asesino”, manteniendo las mismas premisas, es decir, muertes en estas entrañables fechas, que en este caso no lo son tanto.
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Dieciocho pasajeros.
Siete paradas
Un asesino

Todos a bordo, pero, ¡atención!, es posible que los pasajeros que duermen en este tren nunca más despierten.

En las primeras horas de la víspera de Navidad, el tren nocturno de Londres a las Highlands escocesas desca­rrila, y con él, los planes festivos de sus viajeros. Atrapa­dos por la nieve en medio de la nada, los pasajeros solo se tienen los unos a los otros, y no todos llegarán a sus celebraciones navideñas. Mientras un asesino intenta acabar con los pasajeros uno a uno, la ex detective Roz Parker no puede resistirse a una última investigación. Sin embargo, un asesinato en una habitación cerrada es un rompecabezas formidable, incluso para el inves­tigador más experimentado. ¿Podrá Roz encontrar al culpable antes de que alguien más muera?

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En un principio tenía la idea de leer alguna novela de Agatha Christie para aderezar mis Navidades con algún que otro asesinato pero se me cruzó por delante esta novela. Lo curioso es que en eLLa se hace mención a la Dama del Crimen y seguro que muchos encuentran similitudes con su famosa novela “Asesinato en el Orient Expres”, (de hecho su título original es: Murder On The Christmas Express) historia que ahora tengo ganas por descubrir.      

   Englobado dentro del género de la novela negra nos encontramos con el cozy crime, un estilo que se ha colado con fuerza entre los más vendidos. Podríamos traducirlo literalmente como Crimen Acogedor, especial para aquellos que huyen de los thriller violentos. Esta historia contiene todos los ingredientes que definen el cozy crime.

   La trama no está enfocada en situaciones violentas, masacres ni penurias sino en la investigación para descubrir quién es el culpable.
   No es una regla pero la mayor parte de las veces ese detective aficionado es una mujer, que por distintas circunstancias, se ve envuelta en la resolución de un crimen. Pero no está sola, sino que está rodeada de personas que le apoyan y que le animan a que lo resuelva; en este caso serán algunos de los compañeros de este nefasto viaje.
   El escritor pondrá a prueba tu inteligencia animándote a descubrir al asesino; aquí la autora va más allá e introduce un montón de enigmas entre las páginas para resolver (no es algo a lo que yo le pusiera demasiada atención).
   Prima sobre todo la relación entre las personas y normalmente los hechos suceden en pueblos y ciudades pequeñas; otro requisito cumplido porque todos los sucesos se desarrollan en este tren nocturno con pasajeros y personal reducido.
   Otro aspecto destacable típico de estas historias es que el asesino no es malvado sino alguien que cometió un error o se dejó llevar por sentimientos de venganza, celos… En relación a la elección del asesino me encontré un tanto decepcionada, me pareció insustancial y carente de sentido en relación a las motivaciones y la resolución del caso.
    Este es mi primer acercamiento a este subgénero de la novela negra y no me he encontrado demasiado a gusto. Tengo que decir que me he sentido cómoda con la historia, la he leído de manera rápida y animada por terminar y descubrir el enigma de quién era el asesino (no lo adiviné por si os lo estáis preguntando) pero la resolución me pareció un tanto floja, deshinchando en cierto modo el resto de la historia.  Pero así debe de ser, supongo,  porque el bien siempre triunfa, por eso es un cozy crime.