El desarrollo de nuestra personalidad no tiene lugar de forma aislada, sino en relación con otras personas; somos formados y completados por fuerzas que ni se ven ni se recuerdan. En concreto, nuestros padres.
La furia asesina, la furia homicida, no nace en el presente. Se origina en ese territorio anterior a la memoria, en el mundo de la primera infancia, a causa de abusos o malos tratos a una edad temprana, y con el paso de los años va acumulando carga hasta que estalla; a menudo contra un blanco equivocado.
Ayer terminé de leer, “La paciente silenciosa” (Alfaguara, 2019, reeditada por Debolsillo en 2022), primera novela de este autor griego (Chipre, 1977) que estudió Literatura Inglesa, Psicoterapia y que además es guionista de cine. Terminé de leerla ayer y todavía ando con la boca abierta y los ojos como platos tras ese sorprendente, impactante, e inesperado final. Parece que ya se han vendido los derechos cinematográficos para adaptarla a la gran pantalla y no me extraña.
La trama a grandes rasgosHace 6 años, Alicia Berenson, una prestigiosa pintora mató de varios disparos a su marido Gabriel. Desde entonces, vive recluida en una unidad psiquiátrica especial de seguridad, The Grove, y no pronuncia ni una sola palabra, quedó totalmente muda. El psicoterapeuta Theo Faber, pide el traslado a dicho hospital para trabajar mano a mano con ella, ya que el caso le tiene muy interesado y quiere ayudarla a superar el trauma de haber matado a su marido y averiguar por qué no habla.
…eso era lo que te hacía Alicia. Su silencio era como un espejo: te devolvía tu propio reflejo. Y a menudo era una visión espantosa.
Comienzan las sesiones, las “no conversaciones” y poco a poco, a través del análisis del comportamiento, de las reacciones, los gestos y sobre todo a través de la lectura del diario íntimo de Alicia que ella misma le proporciona, irá atando cabos. Theo se ve forzado a ejercer un poco de investigador, ya que varios datos de lo supuestamente sucedido, no le cuadran.
Alicia y Gabriel parecían ser un matrimonio bien avenido, se amaban, ¿qué pasó realmente esa fatídica noche para que ella decidiera asesinarlo? ¿Y si no fue ella quién disparó el arma? Escrita en primera persona, la historia se cuenta a través de la voz de Alicia, de su diario y de la de Gabriel, que nos cuenta su vida presente y las conclusiones que va sacando de la terapia, pero también nos lleva al pasado, y a sus problemas en la infancia con su padre que tanto le marcaron. También nos hace partícipes de sus problemas matrimoniales con la que es sin duda el amor de su vida.
Y hasta ahí puedo contar. . .
¿Qué me ha parecido? ¿Me ha gustado?
Me encantan los thrillers psicológicos en toda regla como este, los puros y duros, con desafíos psicológicos y duelos interesantes en los que se establece una relación estrecha entre un terapeuta que analiza al detalle a su paciente posiblemente trastornada o loca. Me fascinan este tipo de tramas en las que, a través de la terapia, se analiza la mente de una “supuesta asesina” y los motivos psicológicos que pueden estar detrás y que la llevaron a hacer lo que hizo. Además en este caso, ambos, Theo y Alicia arrastran traumas infantiles que iremos descubriendo y que añaden aliciente a la trama. Sí, el propio terapeuta también tuvo que pedir ayuda psicológica en su día para poder superarlo.
La novela me ha atrapado desde su primera palabra, me ha mantenido absorta y completamente inmersa en la lectura. Necesitaba, me urgía averiguar que pasó realmente con Alicia, porque desde el principio intuyes que esa mente perturbada “calla” muchas cosas y no solo por la literalidad de su silencio.
Y el final. . ., me ha alucinado, no me lo esperaba para nada, en serio, me ha pillado totalmente desprevenida. Me acosté y me he despertado pensando en él, y sigo dándole vueltas.
Una de las cosas más difíciles de admitir es que no nos quisieron cuando más lo necesitábamos. Es una sensación terrible: el dolor de no ser amado.
Seguiré de cerca a este autor, y os recomiendo esta novela sobre todo si os gusta el género. Mi nota esta vez es la máxima: