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Reseña Exprés: “QUIÉN SABE SI MAÑANA SEGUIREMOS AQUÍ” de Kim Young-Ha

Publicado el 30 enero 2022 por Marianleemaslibros
Reseña Exprés: “QUIÉN SABE SI MAÑANA SEGUIREMOS AQUÍ” de Kim Young-Ha
“El lugar donde el autogobierno de mi diabólico ego converge en cero es la prisión, una celda de castigo. Un lugar donde no podría matar ni enterrar a nadie a mi antojo. Un lugar donde ni siquiera tendría el lujo de concebir tales fantasías.
Un lugar donde mi cuerpo y mi alma serían completamente destruidos. Un lugar donde mi yo se aniquilaría para siempre”.
Kim Young-Ha (Hwachon, 1968) es un autor surcoreano considerado en su país uno de los maestros de la ficción moderna que lleva más de veinte años escribiendo novelas y relatos cortos, conocido por retratar en ellas miedos de la sociedad coreana moderna: la soledad, el tedio, el estancamiento y la muerte. “Quién sabe si mañana seguiremos aquí” fue publicada allí en 2013, y ha sido adaptada al cine en 2017, “Memorias de un asesino” se llama la película (dirigida por Won Shin-yun). 
Con tan solo 160 páginas, se lee en una tarde, la empiezas y no puedes dejarla, su comienzo es interesante, te incita, te empuja a seguir: 
Mi vida. Puedo dividirla en tres partes. Mi niñez, antes de matar a mi padre. La juventud, viviendo como un asesino. Y una madurez tranquila, sin muertes de por medio. Unji representa esta tercera etapa. 

La premisa también lo es: un asesino en serie con Alzheimer que hace veinticinco años que no mata. Kim Byeongsu, nunca fue detenido ni encarcelado y ahora, a sus setenta años, necesita volver a las andadas para proteger a su hija Unji de su nuevo novio, Park Yute, un hombre con los ojos fríos como el hielo del que sospecha es el artífice de varios secuestros y crímenes que se están produciendo últimamente en el barrio,  el que está matando a esas mujeres jóvenes, que ahora están en paradero desconocido. Recuerda con exactitud y fielmente cada uno de sus ya prescritos asesinatos, pero su mente le crea lapsus y pérdidas de memoria en su rutinaria vida actual. En los cada vez mas escasos momentos de lucidez, se atormenta recordando que su hija se encuentra en peligro y se propone su último y triunfal acto, acabar con Park Yute. 
Hombre, con la vejez hay que serenarse, ¿no crees? —Umm, sí. Y lo estoy. El caso es que antes de morir me gustaría concluir con algo que realmente valga la pena. —Claro, adelante. Esas cosas no hay que dejarlas para después. ¿Quién sabe si mañana seguiremos aquí? —Eso digo yo.

Lo tiene complicado porque el pobre tiene que grabar y apuntarlo todo para crear sus recuerdos futuros y no cometer fallos, aunque muchas veces no entiende ni recuerda lo que ha escrito. Sus peores sospechas parecen confirmarse cuando Unji desaparece y todo se complica cuando para colmo, la policía parece andar investigándole a él.
Sin la memoria del pasado, dejaríamos de ser humanos. El presente en sí no es nada, solo un punto imaginario que conecta el pasado con el futuro.

En esta pequeña joyita que he descubierto, no recuerdo ahora a través de quien ni en qué lugar, el anciano protagonista nos cuenta en primera persona y a modo de diario, con capítulos muy cortos, algunos con una simple frase, sus fechorías pasadas y sus planes presentes durante esos pequeños fogonazos de lucidez. Es consciente de lo que le pasa, conoce su progresivo deterioro mental, sabe cual va a ser su final y el lector no puede evitar, por muy asesino en serie que haya sido, empatizar con él, sentir como propio el terror a perderse en las lagunas de su memoria.
El ser humano es prisionero del tiempo. Un enfermo de Alzheimer vive en una prisión cuyas paredes se van contrayendo. Lo hacen a una velocidad cada vez mayor. Siento que me ahogo.

No puedo más que recomendaros con fervor esta original, e interesante novela, porque en ella todo me resulta peculiar, todo me ha gustado: la forma de contar y desentrañar la historia, el modo en el que el autor consigue meterse en la piel de alguien que vive y sufre el Alzheimer en sus carnes, intuir lo que va pensando y sintiendo según avanza la enfermedad, y lo mejor. . ., las dudas, la incertidumbre que el lector comparte con el protagonista de no saber lo que es cierto y lo que es imaginado, producto de su mente cada vez más degradada. Y es que acabamos la lectura y nos surgen multitud de preguntas ¿Qué de todo lo que Kim Byeongsu nos ha narrado ha ocurrido realmente? Somos conscientes de que tanto él como el autor nos han engañado vilmente, pero curiosamente no es algo que importe demasiado, incluso en este caso resulta un plus adicional que suma interés al enganche. La he saboreado con deleite, incluso la he releído enterita y reconozco que casi la he disfrutado más aún, porque al final lo he comprendido todo, todo me ha quedado claro.

Resumiendo: "Quién sabe si mañana seguiremos aquí" es una novela muy adictiva, que engancha desde el comienzo, una historia que se adentra en los entresijos de una tremenda y destructiva enfermedad, el Alzheimer, consiguiendo reflejar probablemente de una forma bastante fiel, lo que un paciente que la sufre puede tener en la cabeza, y reflejar su mundo, sus miedos, sus pensamientos y sentimientos más profundos y desgarradores. Bien escrita, con una prosa muy cuidada y un final que me ha resultado inesperado y sorprendente.
La gente quiere comprender lo que es la maldad. ¡Vano intento! El mal es como un arcoíris. Cuanto más te acercas, más se aleja. El mal es lo que es porque no se puede comprender.

Repetiré con el autor, lo tengo claro. He corroborado algo que ya sabía: los thrillers de autores surcoreanos vienen pegando fuerte y merecen mucho la pena, son especiales. Mi nota es la máxima, no podía ser de otra manera:
Reseña Exprés: “QUIÉN SABE SI MAÑANA SEGUIREMOS AQUÍ” de Kim Young-Ha

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